El 29 de noviembre de 1977 fue declarado el día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la resolución 32/40, ya que ese mismo día pero en 1947, ese organismo con la resolución 181 aprobó la partición del territorio de la Palestina histórica, para crear dos Estados: uno judío, Israel y otro árabe, Palestina.
Sin embargo, el único Estado que fue creado y reconocido por la ONU fue Israel.
El 29 de noviembre de 2012, la ONU en una sesión de la Asamblea General, 65 años después de haber emitido la resolución 181, con la resolución 67/19 aprobó la entrada de Palestina como observador no miembro.
De los 193 países miembros de la ONU 183 votaron a favor, 41 se abstuvieron y nueve votaron en contra. Seguramente, muchos ni siquiera sabían la ubicación geográfica o siquiera la existencia de casi la mitad de esos países: Islas Marshall, Palao, Nauru, Micronesia, República Checa, Panamá, Canadá, Estados Unidos e Israel.
Pero esta no es la primera vez que Palestina intenta ingresar a la ONU, a finales de septiembre de 2011, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentó una solicitud para que Palestina fuera miembro pleno de la ONU. La solicitud debía ser aprobada por el Consejo de Seguridad y tenía que conseguir dos tercios de los votos. En noviembre de ese mismo año el Consejo de Seguridad declara no haber alcanzado unanimidad para aceptar el ingreso de Palestina.
Antes, en octubre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aceptó el ingreso de Palestina como miembro. El ingreso de Palestina a este organismo se había pedido desde 1989.
De los 185 países votantes en la Unesco, Palestina obtuvo el voto a favor de 107, en contra de 14 y la abstención de 52. A los pocos días de que la Unesco votara a favor para admitir a Palestina como Estado miembro, Israel anuncia sanciones económicas para Palestina y la Unesco.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, congela la transferencia de los fondos que Israel recauda para Palestina, ya que como Palestina tiene el estatus de territorio ocupado, su ocupante, Israel, es el que recauda y reparte todos los fondos destinados para la ANP.
Estos fondos, que equivalen a cien millones de dólares mensuales, son destinados para pagar los salarios del los empleados de la policía, de los oficiales de gobierno y del personal administrativo.
Netanyahu también congeló sus donaciones a la Unesco, que eran de unos dos millones de dólares anuales. Estados Unidos hace lo mismo con dicha agencia.Después de las presiones internacionales, incluidas las de Estados Unidos y la Gran Bretaña, Israel finalmente levanta las sanciones contra Palestina.
En noviembre de 2012, un par de semanas antes de que se llevara la votación en la ONU, Israel amenazó a Palestina con congelar de nuevo esos recursos y la ANP no desistía en su intento de ingresar a la ONU.
La Liga Árabe expresa su apoyo al ingreso de Palestina a la ONU y se compromete a cubrir los fondos que Israel amenaza con retenerle a Palestina.
Una vez aprobada la entrada de Palestina como observador no miembro, Netanyahu, anunció la construcción de 3 mil viviendas en asentamientos ilegales en territorios palestinos, desafinado así la resolución recién adoptada.
De los 193 países que conforman la ONU, 131 de ellos reconocen la existencia del Estado Palestino y 41 han preferido no pronunciarse a favor o en contra, únicamente nueve países se negaron a reconocer el nuevo estatus de Palestina.
Sin embargo, de los 193 países de la ONU, 32 no reconocen la existencia del Estado de Israel, y aún así, éste es miembro de la ONU.
El 29 de noviembre de 2012, Mahmoud Abbas, presidente de la ANP, se presentó ante el pleno de la Asamblea General de la ONU con un discurso en árabe en el cual llamaba al concierto de naciones a hacer justicia y reconocer al Estado Palestino después de 65 años de omisiones.
Abbas habló unos 20 minutos sobre las omisiones que la comunidad internacional había tenido con el pueblo palestino y la deuda de justicia que se tenía con su pueblo:
En los últimos meses ustedes han escuchado en las insistentes amenazas de Israel en respuesta a la petición pacífica, política y diplomática de Palestina para convertirse en miembro observador de las Naciones Unidas, han sido testigo de cómo estas amenazas se han cumplido de una manera horrífica en la Franja de Gaza. No hemos escuchado una sola palabra de las autoridades israelíes expresando su sincera preocupación para consolidar el proceso de paz.
El momento ha llegado para que el mundo detenga las agresiones, los asentamientos ilegales y la ocupación. Por eso estamos hoy aquí.
No venimos aquí a deslegitimizar a un Estado establecido años atrás, el cual es Israel, en cambio venimos a afirmar la legitimación de un Estado que ahora debe alcanzar su independencia, el cual es Palestina.
Al mundo hoy se le esta pidiendo corregir una injusticia histórica sin precedentes en contra del pueblo palestino.
El representante de Israel, sin embargo, pareció no entender la petición de Palestina, durante su discurso, en reiteradas ocasiones acusó a Abbas de no haber mencionado la creación de dos Estados: el suyo y el de Palestina.
El representante israelí se presentó orgulloso de representar al único Estado judío,
condicionó la creación del Estado Palestino a que este reconozca la existencia de Israel, así como que éste se muestre listo para realmente aceptar la paz en la zona.
La única forma de alcanzar la paz es a través de acuerdos y no a través de las resoluciones de las Naciones Unidas. Esta resolución es unilateral y no permite la paz, la retrasa. Ninguna resolución de las Naciones Unidas puede romper el lazo de 4 mil años entre el pueblo de Israel y la tierra de Israel. Mientras Abbas prefiera viajar a Nueva York buscando una resolución de la ONU, en vez de viajar a Jerusalén y dialogar con nosotros, la paz no será alcanzada. Abbas ha venido aquí a hablar de un hecho histórico sin saber la historia. Hace 65 años se partió el Mandato Británico para crear dos Estados: un Estado judío y un Estado árabe, pero lo árabes se negaron a aceptarlo y quieren arrojar a los judíos al mar.
De hecho, presidente Abbas, yo no lo he escuché esta tarde hablar de dos Estados para dos pueblos. De hecho, nunca lo he escuchado hablar de dos Estados para dos pueblos, porque lo líderes palestinos nunca han reconocido que Israel es una nación, Estado del pueblo judío. Nunca han querido reconocer lo que este organismo reconoció hace 65 años. Israel es el Estado judío.
Hoy usted le pide al mundo reconocer un Estado Palestino, pero se rehúsa a reconocer al Estado judío y no sólo eso también trata de borrar la historia judía. Señor presidente, esta resolución no traerá paz, no cambiara las cosas en el campo. Señoras y señores, no hay atajos, soluciones instantáneas la paz no puede ser impuesta desde afuera.
Hace 65 años los palestinos rechazaron la oportunidad de vivir en paz lado a lado, y hoy de nuevo están rechazando esa oportunidad. Aquellos que hoy están aceptando esta resolución no están favoreciendo la paz, la están minando. Hoy los palestinos le están dando la espalada a la paz, no se les olvide que haya registro de que hoy la ONU los ayudó es su marcha al vacío.
Israel se presentó con un discurso muy claro, lleno de amenazas y sustentado en la historia judía, no en las leyes internacionales, como siempre lo ha hecho.
Cuando el resultado de la votación fue anunciado, los asistentes a la Asamblea de la ONU lo celebraron, en su mayoría. El represéntate de Israel, no pudo mas que hacer un gesto de indignación. Palestina había sido aceptada y ya no había nada que Israel pudiera hacer para evitarlo, a pesar de la intensa campaña de lobby que habían lanzando semanas antes para persuadir a que los países votaran a favor de Palestina.
En estos días hemos leído y escuchado la opinión de los expertos, que hablan sobre lo favorable que esto es para Palestina o las repercusiones negativas que esto traerá al mal llamado proceso de paz entre Israel y Palestina. Mal llamado porque la realidad es que desde hace 65 años, Israel ha ocupado territorios palestinos y lo único que el pueblo palestino hace es resistir y pelear contra esa ocupación. No está en guerra con Israel.
Por lo pronto, lo que queda claro es el aislamiento internacional de Israel, respecto a sus argumentos sobre el impedimento del reconocimiento del Estado Palestino. Ni siquiera Alemania o la Gran Bretaña, aliados históricos de Israel, votaron en contra del nuevo estatus de Palestina.
Cabe aclarar que a pesar de que la República Checa votó en contra de la resolución de 29 de noviembre de 2012, sí reconoce al Estado Palestino. Países como Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia.
Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, México, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, España, Suecia y Suiza, a pesar de no reconocer la existencia del Estado Palestino, votaron a favor de su nuevo estatus en la ONU.
Los únicos países que se niegan a reconocer la existencia del Estado palestino, de su ingreso a la Unesco y a su nuevo estatus en la ONU son: Canadá, Estados Unidos, Israel, Palau y Panamá.
Es evidente que más allá de los intereses que Estados Unidos e Israel tengan en la zona, ya no era sostenible seguir apoyándolos y retrasando el derecho de Palestina a existir, un acto de justicia para su pueblo.
Sin embargo, no debemos olvidar que el bloqueo a Gaza sigue, que la ocupación del territorio palestino continúa, que la construcción de asentamientos ilegales continúa.
¿Acaso ahora con el nuevo estatus de Palestina, Abbas tendrá la oportunidad de mandar fuerzas de seguridad palestina a las áreas B y C (territorios palestinos bajo control israelí) o a Jerusalén para expulsar a los miles de colonos judíos que ocupan ilegalmente la tierra del Estado Palestino, como cualquier otro Estado haría en caso de una invasión u ocupación?
También hay que recordar que Estados Unidos tiene congelados unos 205 millones de dólares para la ANP y que Canadá tiene congelados otros 308 millones de dólares, que obviamente no van a descongelar.
Sin embargo, su nuevo estatus le da la posibilidad a Palestina de denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional de la Haya, aunque antes deberá firmar el estatuto de Roma, el cual por cierto no está firmado por Estados Unidos ni Israel.
Palestina también ahora puede adherirse a convenciones internacionales e ingresar a otras agencias de la ONU como el Fondo para la Agricultura (FAO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional de Migraciones, la Organización Mundial de la Salud, entre otras.
El ingreso de Palestina a estas convecciones y agencias podrían significar el retiro de los aportes económicos que Estados Unidos les hace, tal como pasó con la Unesco. ¿Están estas instituciones listas para prescindir de estas contribuciones?
También hay que tener claro que el nuevo estatus de Palestina no le permite votar en la Asamblea General de la ONU ni presentar candidatos para los cargos de este organismo.
Más allá de las repercusiones positivas y negativas de esta resolución la pregunta es ¿cuánto tiempo más Israel y Estados Unidos van a seguir manteniendo esta postura tan descarada y seguir negándole al pueblo palestino su derecho a existir ya no sólo como nación, sino con dignidad?
Publicado el 3 de diciembre de 2012