Rescatan lenguas originarias mediante diccionarios audiovisuales en Perú

Erika Suárez

Foto: La Combi-Arte Rodante

Tras recorrer un largo camino, La Combi-Arte Rodante celebra que las cápsulas del proyecto Diccionarios Audiovisuales Comunitarios se transmitan en un canal de señal abierta, porque esta oportunidad permite que más niños, adolescentes y adultos se sientan afortunados y orgullosos de hablar en lenguas originarias, además, invita a que otras personas conozcan más sobre la diversidad cultural que abunda en el Perú.

Cuando se pierde una lengua, también se pierde una cultura. Esta reflexión impulsó a la asociación La Combi-Arte Rodante a crear Diccionarios Audiovisuales Comunitarios (DAC), un proyecto orientado a fortalecer y revitalizar las lenguas originarias peruanas.

Perú es uno de los países con mayor diversidad cultural y lingüística de la región. Cuenta con 55 pueblos indígenas y 48 lenguas originarias, cuatro de ellas se hablan en los Andes y 44 en la Amazonía.

Cada palabra atesora sabiduría y riqueza cultural, pese a esto, la existencia de las lenguas originarias se encuentra en riesgo, porque a diario el número de hablantes disminuye. Esto coloca en situación de vulnerabilidad a los pueblos originarios.

“Las lenguas se están perdiendo por un tema de aculturación y porque cada vez las nuevas generaciones las van dejando atrás”, advierte la asociación de arte.

Arte que reivindica

Para revertir esta situación que afecta los derechos de los indígenas, Carolina Martín y Teresa Castillo, fundadoras de La Combi-Arte Rodante, crean, en 2017, Diccionarios Audiovisuales Comunitarios para rescatar el orgullo de las lenguas originarias.

DAC es un proyecto que nace para producir un diccionario colectivo e innovador, donde cada palabra es explicada en un video que refleja la cosmovisión y los valores de las comunidades indígenas. Convirtiéndose así, en producto que transmite cultura viva y real.

Hasta hoy, el proyecto ha producido 31 cápsulas audiovisuales en seis lenguas indígenas: quechua, aymara, yine, matsigenka, ése eja y shipibo konibo. Cada video dura entre 2 a 3 minutos e invita a las personas a que vuelvan a reconectarse con la naturaleza.

El deseo de Carolina y Teresa es elaborar cápsulas en cada lengua originaria peruana, y las que están en mayor riesgo de desaparecer es su prioridad. El proyecto cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y del Ministerio de Cultura. Han planificado sus actividades hasta el 2032. 

Pese a una pandemia que ha cambiado el rumbo de la sociedad, el proyecto ha alcanzado un gran logro durante esta temporada. Ahora los DAC se transmiten en un canal de señal abierta. Este paso permite que más personas conozcan sobre la diversidad cultural que distingue al Perú.

La Combi-Arte Rodante es una asociación que surgió en 2012 para promover la identidad, la diversidad cultural, los derechos humanos y el cuidado del medioambiente; teniendo como principal recurso lo audiovisual.

Foto: La Combi-Arte Rodante

Unidos contra el olvido

En el proceso de creación de las cápsulas participa toda la comunidad, aunque está orientada más a niños y adolescentes, a quienes se les enseña técnicas audiovisuales para que junto a sus profesores registren los vocablos de su lengua y las tradiciones asociadas a ella.

“Al inicio, la mayoría niños y adolescentes sienten un poco vergüenza, pero durante el proceso de nuestra intervención creativa cambian su actitud, porque empiezan a sentirse empoderados y afortunados de hablar una lengua originaria”, declaran Carolina y Teresa.

Antes de presentar las cápsulas audiovisuales al público, pasan por cinco fases creativas. La primera está orientada al diseño de los talleres, etapa en la que se crean las dinámicas que se emplearán en el encuentro comunitario, en el laboratorio audiovisual y en la formación de líderes.

La segunda es la coordinación con las comunidades. A esta fase también se le llama la consulta previa, porque los habitantes del lugar aceptan voluntariamente que se desarrolle el proyecto audiovisual.

Luego se realiza el encuentro comunitario, que es la tercera fase, en la que por dos días se realiza una asamblea con la comunidad, para que los adultos compartan sus saberes.

“En esta fase, la comunidad decide qué palabras son más relevantes para incluirlas en el diccionario audiovisual”, comentan las fundadoras de La Combi-Arte Rodante.

Cuando se cumple este paso, comienza la realización de las cápsulas audiovisuales. En esta cuarta fase, se desarrolla cinco días de talleres, donde se les enseña a los niños, adolescentes y profesores géneros y técnicas audiovisuales, como animación mediante stop motion, entre otras.

“Todos participan en el proceso de la lluvia de ideas y de la elaboración del guion y storyboard. Para empezar con la producción de las cápsulas, se dividen en dos grupos: los que graban y los que se encargan de crear los dibujos para las animaciones”, explican Martín y Castillo.

Con estos pasos se va formando un video final que refleja un trabajo completo, que abarca la traducción de la palabra, su pronunciación en el idioma originario, el contexto cultural y la importancia de ese vocablo para la comunidad.

Paralelo a ello, se desarrolla la quinta fase que, está enfocada a la formación de líderes comunitarios. En esta etapa, los miembros de la asociación de arte capacitan a 10 docentes en técnicas audiovisuales para que puedan replicar estas actividades con las siguientes generaciones de estudiantes.

Tras realizar las cinco fases, se inicia la difusión, que tiene como objetivo compartir, socializar y dar a conocer las obras audiovisuales. La Combi-Arte Rodante distribuye el producto cultural en festivales, en muestras de cine locales, nacionales e internacionales, así como indígenas.

Los niños y adolescentes empiezan a sentirse empoderados y afortunados de hablar una lengua originaria 

Foto: La Combi-Arte Rodante

Proyecto de orgullo nacional

El proyecto es bien recibido en las zonas rurales, porque busca revertir la pérdida de las lenguas originarias con la llegada de las nuevas generaciones, asimismo, ayuda a cerrar brechas digitales mediante la incorporación del uso de las nuevas tecnologías en la vida diaria de los pobladores.

«Los jóvenes usualmente van a las grandes ciudades a estudiar y para evitar una serie de prejuicios deciden no hablar su idioma original. Este tipo de decisiones provoca que las lenguas se debiliten hasta que desaparecen”, alertan las integrantes de La Combi-Arte Rodante.

Para cambiar ese escenario, el proyecto busca que los niños y adolescentes de las comunidades indígenas se sientan afortunados de hablar en varias lenguas originarias.  

“Queremos que se den cuenta del privilegio que tienen. Aspiramos a que crezcan con un sentimiento de orgullo, porque los conocimientos que poseen no los tienen todos los niños y adolescentes del resto del planeta”, declaran las creadoras del proyecto.

Carolina y Teresa revelan que ha sido una trayectoria de largo aprendizaje. Se sienten muy admiradas de cómo los talleres del proyecto han ayudado a los participantes a cambiar la valoración de su lengua originaria.

Con mucho entusiasmo, ambas recuerdan la historia de una niña que al principio le daba vergüenza hablar en su lengua; sin embargo, el último día de grabación dijo: voy a hablar en mi lengua, porque estoy muy orgullosa de ella.

Las gestoras del proyecto destacan que es muy interesante ver cómo los niños y adolescentes tienen su propia forma de contar historias sobre su comunidad. Afirman que es muy importante escuchar esas pequeñas voces, porque tienen mucho que decir y, sobre todo, porque son el futuro del país.

El proyecto ha ayudado a los participantes a cambiar la valoración de su lengua  

Foto: La Combi-Arte Rodante 

Una pandemia no detiene al arte

Con la llegada de la pandemia, también llegó la preocupación debido a que los espacios de intervención del proyecto se encuentran en zonas altamente vulnerables. Esto significa que va a pasar un largo tiempo para que las actividades se vuelvan a hacer de forma presencial.

Frente a este complicado escenario, La Combi-Arte Rodante decidió migrar a espacios digitales para continuar con su gran labor. Durante sus talleres virtuales nació el cortometraje “Detrás de la ventana”, que está próximo a estrenarse.

La asociación de arte se encuentra coordinando con federaciones indígenas para desarrollar talleres de formación de profesores bilingües. Con estas capacitaciones se busca fortalecer el idioma y la identidad cultural a través de las técnicas audiovisuales.

El proyecto ha dado el gran paso a la pantalla de señal abierta. Ahora las cápsulas audiovisuales son trasmitidas los sábados a las 10 a. m. en el Canal IPe. También en el sitio web de La Combi-Arte Rodante se puede encontrar todos los videos.

“Estamos muy felices, porque es una manera excelente de llegar hasta el rinconcito más lejano del país”, declaran Carolina y Teresa. Ambas fundadoras de la asociación consideran que este logro ayudará que los niños, los adolescentes y los adultos puedan reflexionar y conocer otras realidades, porque existe una enorme diversidad cultural.

El proyecto Diccionarios Audiovisuales Comunitarios han sido reconocido y premiado por el Ministerio de Cultura y por el programa IberCultura Viva. La asociación La Combi-Arte Rodante está conformado por ocho profesionales que no tienen miedo de cambiar el mundo para convertirlo en uno más justo donde la diversidad cultural es el motor principal del desarrollo sostenible de las comunidades.

Para ver todas las cápsulas del proyecto puedes ingresar al siguiente enlace:

Publicado originalmente en Servindi

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