Indígenas, campesinos, trabajadores y estudiantes se movilizaron el martes 26 de octubre en diversas partes de Ecuador para exigir la reducción en el precio de los combustibles.
La jornada efectuó bloqueos de rutas y movilizaciones pacíficas que desafiaron el estado de excepción por 60 días en materia de seguridad impuesto por el gobierno de Guillermo Lasso.
En la protesta más importante desde que Lasso asumiera el gobierno indígenas y campesinos se movilizaron en Guayas, Cotopaxi, Latacunga, Imbabura y otras provincias durante la mañana.
Por la tarde, la capital Quito, fue escenario de movilizaciones de organizaciones sociales de trabajadores y trabajadoras, estudiantes y mujeres.
En la noche se registraron enfrentamientos con la Policía y varios jóvenes detenidos. El vocero presidencial confirmó la detención de 18 personas.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) aportaron los grupos más numerosos que marcharon en todo el país.
De igual modo fue importante la participación de la Unión Nacional de Educadores (UNE) y la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), entre decenas de organizaciones sociales.
Las protestas se desarrollaron principalmente de manera pacífica, en medio de fuerte movilización policial.
Si bien el presidente Guillermo Lasso dictó una medida para congelar el precio de los combustibles en la misma norma dispuso un aumento, lo que empujó de manera unánime a la protesta.
A ello se agrega el estado de excepción que faculta a los militares a enfrentar, junto a la policía, la ola de criminalidad.
El vocero oficial del Gobierno, Carlos Jijón, remarcó que «las actividades laborales del país» se desarrollaron «con relativa tranquilidad» por el trabajo de la Fuerza Pública que impidió el cierre de rutas.
La Conaie denunció «represión policial y militar» en Cotopaxi e Imbabura y su titular, Leonidas Iza -que estuvo en Saquisilí- reportó siete manifestantes detenidos en Guayas, uno en Sucumbíos y uno en Cotopaxi.
«Aquí estamos para reclamar derechos, no somos enemigos internos para que nos declare la guerra; escuche, presidente: todos estamos viviendo esta pobreza, incluidas las arcas fiscales» dijo Iza.
“Pero no podemos sacar el dinero de la gente más pobre sino congelar (los combustibles) a los precios planteados e ir a una discusión más integral sobre la política de focalización», advirtió Iza.
«Los sectores pudientes deberían ser quienes paguen combustibles sin subsidios y no salir a insultar a los manifestantes», agregó el dirigente, según el diario El Comercio.
Cabe destacar que los pueblos originarios ya dieron en 2019 muestras de su capacidad de movilización, cuando encabezaron la lucha contra la eliminación de subsidios a los combustibles.
«La paralización representa pérdidas económicas para los pequeños negocios, que son el sustento de miles de familias y hogares ecuatorianos. Dile #NoAlParo, por la reactivación y la prosperidad del país entero», escribió Lasso en Twitter.
En otro mensaje, destacó: «La reactivación ya está en marcha. Los ecuatorianos buscan salir adelante, vivir en paz y crecer en un país de oportunidades, sin paralizaciones».
Publicado originamente en Servindi