Foto: Luis Pablo Hernández Espino
Ciudad de México | Desinformémonos. Integrantes de unas 300 familias separadas por las deportaciones en Estados Unidos se reunieron por alrededor de cuatro minutos en el cauce del río Bravo en el marco del evento Abrazos, No Muros, organizado por activistas y defensores de los migrantes de Border Network for Human Rights.
El reencuentro de los familiares estuvo bajo la vigilancia de elementos de la patrulla fronteriza, quienes tomaban los datos personales con el apoyo de la policía federal mexicana para permitirles el paso a los migrantes.
Desde la madrugada los familiares ya habían iniciado a congregarse en el río bajo la observación de varios elementos de la patrulla fronteriza estadounidense, quienes además grababan a los que salían de Estados Unidos para que no entrara ninguna persona de manera ilegal.
Del lado estadounidense, las principales ciudades de dónde venían los mexicanos eran El Paso, Antony, Denver, Houston, Dallas, Las Cruces, entre otras, mientras que por parte del lado nacional fueron familias de Ciudad Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Ciudad de México, el estado de México y Veracruz.
El director ejecutivo de Border Network for Human Rights, Fernando García, explicó que en el evento participan más de 250 personas de ambos lados de la frontera y que por cuatro años ha reunido por unos momentos a los integrantes de las familias que fueron separadas al momento de la deportación de uno de sus integrantes.
A partir de las 9 horas del 24 de junio grupos de 15 familias llegaban al punto de encuentro en el río para reunirse con sus hijos, hermanos y parejas, que ya los esperaban.
El evento se llevó a cabo en las inmediaciones del Puente Negro, ubicado en el bulevar Bernardo Norzagaray.
Para acceder al Fotoreportaje, click aquí