Centenares de personas fueron reprimidas este domingo con gases lacrimógenos y cañones de agua por la policía, durante una protesta que exigió el fin de los toques de queda impuestos en el sureste de Turquía, donde las fuerzas armadas intensificaron sus operaciones contra los rebeldes kurdos.
Los manifestantes y turistas que participaron en la movilización utilizaron limones y sodas para neutralizar el efecto del gas, mientras que helicópteros sobrevolaban el área y la policía persiguió y arrestó a varios inconformes.
En Diyarbakir, capital simbólica de la patria kurda en el país, se reportaron varios choques entre el ala juvenil del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y elementos de la policía del distrito sur. Igualmente se registraron disturbios en Cizre, Nusaybin y Silopi.
Las acciones militares se han intensificado en las ciudades kurdas, sobretodo en Silopi y Cizre, donde ambas están bajo un toque de queda desde el 14 de diciembre. Además, alrededor de 10 mil soldados con tanques han sido desplegados en el lugar.
Policía asesina a 54 milicianos del PKK
Las fuerzas de seguridad turcas asesinaron, tras tres días de enfrentamientos registrados en Silopi y Cizre, a 54 milicianos del PKK.
Con información de agencias