Sao Paulo, 7 de noviembre. Unos 50 detenidos y el decomiso de 16 armas, municiones y drogas es el saldo parcial de un operativo lanzado la semana pasada por la policía en la mayor favela de Sao Paulo, ciudad afectada por una ola de violencia, informaron autoridades este miércoles.
La policía militar informó que 36 personas fueron detenidas en flagrancia, seis adolescentes fueron arrestados y 11 forajidos recapturados durante la Operación Saturación realizada en la comunidad de Paraisópolis, señaló una nota de la secretaría de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo.
Además de las detenciones, la policía encontró 16 armas ilegales, una granada, 351 municiones de distinto calibre, 37 kilos 800 gramos de cocaína, 339 kilos 700 gramos de mariguana, 483 gramos de crack y 50 unidades de drogas sintéticas, detalló el reporte.
La policía brasileña lanzó el 29 de octubre la Operación Saturación dentro y alrededor de la favela de Paraisópolis, en el sur de la ciudad, destinada a «asfixiar el creciente tráfico de drogas» y reducir el número de robos y asaltos, de acuerdo con la autoridad estatal de seguridad.
Para llevar a cabo esta operación, que se extenderá por un periodo aún no determinado, se desplegaron unos 600 integrantes del batallón de choque de la policía militar fuertemente armados.
Sao Paulo, la capital económica de Brasil con más de 20 millones de personas en su área metropolitana, ha padecido en las últimas semanas una ola de asesinatos, sobre todo de policías.
En septiembre, la cifra de homicidios en Sao Paulo se elevó a 144, contra 71 en el mismo mes del año pasado. Una treintena de personas han muerto en los últimos días y, además, un total de 98 policías han sido ejecutados en el estado paulista este año, la mayoría en emboscadas y fuera del horario de trabajo.
La ola de homicidios ha sido ligada al grupo criminal conocido como Primer Comando de la Capital (PCC), una banda creada en 1993 por ocho prisioneros de la cárcel de máxima seguridad de Taubaté, cercana a Sao Paulo.
Este miércoles la prensa local reporta seis asesinatos, incluido uno de un guardia civil, un día después de que las autoridades locales anunciaron un plan conjunto con el gobierno federal para intentar frenar esta ola de violencia.