La guerra en Ucrania se ha prolongado y la más afectada resulta ser la sociedad civil, señala la profesora y experta en Relaciones Internacionales de la UNAM, Talya Iscan.
De acuerdo con la académica, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales “se sabía que ésta no sería una guerra rápida, y aunque tampoco se preveía que durara tanto, no podemos decir que se haya estancado definitivamente… Desde el inicio indicamos que habría posibilidades de diálogo, aunque se trate de un proceso lento”.
La lucha armada entre Ucrania y Rusia estalló el 24 de febrero de 2022, aunque los orígenes se remontan a 2014. Es el mayor conflicto armado en territorio europeo desde la pugna en la entonces Yugoslavia en 1991. Además que ha causado la mayor crisis de refugiados en ese continente desde la Segunda Guerra Mundial.
Iscan comenta que “Europa está siendo bastante afectada, de hecho, la Unión Europea acaba de acordar disminuir el consumo de gas ruso en un 15 por ciento para reducir su dependencia; sin embargo, esta medida afectará a la población civil”. La experta manifestó que los habitantes de las naciones que se enfrascan en una guerra son las que más sufren… Luego, se afecta a los países vecinos los cuales tendrán que enfrentar una crisis migratoria, y en la cual ni políticos u oligarcas se ven perjudicados.
“Actualmente –indica Iscan– estamos hablando de 4.7 millones de refugiados ucranianos, particularmente en Europa (la mayoría se ha ido a naciones vecinas al oeste de Ucrania como Polonia, Hungría, Rumania, Eslovaquia y Moldavia) y ese número aumentará porque es una consecuencia orgánica de la guerra, la cual no únicamente amenazó a la seguridad tradicional y territorial, sino también la humana.”
Impacto alimentario
La académica añade que esta guerra tiene un gran impacto también a nivel de crisis alimentaria. Se tuvo un gran avance para combatirla el pasado 13 de julio cuando empezaron las negociaciones en Estambul para liberar la exportación de los cereales ucranianos. “Aquí se involucraron nuevos actores, como Turquía, que con su liderazgo de mediador, junto a la ONU, apoyó mucho para que el 22 de julio se firmara el primer acuerdo respecto a esta crisis alimentaria… Con este acuerdo esperamos que se pare esta crisis alimentaria”, explica Iscan.
Según medios internacionales, las autoridades turcas prevén que el primer cargamento de granos ucranianos zarpe del mar Negro “en los próximos días”, luego del acuerdo alcanzado por Rusia y Ucrania, el cual es una esperanza para que se firme la paz entre ambos países.
En cuanto al bloqueo al gas ruso, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov señaló que su nación está exportando todo el gas que le es posible hacia Europa, pero que las sanciones “impuestas por occidente” han causado una disminución en el suministro.
Más armas cada día
A cinco meses del comienzo de las hostilidades, los ataques rusos y ucranianos siguen. “Rusia particularmente está reforzando su posición al sur de Ucrania, se encuentra en las regiones de Jersón y Zaporiyia. Era bastante difícil anticipar esto, esa contraofensiva. No obstante, Ucrania también ha estado contestando de alguna manera, aunque sea una guerra injusta.
“También es cierto que en esta guerra vemos más armas cada día, porque las potencias occidentales son quienes más están mandando… Se trata de un negocio y, al final de cuentas, en cada guerra siempre hay una potencia que está lucrando por medio de la exportación de armamento. Ucrania sigue pidiendo para su defensa día a día”, comenta la especialista.
Ayer 27 de julio, según agencias rusas, Ucrania atacó un puente en la zona estratégica de Jersón. Las autoridades rusas anunciaron el cierre del único puente que cruzaba el río Dniéper. Los misiles que se utilizaron para este ataque fueron proporcionados por Estados Unidos al gobierno de Kiev.
Publicado originalmente en Gaceta UNAM