El dirigente campesino paraguayo, Rubén Villalba, cumple hoy siete días sin ingerir alimentos tras retomar la huelga de hambre que mantuvo durante 58 días ante la incumplida decisión judicial de enviarlo a prisión domiciliaria.
La información fue confirmada por el director del penal de Tacumbú, Artemio Vera, lugar al cual fue remitido nuevamente Villalba bajo el alegato de que permanece vigente otro proceso contra él por participar en una movilización de campesinos sin tierras en el año 2006.
Su remisión nuevamente a la cárcel fue tomada por un Juzgado de Garantías, el cual rechazó la apelación presentada por su abogado defensor quien planteó la prescripción de esa causa y el ensañamiento con quien ya llevaba casi dos años encarcelado sin juicio.
Ante el peligro que corre la vida de Villalba con una salud deteriorada por la anterior huelga de hambre se reanudaron las movilizaciones populares a su favor y recibió la visita en la cárcel de Valentín Pacho, dirigente de la Federación Sindical Mundial.
Villalba es el único campesino aún en prisión por el sangriento desalojo ocurrido en Curuguaty, en junio del 2012, el cual culminó con la muerte de 11 labriegos y seis policías y fue utilizado como argumento para la destitución del presidente constitucional, Fernando Lugo.