Las organizaciones campesinas integrantes de La Vía Campesina en Paraguay emitieron un pronunciamiento en el que denuncian los graves efectos generados por el modelo de agronegocios. Al mismo tiempo las organizaciones hicieron un llamado a la unidad y el apoyo en las luchas por la soberanía alimentaria y la defensa del territorio.
«El modelo de producción dominante, promovido tanto por los Estados como por las multinacionales y el sector privado, sigue desatando crisis globales que se expresan en particular en la violencia de los eventos climáticos, la crisis del hambre, los amplios grupos humanos sin goce de derechos, la violencia de las crisis financieras, el crecimiento de las ideologías racistas, tradicionalistas y antidemocráticas, y, fundamentalmente, la muerte paulatina de recursos de la biodiversidad, de los grupos que la defienden y protegen, y en general los ataques a todas las personas que pretenden defender el derecho a una vida digna» señala el pronunciamiento firmado por las organizaciones campesinas.
Más de 50 dirigentes de las principales organizaciones campesinas del país participaron ayer del Seminario Internacional «Frente a las Crisis Globales construimos soberanía alimentaria», impulsado por la Vía Campesina y BASE Investigaciones Sociales. Durante el espacio, dirigentes campesinos, referentes regionales, además de referentes científicos, presentaron datos e informaciones respecto al aumento del uso masivo de agrotóxicos, el acaparamiento de la tierra, el avance de los transgénicos y la violencia contra las comunidades indígenas y campesinas.
Ante este escenario el campesinado exige al Estado «una política estructural de apoyo masivo a la agricultura campesina e indígena agroecológica, paralelamente a políticas que permitan el acceso económico y territorial de toda la población a los alimentos sanos». Señalan además que deben promoverse políticas de defensa y protección de las semillas criollas y nativas, así como la implementación del seguro agrícola para la agricultura campesina e indígena.
El campesinado reclama también el cumplimiento de las leyes ambientales en todo el territorio paraguayo, y la difusión y el impulso de estudios científicos independientes sobre el impacto de los agrotóxicos en las ciudades y el campo.
En el marco de una política de soberanía alimentaria, las organizaciones reclaman «el reconocimiento del valor del trabajo campesino a través de la habilitación de mercados campesinos y vías de comercialización que garanticen, por un lado, la salida al mercado de la producción campesina, y, por otro lado, el acceso a alimentos saludables por parte de la población. En particular, la habilitación y acompañamiento de las compras públicas a la agricultura familiar en el marco de la alimentación escolar, las ollas populares y otros mercados públicos».
Finalmente las y los campesinos reclaman el cumplimiento del mandato constitucional de la Reforma Agraria integral con participación protagónica de los sujetos a través de sus organizaciones y hacen un llamado a todos los sectores populares, para seguir con el apoyo a las luchas por la vida y la soberanía alimentaria y en defensa de la agricultura campesina e indígena.
Publicado originalmente en BASE-IS