Ciudad de México | Desinformémonos. Con risas al balancearse por los columpios y gritos al montar los carruseles, los niños en Alepo protagonizaron el primer día de tregua en Siria al andar sin temor por la ciudad, aunque la población en general continúa con hambre.
Por otra parte, en un escenario trágico los jóvenes juegan fútbol bajo un puente destruido, aún precavidos de ver pasar aviones dispuestos a bombardear la zona. Sin embargo, la distribución de ayuda humanitaria que se acordó en la tregua tampoco llegó a las localidades sitiadas.
«La detención de los bombardeos está bien, pero no es suficiente. Queremos la llegada de alimentos», indicó Abu Jamil, en el barrio de Ansari. «La situación es mala, puesto que los mercados están vacíos», añadió.
La falta de provisiones mantiene a la mayoría de los zocos cerrados, y aquéllos que pueden vender sólo ofrecen unas cuantas berenjenas, calabacines u otras hortalizas.
Hasta el momento, por lo menos 250 mil personas carecen de todo en Alepo y otros lugares sitiados, donde la ayuda humanitaria prevista para este lunes no llegó.
“Veinte horas después (de la entrada en vigor del acuerdo), aún no hemos recibido nada”, lamentó Mohamad Hashisho, en el barrio de Kallassé.
De acuerdo con Naciones Unidas, en las primeras distribuciones previstas se brindará ayuda alimenticia al este de Alepo, que no ha recibido ayuda de la organización desde julio. En tanto, la ciudad de Duma carece más de material médico.
«Esperamos que nuestros depósitos se llenen de medicamentos», indicó Yaser al Shami, director de un hospital de la ciudad.
En la parte que el gobierno controla en Alepo, la gente afirma que está contenta al ya no escuchar los gritos de los heridos en el hospital ni las señales de nuevos pacientes en urgencias.
Ahmad Abdel Moti, conserje de un hospital, se alegró de «no haber escuchado ni una sola sirena de ambulancia».
«Por primera vez no he tenido que anotar números de heridos o de muertos», concluyó.
Con información de agencias