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Movimiento Estudiantil dejó cicatrices, para bien y para mal: académica en la IBERO

Cristoper Enríquez

El Departamento de Ciencias Sociales y Políticas, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, organizó la presentación de la edición de septiembre de la Revista Zócalo, ‘1968, la complicidad de los medios’, dedicado al Movimiento del 68, que en los próximos días celebrará su 50 aniversario.

El ejemplar número 223 de la publicación cuenta con un paquete de textos de análisis, escritos por periodistas reconocidos como Jenaro Villamil, Víctor Roura, Humberto Musacchio, entre otros, que detallan cómo se desempeñaron los periódicos, por qué lo hicieron así y cómo informaron lo sucedido durante y después del 2 de octubre de 1968.

En el evento, estuvieron presentes la Dra. Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO; Carlos Padilla, director general de la Revista Zócalo; Tanius Karam, investigador y académico mexicano, y José Reveles, periodista que ha trabajado para Excélsior y Proceso.

Padilla Ríos explicó que el objetivo de este número es para “recuperar la memoria. Estos hechos no pueden volver a ocurrir y también hay un reclamo de justicia de muchas víctimas”. Mientras que Acuña Murillo afirmó que “el Movimiento Estudiantil del 68 dejó cicatrices, para bien y para mal”.

En su intervención, Tanius Karam afirmó que la prensa sí dio cuenta del Movimiento del 68, pero lo hicieron de una manera sesgada y con altibajos. Aclaró, “el gran actor visual de la prensa fue el Ejército. La mayoría de los periódicos utilizó la palabra campo de batalla en sus titulares. No fue un campo de batalla, fue una emboscada por parte de la Presidencia contra el Ejército y contra los estudiantes”.

Por su parte, José Reveles aseguró que a 50 años del Movimiento aún no se tiene la información exacta del número de muertos y que el gobierno les tendió una trampa a los estudiantes porque sabían que iban a aprehender a miles.

“Nadie sabe el número de muertos. The Guardian dice que fueron 300, misma cifra que manejó la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Ahora sabemos que desocuparon crujías de dos cárceles, Lecumberri y Santa Martha Acatitla, para meter a los estudiantes que iban a llegar al día siguiente. Fueron más de dos mil estudiantes capturados”, reveló el periodista.

A la presentación también asistieron el Dr. Enrique Gutiérrez, director del Departamento del Ciencias Sociales y Políticas, y la Dra. Teresa Márquez, coordinadora de Servicio Departamental de Ciencias Sociales y Políticas.

 

Este material se comparte con autorización de la IBERO

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