Es el noveno año consecutivo que los cordobeses se congregar para celebrar “La Marcha de la Gorra” y el calificativo celebratorio le cabe plenamente, aunque se trate de una lucha antirrepresiva.
La clave es que desde el comienzo ha sido una marcha colorida y jovial, protagonizada mayormente por jóvenes, que se concentran en dos reclamos: la derogación del Código de Faltas vigente en la provincia de Córdoba desde el 2005 y por el fin de las detenciones arbitrarias, que se dispararon una vez que este código entró en vigencia.
Ambas prácticas policiales van de la mano. El Código de Faltas sanciona todo un manojo de “conductas” ampliando delitos, que además le da la potestad a la policía de la provincia, que es quien fiscaliza y define si se está cometiendo una fracción, momento en el que se producen decenas de detenciones arbitrarias.
En 2007, a dos años de su aplicación, la policía cordobesa hizo un promedio de 41 detenciones por día. En 2011 ya habían trepado a más de 200. Los datos son estimados porque no existe un registro oficial público que lo certifique. Esta fue una de las cosas reclamadas en la marcha, para visibilizar el fenómeno.
«Nos convocan los linchamientos, las razzias, la muerte de lxs pibxs, las desapariciones, el accionar corrupto de la Policía y la Justicia. Nos cansamos de que nos prohíban llegar al centro, de que nos discriminen por el trabajo que elegimos. No soportamos las declaraciones del gobernador de Córdoba que continúa criminalizando nuestros reclamos, ante el maldito Código de Faltas. Nos organizamos», anunciaron en el comunicado el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos, organizadores de la iniciativa.
“Exigimos que respeten nuestras culturas, nuestros cuerpos, trabajos, tierras, decisiones, nuestros medios y estrategias”.
Además de exigir lo ya mencionado, La Marcha de la Gorra incluyó en sus reclamos “la aparición con vida de Yamila Cuello”, desaparecida en Córdoba en 2009 cuando tenía 21 años, justicia por los asesinatos de Laura Moyano y Diana Sacayán, dos chicas trans asesinadas este año, la segunda una luchadora por los derechos de esta comunidad, así como el cese del hostigamiento y criminalización de “las luchas sociales”, “de las trabajadoras sexuales autónomas y personas en situación de prostitución”, así como a los usuarios de marihuana, ya sea por tenencia, consumo o cultivo de la flor del cannabis.
Foto: Ecos Córdoba
Video de la convocatoria: