Migrantes, historia de la tragedia humana

UAM

La historia de la tragedia humana que desde 1990 ha arrojado al Mediterráneo y al Océano Atlántico a miles de personas provenientes de África ha quedado captada por Isabel Ramos-Flota, cuya obra plástica plasma una parte de las vivencias de cientos de hombres y mujeres en su intento por llegar a lo que vislumbran como la tierra prometida.
 
Migrantes –que hasta el próximo 12 de agosto permanecerá en la Galería del puente de cristal de la Biblioteca Dr. Miguel León-Portilla de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana– “está basada en uno de tantos relatos de inmigrantes que acontecen a diario, pero éste me enjutó el alma por el tremendo drama y las declaraciones de las autoridades de Italia”, refiere la también economista.
 
Esta propuesta artística narra un episodio ocurrido en octubre de 2013 en un barco en Lampedusa, una de las islas Pelagias situadas en el sur de Italia, donde gente proveniente de Eritrea, Somalia y otros países de ese continente huía de la pobreza y la guerra.
 
La investigadora indica que “lograron sobrevivir caminando a través del desierto de Libia y llegaron al puerto de Misrata en diversos transportes; viajaron durante tres días hasta la mañana del jueves 3 de octubre, cuando a sólo media milla de alcanzar la isla quedaron varados; tratando de pedir auxilio quemaron una manta, pero el fuego se extendió consumiendo todo el barco y con él, a muchos de ellos”.
 
Con ese telón de fondo, las pinturas dispuestas en la Galería de la Unidad de la UAM presentan a varones, mujeres, niñas y niños en su andar o apilados en el interior de balsas que flotan en el inmenso mar.
 
El collage en técnica mixta Patera 3 retrata rostros difusos y anónimos de decenas de migrantes en una embarcación, con apenas algunas pertenencias, atravesando una de las rutas más peligrosas en todo el mundo.
 
Matices azules alude al nombre de ese tipo de barcas, hechas en general de madera, sin cubierta, utilizadas para pescar en aguas poco profundas o cruzar el estrecho de Gibraltar hasta las costas europeas.
 
En Balsa de juguete –escultura en técnica de bronce a la cera perdida– Ramos-Flota ofrece una vista cenital a un precario bote neumático con el que los viajeros deben hacer frente, no sólo a las inclemencias climáticas, el hambre y la deshidratación, sino a las sanciones establecidas por la Comunidad Europea contra los migrantes.
 
En el desenlace de tan terrible historia, todos los rescatados con vida fueron detenidos, penalizados por delitos de inmigración clandestina, trasladados a centros de detención, multados hasta con cinco mil euros y finalmente deportados.
 
“En los siguientes días, con las mujeres, varones y niños muertos que lograron ser recuperados se hizo una gran línea de ataúdes sin identificación, numerados del uno al 387. Frente a ellos, las autoridades de la isla anunciaron: los muertos pueden quedarse, se les ha otorgado la nacionalidad europea”.
 
La muestra es parte del programa Migración: miradas y encuentros interdisciplinarios, organizado por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de esa sede académica que incluyó conferencias, proyección de documentales y conversatorios sobre el fenómeno de los desplazamientos humanos.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de méxico  

Dejar una Respuesta