México: Wal Mart intenta apagar el escándalo de los sobornos (La Jornada, 19 de diciembre)

La Jornada

Teotihuacán, Méx., 18 de diciembre. Investigadores, académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y activistas exigieron una investigación sobre la instalación, en 2004, de una tienda de la cadena Wal-Mart en el perímetro C de protección de la zona arqueológica de Teotihuacán, ante las revelaciones de que la empresa pagó sobornos para construir ahí, según reveló el diario estadunidense The New York Times (NYT).

Afirmaron que hay elementos suficientes para reabrir el caso y actuar contra los funcionarios tanto del INAH como de los gobiernos estatal y municipal por el otorgamiento de permisos irregulares y por la destrucción de vestigios arqueológicos.

Para la construcción de la tienda Aurrerá en el perímetro C, la cadena mayorista obtuvo todos los permisos en sólo seis meses.

Felipe Ignacio Echenique March, secretario general del Sindicato de Académicos del INAH; Sergio Gómez, arqueólogo de Teotihuacán, y Emma Ortega, representante del Frente Cívico Teotihuacano, afirmaron que lo revelado por el NYT comprueba lo que ellos denunciaron en su oportunidad: las irregularidades sobre la instalación de la tienda.

En julio de 2004, Wal-Mart inició la construcción en un predio ubicado en Cruz de la Misión, en el barrio de La Purificación, que forma parte del polígono C del área de protección de la zona arqueológica donde, según decreto del 30 de agosto de 1988, se permite la construcción de edificaciones que no atenten contra la preservación e integridad de los monumentos arqueológicos.

La trasnacional logró que le otorgaran los permisos de factibilidad de uso de suelo (DPUR/106/ 2004), dictamen de protección civil (SGG/SSGG/SSSP/DGPC /02395/2004), licencia de obra del INAH (401/725/2/103P/04) y del ayuntamiento, licencia estatal de uso de suelo (089/050/2004), dictamen y constancias de servicios públicos (DU/CS/05/06/2004), ecológicos (212003/RESOL/356/ 04) y de vialidad (21111/A000/  10160/2004).

Echenique March, uno de los investigadores que presentaron la demanda penal TEX/061/ 2004-11 ante la Procuraduría General de la República, recordó que cuando interpusieron la acusación las autoridades comenzaron a modificar todo y la denuncia quedó en el olvido y se exoneró a funcionarios.

Exigió que ahora nos digan los nombres de a quiénes les dieron los cheques y que se finquen responsabilidades penales contra todos los involucrados.

Sergio Gómez sostuvo que en su momento, mediante un documento, acusó que le habían mostrado un cheque a nombre del esposo de una investigadora de Teotihuacán y pidió a Luciano Cedillo, ex director del INAH, que investigara el presunto caso de corrupción. Nunca me dieron una contestación directa, pero me dijeron que no había elementos suficientes que reforzaran mi denuncia; incluso firmó la respuesta Pedro Francisco Sánchez Nava, actual presidente del Consejo de Arqueología. Sería bueno que él responda por qué no realizó una investigación a fondo.

Emma Ortega afirmó que aún cuando el daño está hecho, es indispensable que se investigue y se deslinden responsabilidades.

Nueva York, 18 de diciembre. Wal-Mart, sacudido por un amplio reportaje de investigación que revela y documenta las prácticas corruptas de esa empresa en México, se limitó a declarar que continúa con su investigación interna sobre los sucesos, pero no mencionó lo más delicado de este escándalo: ¿quién sabía y cuánto?

Las decisiones en la sede mundial de Wal-Mart en Arkansas, de no alertar a las autoridades de ambos países ni investigar a fondo el uso de sobornos multimillonarios al ser informados de esto a partir de 2005, fueron aparentemente adoptadas cuando las operaciones internacionales de la empresa estaban bajo el mando de Michael Duke, quien hoy es el presidente y ejecutivo en jefe de la empresa comercial más grande del mundo.

Duke ocupa el número 17 en la lista de Forbes de las personas más poderosas del mundo. Hoy es el máximo ejecutivo de una empresa con ventas proyectadas en más de 470 mil millones de dólares este año, para la cual trabajan 2.2 millones de empleados en sus 10 mil 400 tiendas, ubicadas en 27 países, que dan atención a más de 200 millones de clientes semanalmente.

El reportaje de The New York Times (NYT) revela –con una documentación masiva y devastadora– que la empresa pagó sobornos multimillonarios para abrir por lo menos 19 tiendas en México, incluyendo la de la zona arqueológica de Teotihuacán, y empieza a tener impacto en Estados Unidos, donde la imagen de la empresa superpoderosa se ha dañado en tiempos recientes.

Wal-Mart está bajo investigación del Departamento de Justicia, la Comisión de Valores y por legisladores federales en Estados Unidos acerca del uso de sobornos en México.

En noviembre, la compañía fue obligada a informar que sus investigaciones internas sobre prácticas de corrupción se extendieron a sus operaciones en China, India y Brasil.

Esta práctica viola la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, la cual prohíbe el pago de sobornos a funcionarios y oficiales de otros países por parte de entidades estadunidenses, incluyendo empresas.

No hay empresa ni ejecutivo estadunidense que no esté consciente de esta ley.

Las investigaciones de las autoridades y de la propia empresa fueron detonadas por la primera parte de la investigación del NYT, publicada en abril de este año. Con estas nuevas y más detalladas revelaciones del rotativo, basadas en decenas de miles de documentos y cientos de horas de entrevistas, se espera que las investigaciones oficiales en curso se intensifiquen con implicaciones legales graves para la cúpula ejecutiva de la empresa.

El primer reportaje del NYT, publicado en abril, reveló por primera vez el uso repetido de sobornos por parte de Wal-Mart México (Walmex) y aparentemente autorizados desde altos niveles de la empresa.

También se reportó que la sede mundial de Wal-Mart inició una investigación interna de sus operaciones en México en 1995, después que un ex abogado de Walmex reveló que se habían pagado cientos de sobornos, pero ésta fue frenada por la matriz.

La empresa no reveló los alegatos sobre estas prácticas a las autoridades en Estados Unidos o México en esas fechas, ni procedió con su propia investigación interna, reportó el Times.

Fue justo en esos años cuando se frenó la investigación en que Duke, ahora presidente y ejecutivo en jefe, era el encargado de las operaciones internacionales de la empresa.

La noche del lunes, Wal-Mart emitió una declaración por conducto de su vocero, David Tovar, quien señaló que los hechos citados en el reportaje del NYT sucedieron en 2003 y 2004, acerca de la construcción de la tienda de Wal-Mart en Teotihuacán, y que éstos han sido parte de la investigación en curso de la empresa acerca de violaciones potenciales de la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero que iniciamos hace más de un año.

Tovar agregó que continuamos cooperando con el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores en este asunto y que la investigación continúa. Desearíamos poder decir más, pero no pondremos en jaque la integridad de la investigación.

La empresa reiteró su compromiso con el programa anticorrupción y afirmó que durante los 20 meses recientes ha adoptado pasos significativos para mejorar sus programas anticorrupción alrededor del mundo, para lo cual contrató a cientos de empleados que se dedican a esas tareas e invirtió más de 35 millones de dólares en nuevos procedimientos con este propósito.

Sin embargo, el reportaje del Times no se limita a la tienda de Teotihuacán, y la empresa no mencionó los otros 18 casos de sus tiendas en México cuyos permisos fueron obtenidos a cambio de sobornos que se documentan.

Otros daños

Duke envió una carta a los empleados de Wal-Mart acerca del reportaje que publicóThe New York Times esta semana, y reitera que la integridad es el fundamento de la empresa.

Pero Wal-Mart tiene cada vez más problemas en promover su imagen como defensora de la integridad y empresa que ayuda a la gente alrededor del mundo a ahorrar dinero y vivir mejor.

Por ejemplo, a la sombra del renovado debate sobre el control de armas por la matanza en Connecticut, se renueva la crítica de la ampliación de venta de armas y municiones por parte de Wal-Mart en este país.

Aún no se sabe dónde se compró el rifle Bushmaster AR-15 que utilizó Adam Lanza en la escuela primaria de Connecticut hace unos días, pero como reportó The Nation, esa arma está disponible en unas mil 700 tiendas de Wal-Mart en este país (ese modelo también ha sido utilizado en el mall en Oregon y en el cine en Aurora, Colorado, en otras dos matanzas en lugares públicos). La empresa bajó de su sitio de Internet este producto hace dos días.

Explotación laboral

Por otro lado, después de que un incendio en una maquiladora en Bangladesh causó la muerte a unos 112 trabajadores hace unas semanas, se reveló –aunque al principio Wal-Mart lo negó– que parte de la producción se destinaba a las tiendas de la empresa.

No es la primera vez que hay un escándalo sobre las condiciones de trabajo en la industria maquiladora global que fabrica los productos baratos que vende la empresa. Por otro lado, se ha intensificado la crítica pública contra Wal-Mart por la explotación de sus empleados aquí.

Ahora, con la revelación de más detalles sobre posibles prácticas corruptas, la empresa enfrenta un problema cada vez mayor de relaciones públicas, así como posibles consecuencias legales.

En tanto, Businessweek señala hoy que aunque la empresa afirma que los actos bajo sospecha ocurrieron en 2003 y 2004, lo que hace esto importante en la actualidad es quién estaba manejando las operaciones internacionales cuando estas alegaciones se presentaron ante los niveles altos de la administración empresarial: Mike Duke, el ahora ejecutivo en jefe. Agrega que “la pregunta crítica es por qué Duke –y el ex ejecutivo en jefe Lee Scott, quien ahora está en la junta directiva– no ordenaron una investigación independiente o alertaron a las autoridades cuando fueron informados de posibles sobornos en 2005”.

No lo hicieron hasta 2011, al enterarse de la investigación periodística de The New York Times.

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