El presidente de Ecuador ha declarado una emergencia nacional, al tiempo que se propagan en todo el país las protestas por su decisión de poner fin a los subsidios al diésel y la gasolina. Las medidas de austeridad impuestas por el presidente Lenín Moreno responden a una demanda clave formulada por el Fondo Monetario Internacional como parte del acuerdo de 4.200 millones de dólares convenido en febrero. El jueves, los manifestantes invadieron las calles de Quito y otras ciudades cuando el costo de la energía aumentó de manera dramática. La policía lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los manifestantes que establecieron barricadas. Uno de los manifestantes, Julio César, dijo que el presidente Moreno y otras élites deberían pagar para mantener los subsidios al combustible.
Julio César expresó: “Ellos deben pagar este paquetazo, esta crisis económica. El pueblo está sumido en la miseria. Y un pueblo con hambre es un pueblo guiado hacia la lucha”.
El jueves, las cooperativas de transporte público, taxis y camiones declararon una huelga a nivel nacional para protestar por los aumentos del precio del combustible, suspendiendo rutas de autobuses y el servicio de taxis, y cerrando carreteras en todo Ecuador.
Publicado originalmente en DemocracyNow!