La sublevación mapuche en Chile

Juan Trujillo Limones

Santiago, Chile, 20 de noviembre 2019. El sol caía a plomo en el corazón de esta rebelión popular que seguía quemando con bengalas, sudor, pintura ó gas de extintor la ya corroída estatua del general Baquedano y su caballo. La demanda era clara: la renuncia del gobierno central y la fundación de una Asamblea Constituyente. En un mensaje el líder mapuche Aucán Huilcamán, del Consejo de Todas las Tierras anunció que en la Araucanía instalarían un “gobierno paralelo”. Y es que existe una fuerte desconfianza por el acuerdo político entre la clase política y los plazos para la posible nueva Constitución.

En la rebautizada Plaza de la Dignidad (antes Italia), una estrella gigante de manta blanca de ocho puntas que representa al planeta venus y al pueblo indígena mapuche fue levantada entre las cuatro direcciones que conectan a esas emblemáticas calles del principal campo de las batallas campales entre los jóvenes de la “primera fila” y la policía carabinera. “El pueblo mapuche siempre ha estado ahí pero faltaba algo que nos diera más nehuen, la fuerza para salir a gritar con todo”, explica René Choikepan, indígena mapuche lafkenche de las tierras bajas del sur.

Fotos de indigenas mapuche, 14 de noviembre, Plaza de la Dignidad (Plaza Italia).

Se trató del primer aniversario -el pasado 14 de noviembre- del asesinato a mansalva del joven mapuche Camilo Catrillanca a manos de las Fuerzas Especiales y el comando Jungla de la policía militar en su comunidad Temocuicui en la Araucanía. Las familias mapuche y la gente movilizada a nivel nacional se reunieron -una vez más después de casi un mes- en las principales plazas públicas para exigir justicia y esclarecimiento del crimen. “Supuestamente estuvo involucrado en un atentado a un banco. Hubo una especie de montaje, después dicen que fue interceptado y trataron de hacernos pasar por tontos, trataron de meternos en una mentira”, afirma René, sin que su mano deje de ondear la bandera de su gente.

Ya desde la mañana, un grupo de mapuche había danzado en su rogativa (baile tradicional) para manifestar lo que consideran como un crimen de Estado. Horas después, llega la información sobre la movilización en la que 12 mil personas llegaba al centro de la sureña Temuco, ahí algunos asistentes tiraron la estatua del conquistador Pedro de Valdivia, aquel famoso militar español antes omnipotente en la sociedad chilena y que emprendiera la guerra del Arauco contra el pueblo mapuche en el siglo XVI.

La estatua Pedro de Valdivia en Temuco: Jazmín Cori

René es también trabajador asalariado que vive en una de los suburbios de la capital y ha salido con su hija a manifestarse en esta especial jornada. En una decena de ciudades chilenas, diferentes asociaciones, colectivos y coordinadoras mapuche como el parlamento mapuche de Koz Koz, la comunidad de San Miguel Coatricura ó la Asociación indígena Calaucán, se encuentran movilizadas desde el momento en que la revuelta social estalló ese 25 de octubre. “Puede ayudar a estar presente, pero hay quien está en las redes sociales y no se mojan el potito (el trasero). He venido varias veces. Siento esto con más fuerza, la lucha tiene que dar frutos”, aseveró.

El pasado día 14 los mapuche sublevados fueron visibilizados con mayor fuerza. Se trató del corto pero potente legado del jóven Catrillanca quien fue dirigente del movimiento estudiantil y miembro de la escuela de Pailahueque donde fue partícipe de actos de recuperación de tierras en la comunidad de Ercilla.

Y mientras el sol caía a plomo, llega la información de que otra estatua de Valdivia de la sureña Concepción había sido también derrocada de la Plaza Independencia. El movimiento indígena seguía arrancando cabezas de metal del mismo sello, del mismo militar. Esta rebelión popular nacional con al menos 3.3 millones de personas oficialmente movilizadas, que desafió el poder del gobierno, sus políticas y abusos; permitió visibilizar a un movimiento indígena que siempre estuvo ahí desde hace 527 años.

La memoria histórica de René también regresa al siglo XVI al rememorar la insurgencia indígena de su origen en el sur: “Ojalá que (con esta lucha) todos los mapuche tengan su terreno que fue usurpado cuando llegó Colón a América. De ahí estamos siendo ursurpados, (pero) estamos en recuperación”. Cabe recordar que las movilizaciones populares que arrancaron el 18 de octubre, un par de noches después, un grupo de indígenas aymara de la ciudad fronteriza de Arica habían destrozado la estatua de Cristóbal Colón.

Estatua de Colon.

Las estatuas de conquistadores abundaban en muchas ciudades chilenas. Pero esto ya cambió: el 20 de octubre, en la región norteña de la Serena, la misma suerte corrió la estatua de Francisco de Aguirre, otro militar español que invadió el noreste de Argentina y fue gobernador de Chile en 1554. Ahí un grupo de manifestantes la arrancó de su lugar y la aventó a una de las barricadas incendiadas. En esos actos es donde se le toma el pulso a esta sublevación.

Estatua de Francisco de Aguirre en la Serena: Por Lautaro Carmona

Y es que incluso hasta los territorios patagónicos de Punta Arenas, el busto del terrateniente español y explotador de indígenas selk’nam, José Menéndez fue destruido. En su lugar se ha colocó el busto de un indígena de ese pueblo que quedó al borde del genocidio.

José Menendez en Punta Arenas.

Y el viernes 1ero de noviembre cerca de 500 integrantes de comunidades mapuche de la provincia de Arauco llegaron a Cañete donde realizaron una marcha convocada para esa jornada. Ahí derribaron las estatuas de Valdivia y García Hurtado de Mendoza, éste último fue gobernador de Chile (1556-1561), quien reprimió el movimiento del líder indígena Caupolicán en 1557.

El busto de García Hurtado de Mendoza: Radio Bio Bio.

El crimen por el asesinato a Catrillanca es indudablemente una de las principales banderas del movimiento indígena mapuche. El punto de confluencia que condensa las demás reivindicaciones, pues como espejo, refleja las movilizaciones que rompen los viejos y arcaicos símbolos coloniales.

Así, desde el corazón de esa Plaza de la Dignidad, el mapuche René remata: “Al conmemorarlo a él también protesto porque mi sangre es igual, mapuche”. La comunidad mapuche ha derribado algunos símbolos coloniales. Y con eso, se han sublevado al actual poder autoritario que reprime el movimiento pacífico. Se han levantado e irrumpido en el tiempo del gobierno que mandaba con el viejo legado metálico de militares conquistadores. Eran esos símbolos coloniales que se querían perpetuar en la conciencia colectiva desde los espacios públicos pero ya dejaron de existir. Todos esos derrocamientos se condensaron en la sublevación mapuche entre ese 18 de octubre y el 14 de noviembre. Al día siguiente, incluso desde la comunidad de Panguipulli el parlamento mapuche Koz Koz, desconoció la validez del acuerdo al que llegó la clase política chilena en la madrugada. El pueblo mapuche se levanta una vez más, ahora renovadamente junto a los sectores chilenos de esa comunidad nacional.

Fotos en Plaza de la Dignidad (Plaza Italia): Juan Trujillo

Foto de estatua de Francisco de Aguirre en la Serena: Lautaro Carmona

Foto 1 de la estatua Pedro de Valdivia en Temuco: Jazmín Cori

Foto 2 de la estatua de Cristóbal Colón en Arica: Pablo Mardones

Foto 4 José Menendez en Punta Arenas

Foto 5 y 6 del busto de García Hurtado de Mendoza: Radio Bio Bio.


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