La revuelta egipcia, a medio camino entre la victoria y el fracaso

Basel Ramsis

Egipto. La ola revolucionaria desatada a finales de junio solamente logró acabar con el poder de los Hermanos Musulmanes, pero fracasó completamente en el avance hacia terrenos más democráticos para Egipto, sostiene el periodista y cineasta Basel Ramsis, participante en la primavera árabe desde sus inicios.

Ramsis escribió en sus cuentas de redes sociales crónicas de las revueltas que llevaron al derrocamiento del presidente Mohamed Morsi por parte del ejército, que nombró al liberal Mohamed El Baradei presidente interino. El periodista presenta breves crónicas de la semana de la rebelión.

Crónicas cairotas de la revuelta contra los islamistas

26 de junio

Nunca vi El Cairo con los coches y taxis parados por falta de todo tipo de gasolina y solar. Nunca estuve tanto tiempo en la calle esperando un taxi. Y nunca vi gente que no puede ir a sus trabajos en zonas lejanas por no poder usar sus coches. La tensión aumenta cada hora mientras se acerca la fecha del 30 de junio. Los islamistas, por su lado, intentan a crear una batalla sectaria, entre religiones. Su propagando dice que los que quieren acabar con su régimen son los cristianos y los comunistas. Pero para tener una unidad de las filas de la mayoría suní detrás de ellos, empiezan a crear un enemigo imaginario, los chiíes. Hace dos días en un pueblo cercano a El Cairo, Abu Alnomros, una familia de cuatro personas fue quemada, torturada y asesinada frente al resto del pueblo, por ser chiíes. Uno de allí me comentó cómo los de la formación de los Hermanos Musulmanes y salafistas prepararon la matanza durante una semana. Pusieron altavoces fuera de las mezquitas animando y calentando a los jóvenes para que acabaran con la familia, hasta que algunos estuvieron preparados a nivel de ánimo para acabar con el “enemigo” y fueron hacia la casa. En este momento desaparecieron los salafistas y los de los Hermanos Musulmanes.

30 de junio

Antes de salir a la calle para participar en las manifestaciones que muy probablemente serán las más grandes de la historia egipcia moderna, unas frases rápidas: La campaña “Rebeldía” anuncia que los firmantes contra el régimen son ya 22 millones de egipcios (25 por ciento de toda la población egipcia).

Los islamistas, por su parte, están trayendo “barbudos” de Argelia, de Gaza, y de otros lugares para hacer los trabajos sucios estos días. En todo caso, estos trabajos sucios comenzaron: Una bomba explotó en medio de una manifestación anteayer en Port-Said matando a tres personas, hubieron disparos contra manifestaciones en diversos ciudades, etcétera. A pesar de esto, y a pesar de que las manifestaciones están anunciadas para empezar a las cuatro de la tarde, en muchos lugares las calles ya están llenas de manifestantes.

En un intento de combinar el trabajo cinematográfico con la participación en la revuelta, ayer fue el primer día de rodaje de un corto documental que estoy haciendo sobre las mujeres víctimas de comercio de matrimonio –de quienes escribí un artículo en el Huffington Post hace una temporada. Muchas de estas mujeres, que no saben leer ni escribir, tomarán hoy varios transportes para llegar desde sus pueblos lejanos al centro a manifestarse contra el régimen. Hoy de nuevo, otro gran día de la historia de los egipcios, que insisten en enseñar al mundo cómo hacer revoluciones.

1 de julio

Fue el día record a nivel de cantidades de manifestantes en nuestra historia. Millones de egipcios, en todas las ciudades, salieron a las calles ayer. Google Earth lo calcula en 15 millones, y CNN habla de más de esta cantidad. En todos los cálculos no están los miles de coches que han circulado las calles durante 24 horas con banderas egipcias, la señal del rechazo al régimen islamista. Y no están calculados tampoco los cientos de miles de personas que no salieron a las calles pero estuvieron en sus ventanas apoyando a los manifestantes con gritos y tirándoles frutas, comida y botellas de agua. En mi recorrido vi a muchas mujeres mayores que no pueden moverse, sentadas frente de sus casas, parándonos en el camino para darnos agua fría. Un día de desobediencia civil completa en todo Egipto, sin anunciarlo de esta forma.

Por otra parte, la violencia se concentró fuera de la capital. Los islamistas dispararon a las manifestaciones, y hay docenas de muertos y cientos de heridos. En El Cairo, jóvenes fueron por la tarde-noche a manifestarse frente a la sede principal de los Hermanos Musulmanes, un lugar convertido desde hace días en un cuartel de hombres con armas automáticas. La batalla duró toda la noche entre los manifestantes y la milicia. Al final cayeron seis muertos por balas de francotiradores islamistas, y la sede fue quemada e invadida por los jóvenes. El proyecto del “Islam político” empezó en Egipto hace 80 años, y está estrenando su caída en todo Oriente, desde Egipto.

2 de julio

Otro gran día en nuestra historia. Manifestaciones impresionantes en todos los lugares. De nuevo las mujeres egipcias afirman que es la revolución de las mujeres. La manifestación en la que estuve, que duró casi cuatro horas, pasó por barrios populares y la mayoría fueron mujeres de todo tipo y clases sociales. A la vuelta de allí, vi lo más gracioso: en una carretera principal de El Cairo, unas 200 mujeres de barrios pobres, con su ropa negra, cortaron la carretera cortada y dejaban pasar coche por coche. Montaron un escenario grande lleno de altavoces, sentadas en el suelo con sus hijos, escuchando la música que sale del escenario, riendo, charlando y saludando a los coches. Esta fue su protesta contra el régimen.

8 de julio

En Tele Madrid dije que las próximas horas serán difíciles y habrá violencia. Antes de que grites por la “masacre” de la madrugada en El Cairo, y antes de decir que los militares hijos de puta están asesinando la gente, infórmate un poco, y hazte estas preguntas: ¿Quién planificó este suceso hace días? ¿Cómo son las milicias que atacaron a los soldados en la madrugada? ¿Cómo el fascismo religioso usa esto a nivel mundial para salvar a sus intereses? Lee y pregunta por favor. Y no olvides que he sido encarcelado y torturado en la época de Mubarak, participé en esta revolución desde el comienzo, y salí en todas las protestas contra los la jefatura del ejército. Pero hoy no diré “Abajo los militares”, porque no quiero una guerra civil en Egipto, y no quiero el régimen fascista, y quiero que se respete la hoja de ruta del pueblo egipcio.

 

10 de julio

Última crónica

Hay que reconocer la realidad y los resultados para poder seguir. Esta última ola revolucionaria, llamada “30 de junio”, tuvo dos ejes principales de objetivos: Acabar con el poder de los Hermanos Musulmanes; y conseguir otros objetivos en el terreno democrático, avanzar en la dirección de los objetivos de la revolución de enero de 2011, y que las fuerzas democráticas y revolucionarias ganen nuevos terrenos.

Hay que reconocer que se consiguió el primer objetivo en gran medida, el de acabar con el poder de los Hermanos Musulmanes. Y fracasó completamente en el resto de los objetivos.

Publicado el 15 de julio de 2013

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