foto y video: Juliano Vieira, Vanessa Martina Silva y Thiago Henrique
Sao Paulo, Brasil I Los indígenas guaraní de Jaraguá están siendo despojados de su territorio e instalaron un plantón frente al Ministerio de Justicia de Brasil e irrumpieron en la oficina de la presidencia de la República en Sao Paulo para exigir les sea devuelto.
En la lucha por la demarcación de sus tierras, los guaraní realizaron ocuparon el edificio de la Secretaría de la Presidencia de la República en días recientes y tomaron las calles de la avenida Paulista en una manifestación que contó con el apoyo de indígenas Guaraní kaiowá de Mato Grosso do Sul y otras etnias aquí de São Paulo.
Por orden judicial del 21 de agosto de 2017 el ministro de justicia, Torcuato Jardin, dio marcha atrás al Artículo 1º de la declaración no. 581 decretado en mayo de 2015 y que otorgaba la posesión permanente a indígenas guaraní del territorio de Jaraguá con superficie de 532 hectáreas.
En 1987, el gobierno federal aprobó una superficie para dar a los indígenas de 1.7 hectáreas, que es un espacio menor que el equivalente a dos campos de fútbol, el menor territorio de algún grupo indígena. Después de mucha presión, casi treinta años después, la comunidad guaraní logró las 532 hectáreas, mismas que dos años después pretenden arrebatárselas argumentando “un error administrativo” en 2015.
La exigencia del campamento frente al Ministerio de Justicia es que se revoque la determinación 683/2017, publicada el día 21 de agosto de 2017 en el Diario de la Federación, en la que el ministro anula la demarcación de este territorio ancestral a lo que el Ministerio de Justicia responde a la comisión guaraní que la ley esta clara y su determinación tiene fundamentos claros. “Este es un parque estatal y no se pueden invadir tierras del Estado o del municipio”.
La aldea pertenece al municipio de Sao Paulo y Osasco. En las faldas del parque Jaraguá se puede apreciar el avance de la industria inmobiliaria y estas tierras las pretenden para mayor expansión de esta industria. La misma suerte pueden correr los demás pueblos indígenas de este país que ya se les reconoció sus tierras, sobre todo donde hay proyectos extractivistas, monocultivo, ganadería y el sector turístico-inmobiliario. La Constitución de Brasil sólo considera dos modalidades de posesión de la tierra, las tierras públicas y las tierras privadas, no hay posesión colectiva de la tierra, en todo caso, “los indígenas son solo usuarios de su tierra, pero estas pertenecen al Estado”.
El líder David Karai Popyguá señala en entrevista con Brasil de Fato, la importancia de que la sociedad entienda la situación: «Nuestra lucha es el cobro del Estado, de la deuda histórica por la retirada de nuestro territorio, pero la gente va a resistir, la gente no va a desistir de nuestro modo de vida y, aceptar la imposición de pasar el resto de la vida en esas 1.7 hectáreas, sin el derecho de enseñar a nuestros hijos la plantación y la cosecha, el modo de aprender a trabajar con la tierra”.
La cuestión del territorio afecta de diversas formas a la vida de los indígenas. La pesca, por ejemplo, tuvo que adaptarse. María de los Santos, guaraní Arapotu que vive en la comunidad desde hace 26 años, conversa sobre que han tenido que crear estanques y hacer acuacultura.
Mientras las amenazas del ministro de suben de tono: “Ustedes pueden ser procesados en cualquier momento ante la justicia para que devuelvan las tierras. Es necesario poseer una seguridad jurídica y ustedes no tienen esa seguridad jurídica de la tierra de Jaraguá (…). La tierra es de ustedes, pero hoy jurídicamente es del Estado. He enfrentado presiones inmensas de fracciones del parlamento que no están de su lado”, arremetió.
Karai Popyguá, vocero y profesor indígena Guaraní, sabiendo que no es especialista en derecho agrario, le responde al ministro, “desde antes de la constitución de este Estado nosotros ya estábamos aquí y usted se presenta con eso de que, un parque es más antiguo que nuestra existencia (…) usted nos ha quitado el derecho de continuar por la vía legal”.
“Vamos a luchar con nuestra vida, Ministro. Porque en vez de anular la demarcación, debería mandar un tractor allí (en la aldea), cavar un agujero y enterrarnos, pero nosotros no vamos a salir de nuestras tierras “, señaló con rabia el vocero indígena de la aldea Jaraguá.
Después de la reunión, los indígenas continuaron con la ocupación en Sao Paulo y el campamento en Brasilia y afirman que las movilizaciones siguen hasta que se derogue la ordenanza 683/17 y se retome la demarcación de la tierra indígena Jaraguá. Mientras tanto, piden a la solidaridad internacional que volteen a ver al Estado brasileño, y a sus encargados de impartir justicia, como parte de los genocidas contra los pueblos originarios de este país.
Con información de Brasil de Fato, Avispa Midia y Thiago Henrique