A lo largo de la historia del fotoperiodismo en el mundo, por diversas razones se ha desdeñado el potencial de la fotografía. Es decir. Los editores, antes llamados redactores de los medios informativos hacen uso irracional de la imagen periodística sin reflexionar sobre el potencial o tipo de comunicación deseada. Antes y ahora, la fotografía la usan como relleno visual o complemento “informativo”.

Publicar una fotografía grande, no es darle espacio a la fotografía. Si publican una fotografía que valga la pena visual o informativamente por su oportunidad o características técnicas en un tamaño grande, están viendo la imagen. Dice el fotógrafo Raúl Ortega qué los editores de periódicos (principalmente), confunden “lo grandote, con lo grandioso”.

Esta realidad nos lleva a reflexionar sobre la labor de los editores de fotografías en los medios de comunicación.

Regularmente se tiene la creencia de que un buen fotógrafo será un buen editor, pero la constante dice que no es así. La lógica de salir a la calle y tener el arrojo de enfrentarte a situaciones adversas o saber reaccionar y resolver un momento informativo en imágenes fijas, no tiene nada que ver con la dinámica interna de un medio de comunicación, ni el conocimiento editorial o las relaciones públicas de convencimiento interno y ganar espacios de respeto profesional a una labor que tiene mucho en contra al enfrentarse a directivos que fueron periodistas y sólo entienden la vida en letras…

Son mundos distintos pero complementarios. Un editor fotográfico tiene una visión del mundo editorial e informativo a través de fotografías. Un editor su formación es distinta a la de un fotoperiodista, un editor no compite con un fotógrafo, un editor es el eslabón complementario que ayuda a potencializar una fotografía, es aquel que ve su fuerza, el impacto visual, social, informativo desde la selección del material. El editor acompaña al fotógrafo en el dialogo y discusión entre quién estuvo en el lugar de los hechos y concibió un instante captado en fotografía. El editor es el interlocutor con la parte editorial y de diseño, el editor es un elemento fundamental para la valoración, concepción y publicación.

La realidad nos rebaza y en los medios de comunicación no hay editores, hay fotógrafos que se volvieron “editores”, en esencia de sobrevivencia laboral y no profesional. La esperanza la dan los fotógrafos realizando trabajos excepcionales en busca de verdaderos editores que les ayuden a potencializar dicho material.

En frases:

«Lo más importante no es la cámara, sino el ojo y la pasión.»

Alfred Eisenstaedt.

Sobre fotógrafos:

Elsa Medina, fotógrafa mexicana, nació el 4 de noviembre.

Inició su actividad fotográfica en 1980, trabajo en el periódico La Jornada, fue corresponsal del mismo diario en Tijuana dónde ha desarrollado desde la frontera México Estados Unidos excelentes historias e imágenes que se han convertido en iconos. Fue alumna distinguida del reconocido fotógrafo Nacho López.

El ilegal, Cañon Zapata, Tijuana, Baja California, 1987.   Fotografía: Elsa Medina

Correo: luisjorge17agosto@gmail.com