En su misiva, Malström habla abiertamente de los «malos tratos» padecidos por los subsaharianos antes de ser devueltos a Marruecos. En este sentido, expresa su preocupación ante la posibilidad de que un «incidente perturbador y chocante» se produzca en las fronteras europeas. Concretamente, hace referencia al vídeo hecho público por Prodein en el que varios guardias civiles golpean a un inmigrante en la valla hasta hacerlo caer y lo entregan, inconsciente, a las Fuerzas Auxiliares marroquíes. «Una práctica de este tipo constituye una violación de la legislación de la UE, en particular del código de fronteras de Schengen, la directiva sobre procedimiento de asilo y la directiva sobre el retorno, leídos en relación con la Carta de Derechos Fundamentales de la UE», asegura el documento, fechado a 24 de octubre.

«Confío en que las autoridades españolas llevan a cabo la necesario investigación sobre este incidente y adopten las medidas adecuadas para garantizar que no se producen incidentes similares», asegura la hasta hace un mes comisaria de Interior, que pide información acerca de las medidas adoptadas por el Ejecutivo español, tanto sobre la investigación como de las medidas disciplinarias que se hayan tomado «contra los responsables de la Guardia Civil». Además, avanza que tomará cartas en el asunto de las expulsiones sumarias de inmigrantes desde Ceuta y Melilla.

Cabe recordar que, en el momento en el que el vídeo fue hecho público, desde el Ejecutivo de Rajoy se defendió la actuación de los uniformados, llegando a asegurar que la persona que era expulsada maniatada y llevada en volandas no se encontraba inconsciente sino que practicaba la «resistencia pasiva». Un argumento que fue refutado por la propia víctima, de nombre Dani y que, según fuentes consultadas por NAIZ, perdió el conocimiento y permaneció atendido por sus compañeros en el monte Gurugú (Marruecos) hasta el 22 de octubre, cuando tuvo que desplazarse hasta el hospital de Nador por los fuertes dolores que padecía.

Las agresiones a inmigrantes no son la única actitud de Madrid que preocupa en Bruselas, según la carta. La excomisaria también solicita información sobre la modificación normativa que pretende legalizar las denominadas «devoluciones en caliente», que se practican en Ceuta y Melilla y que contravienen las leyes europeas, algo que la propia Malström se encarga de recordar en su comunicación.