Jineology: una propuesta de intervención radical en la mentalidad patriarcal
“Jin” en kurdo significa “mujer”. “Logy” se deriva del término griego “logos” para el conocimiento. “Jin” a su vez proviene del término kurdo “Jiyan”, que significa “vida”. En el grupo de la lengua indoeuropea y en el Medio Oriente las palabras Jin, Zin o Zen, que significan “mujer”, a menudo son sinónimos de vida y vitalidad.
En Turquía, cada día cinco mujeres son asesinadas a manos de los hombres. Sólo en el año 2015 fueron asesinadas 282 mujeres y 132 fueron violadas o sufrieron abusos sexuales.
Jineology se describe como la “creación del paradigma de la mujer” a través de la lucha por la liberación de las mujeres kurdas. Esto representa una nueva etapa desde la perspectiva del movimiento de mujeres kurdas. El movimiento de las mujeres kurdas surgió y se desarrolló dentro de la lucha de liberación nacional kurda. Desde 1987, comenzó con los trabajos de organización autónoma y específica de las mujeres. Después de este desarrollo, muchos importantes cambios y transformaciones se produjeron en el Kurdistán, que también han determinado la lucha social.
Por un lado, el movimiento kurdo había avanzado internamente en su organización específica y autónoma, pero por otro lado han transmitido y compartido sus conclusiones con todas las áreas de la lucha social. Los levantamientos de los pueblos contra la colonización de Kurdistán (en kurdo: “Serhildan”), que comenzaron después de 1989, fueron conducidos por mujeres. Desde el punto de vista de la sociedad kurda, este fue el comienzo de una fase de resistencia nacional con un nuevo actor orientado a las mujeres. En este sentido, el movimiento de mujeres había avanzado en su trabajo teórico y práctico en campos tales como intelectualidad, política, sociedad, cultura y defensa.
Las siguientes etapas claves fueron:
1993 – formación del ejército de las mujeres.
1996 – teoría y práctica para la emancipación del sistema patriarcal.
1998 – ideología de liberación femenina.
1999 – formación de partido.
2000 – construcción de un sistema social democrático en el marco de un paradigma social democrático, ecológico y género-igualitario.
La creación de consejos de las mujeres, academias y cooperativas fue alcanzado en este contexto. Bajo el lema “La liberación de la mujer es la liberación de la sociedad”, el movimiento de mujeres se centró en la labor ideológica, filosófica e intelectual. En el marco de la unidad entre teoría y práctica, salió hacia una transformación del pensamiento de las mujeres y la sociedad, así como hacia una mayor conciencia. Estaba buscando respuestas a preguntas como “¿Quién es la mujer? ¿De dónde viene? ¿A dónde va? ¿Cómo ha vivido hasta hoy? ¿Cómo deben vivir las mujeres? ¿En qué tipo de sociedad?” y fue desarrollando una crítica al campo científico imperante.
Como todos saben, en la historia, los gobernantes y los poseedores del poder han establecido sus sistemas, primero en el pensamiento. Como una extensión del sistema patriarcal, un campo de las ciencias sociales se ha creado que es masculino, específico de clase y de carácter sexista. Este campo está a su vez dividido en diferentes partes, desgarradas unas de otras. La implementación de las interpretaciones de estas ciencias ha provocado devastadores resultados para la naturaleza, la sociedad y los seres humanos: la normalización del militarismo y la violencia, la profundización del sexismo y el nacionalismo, el libre desarrollo de la tecnología, especialmente armas para el control de la sociedad y las personas, la destrucción de la naturaleza, energía nuclear, urbanización cancerosa, los problemas demográficos, industrialismo antiecológico, nudos gordianos de cuestiones sociales, individualización extrema, la subida de políticas y prácticas sexistas contra las mujeres; los derechos y libertades de las que sólo existen en papel.
En este punto, proponemos Jineology. Se observó que es necesario para superar el sistema en la ciencia dominante y construir un sistema alternativo de la ciencia. Además, hemos comprendido que los actuales campos de las ciencias sociales deben ser liberados del sexismo.
El término Jineology fue utilizado concretamente por primera vez por el representante del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, en sus escritos de 2003 y en su trabajo “La sociología de la libertad”. Öcalan expresó que las mujeres y todos los individuos, grupos, y pueblos que no son portadores del poder y del Estado, deben desarrollar su propias y libres ciencias sociales, que estas ciencias podrían llamarse Sociología de la Libertad, y que éstos a su vez podrían estar basados en Jineology, porque los movimientos que tienen como objetivo una sociedad libre, igualitaria y democrática necesitan de Jineology. El término que Jineology significa “ciencia de las mujeres”, “Jin” en kurdo significa “mujer”. Logy se deriva del término griego “logos” para el conocimiento. “Jin” a su vez proviene del término kurdo “Jiyan”, que significa “vida”. En el grupo de la lengua indoeuropea y en el Medio Oriente las palabras Jin, Zin o Zen, que significa “mujer”, a menudo son sinónimas de vida y vitalidad.
En la historia de la humanidad, la mujer se evaluó como la primera existencia que ha adquirido conocimiento sobre sí misma. Vida y sociabilidad se tejió sobre la base de principios morales y políticos con la mujer en el centro. La sociedad natural con sus valores morales y políticos fue construida por la mujer. Hay un vínculo inquebrantable entre las mujeres y la vida. La mujer representa una importante parte de la sociedad natural en su cuerpo y en su significado. Esta es la razón para asociar mujer con vida. La mujer representa la vida, la mujer simboliza la vida. Por esta razón, Jineology como ciencia de las mujeres también se refiere a la ciencia de la vida.
Viendo las etapas del sistema patriarcal, a partir de la civilización sumeria, es evidente que los gobernantes, hasta hoy, han establecido sus posiciones de poder inicialmente en el pensamiento. Por ejemplo, la distinción entre sujeto y objeto de las estructuras sociales fue establecida por las ciencias modernas en las mentes. Esta ficción impone a una sociedad que hombre es sujeto, mujer es objeto, Mr Sujeto, Mrs Objeto, amo sujeto, esclavo objeto, Estado sujeto, sociedad objeto. Esta lógica de poder ha hecho que tanto las mujeres como la sociedad crean en esta distinción de opresores y oprimidos. Para ello utilizan la mitología, la filosofía y la ciencia. El paradigma del sexismo se ha construido en este sentido.
Las estructuras de conocimiento requieren discusiones libres. Pero si miramos la relación entre conocimiento y poder, esto es difícil de detectar. En este contexto, es necesario el cuestionamiento de las estructuras patriarcales, centradas en el poder. Asimismo, a partir de una epistemología a favor de los seres humanos, las mujeres, la naturaleza y la sociedad, se forma la necesidad de una nueva investigación, interpretación, renovación y conciencia. Los principios, hipótesis y resultados de las ciencias sociales existentes deben ser discutidos nuevamente y examinados críticamente. Información correcta e incorrecta debe estar separada entre sí. Es de gran importancia que alcancemos una interpretación veraz de la sociedad histórica.
Hoy la mujer también representa una entidad sobre la cual se hacen un montón de políticas. Estas políticas no están diseñadas para liberar a la mujer o fortalecer su voluntad. Debido a estas políticas, la mujer es aún más reprimida, asesinada de una manera suave o dura que oscurece su pasado y presente. Hoy, el conocimiento y la ciencia están en las primeras filas de las más fundamentales esferas de poder. Con la constante reproducción de las ideologías y políticas en las áreas de política, sociedad, economía, religión, tecnología, filosofía, etc., que son hostiles a las mujeres y la sociedad, las ciencias son las que juegan un papel más importante. La relación entre conocimiento y poder, junto con la exclusión de la ética, ha sido empujada indefinidamente, sobre todo en la época de hoy. El carácter sexista de la ciencia ha profundizado y explica problemas irresolubles, sobre todo en esta época.
Las ciencias sociales en un sentido general encubrieron el hecho de que las mujeres son una realidad social. La comprensión de la ciencia imperante no revela todo lo que pertenece a las mujeres a partir de su historia. Al describir a las mujeres y su papel en la sociedad, la comprensión de la ciencia dominante determina los estatutos en las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, basado en su capacidad de dar a luz, se afirma que las mujeres actúan puramente “basadas en la emoción”. O debido a los atributos físicos de los hombres, se alega que la violencia es parte de su naturaleza. Estas declaraciones se supone que deben ser probadas por experimentos y conceptos científicos. De esta manera, las mujeres están hechas para jugar el papel pasivo, mientras a que los hombres se les atribuye un papel activo. El sometimiento y la violencia son retratadas como pertenecientes a la naturaleza de la humanidad y se presentan como hechos insuperables. La ciencia es explotada para este propósito y por lo tanto se consolidan los pilares del sistema.
Hoy en día, muchas investigadoras feministas han hecho un trabajo importante señalando la relación entre conocimiento y sexismo social desde diferentes perspectivas. Con su trabajo, han mostrado que la ciencia moderna, a partir del siglo XVII, tiene una estructura y un lenguaje masculino. Han demostrado que el problema en la relación entre sujeto y objeto, como la base del conocimiento científico, fue fundada sobre la base de metáforas sexistas desde el principio. Por ejemplo, ellos nos han demostrado cuánto de la ciencia moderna está en el pensamiento de Francis Bacon, quien es considerado uno de los pioneros de la ciencia moderna, y que muestra una actitud y un lenguaje sexista. Bacon considera la relación de conocimiento entre la naturaleza y el espíritu humano realmente como una relación de dominación. Le gustaba usar la familia patriarcal y el matrimonio como metáforas y él se enganchó a la caza de Brujas. Desde la perspectiva de Bacon, quién es responsable de la frase “el conocimiento es poder”; la razón es masculina, mientras que la naturaleza es femenina. Según Bacon, la relación entre razón abstraída y naturaleza, que ha sido descartada como asunto sin alma, sólo podría ser arma de maestría, conquista, seducción. Y así, su utopía de la Nueva Atlántida consiste en una isla de los hombres, que hacen del conocimiento y la ciencia la base de su poder.
En la comprensión moderna, el conocimiento de uno mismo se construye como un sujeto de control mediante la separación de los “otros”, es decir, de la naturaleza y el femenino, mientras que los “otros” son cosificados. Por esta razón, el “otro” es controlado bajo tiranía. Por ejemplo, Descartes excluye elementos intuitivos, empáticos de ciencia y filosofía. Esto expresa un entendimiento masculinizado de la ciencia. El positivismo ilustra también la base de esta comprensión del conocimiento. Estas realidades están desconectadas entre sí, a los problemas se les priva de cualquier definición, las razones de los problemas son solicitados dentro de las fronteras actuales, las raíces históricas son ignoradas. Según esta visión, la historia está sin vida. Fue vivido y ahora ha llegado a su fin. Por otra parte, el positivismo, que aplica las leyes universales a la sociedad, presenta el hecho como la verdad inmutable.
Esta ciencia sexista y tendenciosa, explica la historia, la política, la sociedad, la economía, la cultura, el arte, la estética y otros temas de las ciencias sociales según su comprensión del poder. La actitud de las ciencias existentes hacia las mujeres, la naturaleza y todos los oprimidos es parcial.
Las mujeres científicas, los movimientos feministas y académicos han hecho importantes aportes con sus investigaciones y análisis críticos, que fortalece nuestro trabajo en Jineology. Valiosa labor ha expuesto el análisis masculino de la historia. Además, hay universidades de las mujeres, departamentos de estudios de la mujer y centros de investigación de mujeres alrededor del mundo. Es uno de los principales objetivos de Jineology, para construir un puente entre estos importantes logros. Desde la perspectiva de las mujeres, es importante trabajar juntas para construir un campo alternativo de las ciencias sociales, para establecer el sistema de estudios de la mujer, para superar la actual dispersión, para fortalecer el flujo científico y las intersecciones.
El movimiento de las mujeres libres del Kurdistán tasa al siglo XXI como el siglo de las mujeres y los pueblos. La cuestión de la igualdad de género e igualdad para todos los oprimidos nunca han sido vistas tan urgentes antes. Una organización correspondiente y el desarrollo de estructuras y sistemas alternativos son ineludibles. Un extenso sistema de análisis y la superación del sexismo están en nuestras metas más importantes. En este contexto, el movimiento de las mujeres libres del Kurdistán sugiere la Jineology tanto para la solución de las grandes paradojas de nuestra época, así como un método para el desarrollo del mundo espiritual de las mujeres.
La Jineology presenta una propuesta de intervención radical en la mentalidad patriarcal y el paradigma patriarcal. En este sentido, Jineology es un proceso epistemológico. El objetivo es el acceso directo de las mujeres y de la sociedad en el ámbito de conocimiento y la ciencia, que actualmente es controlada por los gobernantes. El objetivo es allanar el camino a las raíces y la identidad de las mujeres y la sociedad, que han sido segregados de su verdad. Las mujeres deben crear sus propias disciplinas, llegar a sus propias interpretaciones y significados y compartirlo con toda la sociedad.
El movimiento kurdo comenzó la construcción del campo de la Jineology en 2011. Está construyendo un sistema educativo para las mujeres y la sociedad, así como las academias de las mujeres. Se celebraron debates sobre temas tales como mujeres y ciencias sociales, mujeres y economía, las mujeres y la historia, mujeres y política, las mujeres y la demografía, la ética y estética femenina.
Es necesario expresar científicamente la existencia de las mujeres en todas sus dimensiones, así como para criticar e interpretar cualquier estructura de conocimientos relativos a la historia, la sociedad, la naturaleza y el universo, comprensiva y sistemáticamente. Porque la mujer es social, histórica e integral, tiene su origen en la naturaleza, la definición de la existencia femenina requiere un cambio radical y profundo del conocimiento y del espíritu. De la historia de la colonización del espíritu femenino a través de la colonización económica, social, política, emocional y física hace necesaria una disposición de la mujer. Es necesario profundizar y combinar los datos científicos e interpretaciones que se han logrado en el campo de las estructuras del conocimiento: psicología, fisiología, antropología, ética, estética, economía, historia, política, demografía, etc. y llevarlos a un sistema científico. La solución del problema de la libertad de las mujeres será posible con las organizaciones y estructuras basadas en un campo tan amplio e integral del conocimiento y las ciencias.
En toda la historia humana, las mujeres y los oprimidos han resistido como actores para la libertad y la democracia. Sin embargo, no fue posible superar el actual sistema dominante. El principal problema es que las fuerzas de la libertad y la democracia han logrado crear un sistema para su libertad, igualdad y valores de justicia, para historizar y sacarlos de la parábola del poder. Sistematización e historia necesitan sobre todo la construcción de un paradigma alternativo en la mente.
Por esta razón, es de gran importancia para nosotras, los movimientos como el de la liberación femenina, para crear una mentalidad, es decir, un campo de las ciencias sociales que pone a las mujeres y a la sociedad en el centro. Tenemos que ser capaces de crear el espíritu de nuestro sistema alternativo. ¿Qué pasa si esto no sucede? Que en nombre de la alternativa, los mismos patrones mentales, métodos e instrumentos del sistema gobernante, el mismo sistema podría repetirse y reproducirse de nuevo, esta vez en nombre de las mujeres y los oprimidos.
Esta es otra razón para la Jineology. Su objetivo es descifrar el paradigma del poder por un lado, pero por otro lado para empujar hacia adelante la solución. No es suficiente criticar el sistema existente, o descifrar las insuficiencias de este campo o decir lo que debería verse como una alternativa. Es importante liberarse a uno mismo de la enfermedad del liberalismo que dice “Crítica desde la práctica. Dime cómo debería ser. Dime la solución, pero no implementar la solución, fingir que se hace”. Para una buena, justa y hermosa vida, el conocimiento ya no es suficiente. Es necesario superar el sistema existente y construir uno nuevo más allá de los límites del viejo.
Al igual que los movimientos de mujeres y los movimientos sociales que luchan contra el sistema capitalista y patriarcal, tenemos que ir a través de una nueva etapa de cambio y transformación. El cuestionamiento de la influencia del sistema existente en nuestro pensamiento y nuestras acciones debe ser profundizado. Sin duda, los procesos de experiencia, cambio, transformación y renovación de los movimientos feministas han allanado el camino a ese cuestionamiento. En este sentido, Jineology es un resultado y la continuación de las experiencias y esfuerzos de los movimientos feministas. Se presenta como una realidad, que también incluye el feminismo. Mientras se establece el objetivo de dar un paso más, su principio es caminar tras las huellas de las experiencias de los movimientos de mujeres.
Hay una necesidad de conceptualizar a la mujer como una realidad social, para definir su existencia según su propia realidad, para explicar lo que no pertenece a ella, para determinar el “cómo” de su liberación y para expresar lo específico de la feminidad para este propósito.
Además, es importante no separar el conocimiento y la ciencia del campo social, no elitizar, para que sean la base del poder y así mantener la conexión de la sociedad siempre fuerte. En las sociedades naturales antes de la civilización patriarcal, conocimiento y ciencia eran parte de la sociedad ética y política. Mientras las necesidades vitales de la sociedad no lo necesitaban, no fue posible aprovechar conocimientos para otros fines. Junto con la civilización patriarcal, las mujeres y la sociedad han sido robados del conocimiento y la ciencia. Los poseedores del poder y las fuerzas gubernamentales se hicieron más fuertes con la ayuda del conocimiento y la ciencia. Esto condujo a la separación radical del conocimiento de la sociedad, especialmente de la mujer. Jineology tiene como objetivo restaurar este enlace.
Investigar la historia de la colonización de las mujeres requerirá la reescritura de la historia de la humanidad y tendrá un carácter esclarecedor de esta manera. Unido a la extensa y exhaustiva evaluación de la profunda esclavización de la mujer, una solución a las cifras de esa resonada esclavitud será posible. Jineology hará posible para nosotros restablecer vínculos entre el conocimiento y la libertad que han sido arrancadas de cada uno. Hay una importante relación entre el conocimiento y la libertad. Conocimiento requiere libertad, libertad a su vez requiere conocimiento y sabiduría. La participación de la mujer en la vida social será juzgada por su grado de libertad. El deseo de la mujer por el conocimiento y la libertad es también una aspiración a la verdad.
La verdad es la primera y verdadera forma de naturaleza social. Todo lo que era sustancial antes del sistema patriarcal ha sido distorsionado por él. Las etapas del desarrollo normal en el sistema de la sociedad natural representan lo que llamamos verdad. Por esta razón, Jineology describe también el deseo de estas verdades distorsionadas. Este esfuerzo se combinará con nuestra búsqueda de conocimiento, sabiduría y libertad.
Importantes tareas nos aguardan en el siglo XXI: el marco teórico-filosófico y científico de la liberación, el desarrollo histórico de la liberación y la resistencia, mutuos diálogos complementarios entre feministas, ecologistas. De las mujeres y los movimientos democráticos. La renovada descripción de todas las instituciones sociales (e.j. familias) según principios liberacionistas, las estructuras básicas de convivencia libre, la construcción de una comprensión alternativa de las ciencias sociales sobre la base de la liberación de la mujer. El campo de una nueva ciencia social para todos los círculos que no forman parte del poder y que el Estado supuestamente debería construir. Esta es la tarea de todos los movimientos anticolonialistas, anticapitalistas, antipoder, individuos, mujeres. Nos referimos a estas ciencias sociales alternativas como la sociología de la libertad. Jineology puede construir y desarrollar la base de tierra de estas ciencias sociales. En este sentido es una vanguardia. Lo construirá tanto la sociología de la libertad, como parte de la sociología propia.
El movimiento de mujeres kurdas, que ha estado trabajando en Jineology desde el 2011 y que ha puesto este tema en discusión concede gran valor a los resultados obtenidos hasta el momento sobre este tema en todo el mundo. Y está muy interesado en discutir, compartir resultados, cooperar y aprender de todos aquellos que luchan por la libertad de las mujeres.
Como las mujeres kurdas, decimos, “el siglo XXI será el siglo de la revolución de las mujeres y los pueblos”. Creemos que Jineology jugará uno de los papeles históricos para el establecimiento de una mentalidad liberacionista, para estructuras éticas y políticas y una sociedad libre que pone la liberación de la mujer en el centro. Creemos que mediante el desarrollo de Jineology y la sociología de la libertad como una nueva ciencia social, podría convertirse en la base de nuestras luchas sociales, será posible deshacer nudos gordianos de 5.000 años y puntos ciegos de la historia que aún esperan ser descubiertos.
FUENTE: Asociación Amistad con el Kurdistán (https://amistadkurdistan.org) Publicado el 17 de julio de 2017 en Kurdistán América Latina
Jineologî: la ciencia de la liberación de las mujeres en el movimiento kurdo (I)
Tras pasar mi primera semana en el norte de Siria, un amigo en los Estados Unidos me envió un mensaje de texto: “¡Eh! ¿Cómo te va por ahí? ¿Estás a salvo?”. La cuestión era por dónde empezar. Era mucho lo que quería contarle en ese momento sobre lo que había resultado un verdadero cambio de vida en una semana, pero sabía que no iba a ser sencillo, tanto por el escaso tiempo del que disponía para responder (la wifi no era siempre fácil de pillar mientras me desplazaba) y el hecho de que un texto no es exactamente la mejor manera de comunicar emociones profundas, al ser testigo de tan monumental cambio social (no hay emoticons que puedan hacer justicia a estos conceptos revolucionarios). Mi mente volvía rauda a esos días que yo sentía como si hubieran sido semanas; una semana que me parecía un año. Entonces, tras pensarlo unos veinte segundos, simplemente le respondí: “Tío, es alucinante. Una profunda revolución social. Las mujeres realmente controlan aquí”.
Bueno, puede que esto sea una simplificación excesiva. Si acaso, echo la culpa a nuestra dependencia de una tecnología en la que las ideas tienen que compactarse para alcanzar el reduccionismo total al expresar nuestros sentimientos. Desde luego, las mujeres no “dirigen las cosas” en Rojava -no es que la sociedad se haya dado la vuelta de la noche a la mañana, de manera que una sociedad profundamente patriarcal se haya convertido en matriarcal (ni ese es el objetivo)-. Tampoco pretendía yo hacer más romántica la revolución, o caer en la trampa (lo intentaré lo mejor que pueda en mi relato) de ser otro hombre occidental que pretende convertir en fetiche el papel de la mujer en la lucha militar kurda, como ha hecho ampliamente nuestra prensa con el retrato de las mujeres de las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ). Y aun así, lo que yo trataba de expresar a mi amigo sigue siendo válido: la revolución de Rojava es fundamentalmente, en su núcleo, sobre la liberación de las mujeres de las cadenas de la degradación patriarcal que envuelve y es inherente al capitalismo.
Primeras impresiones del papel central de las mujeres en la lucha
No me llevó mucho tiempo contrastar este concepto en acción en Rojava. El primer lugar al que llegué al cruzar la frontera entre Irak y el norte de Siria fue un control militar vigilado por las mujeres del Asayish, o seguridad de la autoadministración democrática (casi llego a decir “manejado por mujeres”, lo que habría resultado un embarazoso y probablemente revelador error respecto al tipo de lenguaje que estamos acostumbrados a usar). Resultaba difícil de entender que, a sólo pocos cientos de kilómetros de aquí, las fuerzas fascistas del Daesh (ISIS) aún controlaban la ciudad de Raqqa y un territorio considerable en el que las mujeres están confinadas a una vida de esclavitud y trabajo penoso.
Algunas horas después de llegar a la ciudad de Qamishlo, me indicaron que lo primero que íbamos a hacer, tanto yo como el grupo de internacionalistas con el que me encontraba, sería asistir a una serie de acciones formativas para lograr una visión de los fundamentos de la revolución que había empezado media década antes (según he podido saber después, de hecho, este proceso se viene desarrollando desde hace varias décadas). Esta formación se centraría en lo que señalan como conceptos claves, incluyendo la historia del movimiento de liberación kurdo, el internacionalismo y la lucha de las mujeres. Las clases sobre el movimiento de las mujeres se dividirían en dos sesiones: la primera se centraría en la historia del movimiento de mujeres kurdas y la segunda sobre la “ciencia de las mujeres”, que en kurmanji se denomina “Jineoloji”.
La seriedad con la que los camaradas presentaron la educación sobre el papel fundamental de las mujeres en la transformación de la sociedad en las cuatro partes del Kurdistán (que ahora se ha extendido a ciudades y pueblos árabes liberados por las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por las YPG/J), me mostró claramente que en esta lucha la emancipación de la mujer no es un mero pie de página, o algo de lo que se habla pero que luego no se ve respaldado por la práctica. Ya sabía antes de venir a Siria que el movimiento kurdo, tanto en Turquía (o como denominan la región en kurdo, Bakur) como en Rojava, practica un sistema de co-presidencia, en el que por cada hombre elegido que ostenta un cargo, también es elegida una mujer. Sabía que había un sistema de organizaciones autónomas de mujeres, de las que las YPJ son sólo un ejemplo. Pero me llamaba la atención profundizar en el entendimiento de lo que significa esta estructura organizativa en términos tangibles. No obstante, antes de verlo en la práctica, la formación proporciona el marco necesario para entender cómo ha podido iniciarse esta revolución.
La liberación de las mujeres como prioridad en el Movimiento de Liberación Kurdo
Si sólo te informas por los medios occidentales habituales, se te puede perdonar que creas que la razón por la que la revolución de Rojava ha permitido ver a mujeres luchando activamente en las líneas del frente contra el llamado Estado Islámico, es porque “los kurdos” tienen algo inherente que les ha permitido hacerlo posible. La idea general parece apelar, si no exagerar el argumento, de que, por naturaleza, “los kurdos” están más predispuestos a la igualdad de sexos que otras etnias de la región, especialmente los árabes. Por supuesto, otro elemento de la corriente principal de la prensa occidental para conceder espacio al papel de las YPJ en la guerra siria es que casa bien con la expansión de la islamofobia por parte del poder, especialmente para equiparar Daesh a Islam, y confundir así a las YPJ y “los kurdos” como la vanguardia de un tipo de secularismo que es “occidental” en su orientación (te va a costar encontrar artículos que mencionen el hecho de que la mayoría de los kurdos son musulmanes sunnitas).
La razón de una serie de acciones formativas para los internacionalistas que llegan a Rojava sobre la historia del movimiento de las mujeres kurdas resulta esencial para proporcionar una corrección a estas ideas erróneas presentadas por los nuevos medios de nuestro amado orden político. La realidad es que, lejos de llevar la igualdad de género en sus genes (solo hay que echar la vista al Kurdistán iraquí actual para apoyar el argumento contrario), la base de trabajo de las YPJ y de todas y cada una de las organizaciones femeninas en el norte de Siria hoy se ha ido forjando durante los más de 40 años que el movimiento de liberación kurdo viene dedicando a la organización popular.
Una larga mirada a la historia
Los hevals (camaradas) se mostraban entusiastas al señalar que, si se lanza una mirada en profundidad a la historia, el sistema de opresión patriarcal no supone más de un 2% de ella, exponiendo varios ejemplos de organización social y formas de vida que precedieron a las “rupturas entre sexos” que dieron paso a la posición dominante del hombre en la sociedad, lo que a menudo consideramos como si fuese algo natural. Incluso hasta hoy, la evidencia de estas sociedades previas en Mesopotamia, algunas de ellas matriarcales, aún puede verse en muchas regiones montañosas de Kurdistán que han sido menos susceptibles a invasiones foráneas, permitiendo así a las comunidades mantener sus creencias “naturales” (siendo los yezidíes un ejemplo de ello).
Para los revolucionarios de Kurdistán, resulta insuficiente hablar sólo de las heroínas de hoy o incluso de las pasadas cuatro décadas. Los ejemplos de mujeres que se han resistido al patriarcado en Oriente Medio comienzan mucho antes de lo que uno podría suponer. La resistencia de Nefertiti a los sacerdotes y el faraón en el 1300 a.C. se cita junto con otros ejemplos, como la resistencia de la reina Zenobia de Palmira a aceptar a los dictados romanos en el siglo III. Tras la primera división de Kurdistán, Xanimzade dirigió la resistencia tribal contra las masacres cometidas por el imperio persa y fue seguida por otras como Halime Xanim, quien se resistió al mandato del imperio otomano.
Los ejemplos de mujeres kurdas del siglo XX, que son las modernas predecesoras de las mujeres en las YPJ, parecen no tener fin. Adile Xanim ayudó a reunir 56 tribus en una confederación en el moderno Irán antes de su muerte en 1924. Zarife (1882-1937) fue una líder ampliamente conocida entre la población aleví, que fue ejecutada tras su entrega por un traidor a las autoridades turcas. El mismo año de la masacre del pueblo kurdo en Dersim, una mujer llamada Bese, que había liderado un levantamiento, se lanzó desde un precipicio para evitar ser capturada. En la siguiente década, mujeres como Gulazer y Mina Xanim jugaron un papel clave en el establecimiento del primer Estado socialista kurdo, la efímera República de Mahabad (1946).
Previa al establecimiento del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en 1978, la historia de Leyla Qasim sirvió de inspiración para la lucha de las mujeres. Leyla inició uno de los Sindicatos de Estudiantes Kurdos en Bagdad y planeó el secuestro de un avión para dar a conocer la causa kurda (se podrían hacer algunas comparaciones con Leila Khaled, la revolucionaria palestina cuyos acto de secuestro político en nombre del Frente Popular para la Liberación de Palestina ayudó a promover esa lucha de liberación nacional). Fue capturada antes de que su plan pudiera materializarse y fue ejecutada por el Estado iraquí en 1974.
Kurdistán como colonia, las mujeres como la colonia más antigua
Tras el establecimiento del PKK en la región de Kurdistán ocupada por Turquía, el movimiento de liberación kurdo creció hasta un nivel superior. Los fundadores del PKK, Abdullah Öcalan entre ellos, consideraron necesaria la creación de la organización, ya que la izquierda turca venía entendiendo erróneamente la cuestión kurda, anteponiendo el chovinismo nacional. Esto chocaba con la tesis del partido recientemente creado, que consideraba que Kurdistán era una colonia y que una lucha de liberación nacional era una necesidad histórica.
Entre los fundadores del Partido estaba Sakine Cansiz, que sería asesinada en Paris en 2013 junto con otras dos líderes, Fidan Dogan y Leyla Sayleme. Sakine jugaba tanto un papel esencial en el desarrollo y crecimiento de la organización, como crucial en la defensa por parte del Partido de la igualdad de género como parte primordial de su renacimiento. Su acceso a la política fue en sí mismo un acto de rebelión contra la estructura familiar tradicional que pretendía mantenerla atada. En una reflexión sobre su decisión de dedicarse al activismo político, declaró: “En cierto sentido, abandoné la familia. No aceptaba esa presión e insistí en la revolución. Así fue como me marché a Ankara. En secreto, por supuesto”.
La relación de Sakine con Öcalan es importante, ya que ambos ocupaban posiciones de liderazgo dentro de la organización. Fue éste último quien, por medio de la reflexión y la autocrítica de sus propias relaciones con las mujeres, comenzó a cuestionarse la estructura de la familia patriarcal, en la que las mujeres siempre se encontraban en la posición de ser consideradas como objetos. Concluyó que necesitaba realizar una transformación “matando al hombre” que había en su interior, observando cómo la sociedad le había convertido en lo que era. Estas reflexiones se unieron a una mirada retrospectiva sobre otros momentos de opresión y subyugación de las mujeres de los que había sido testigo en su vida, como el matrimonio forzoso de una amiga de la infancia con un anciano, y ver a su madre vivir en lo que él consideraba condiciones carcelarias dentro de su propio hogar. Pero más importante aún en su decisión de avanzar hasta un nivel superior en la cuestión de la liberación de la mujer, fue su relación con Fatma, otra fundadora del partido, a quien él mismo veía como alguien a quien había utilizado para sus propios intereses.
Aunque Öcalan ha promovido el concepto de “matar al hombre” y avanzado en aspectos teóricos relevantes para la liberación de la mujer, incluida la idea de que las mujeres constituyen la colonia más antigua, también ha comprendido que él mismo -y los hombres, en general- no pueden liderar este proceso. Es visto dentro del movimiento como alguien que ha dado su fortaleza y desarrollo al proceso, pero que también ha animado activamente a las mujeres a tomar la iniciativa de su propia liberación de una manera autónoma dentro del partido y otras organizaciones en un movimiento más amplio.
Bases teóricas de la Jineologî
Actualmente, el movimiento revolucionario agrupado alrededor de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), en las cuatro zonas de Kurdistán, avanza en la ciencia de las mujeres, o Jineologî, como principio teórico y parte práctica del proceso revolucionario. No obstante, este concepto, adoptado en 2008, fue la culminación ideológica de décadas de experiencia en organización.
Además del concepto de Öcalan de “matar al macho”, otra idea fundamental es la “teoría de la separación” (ambos postulados en 1996), que sostiene que las mujeres deben poder tener el control de sus propias organizaciones. Si se mantiene que la revolución no puede hacerse para el pueblo, sino por el pueblo, también debe defenderse que la revolución no puede realizarse para las mujeres, sino que debe ser hecha por ellas mismas. La teoría de la separación también significa que las mujeres deben abandonar por ellas mismas las relaciones basadas en jerarquías. Hoy mismo se puede comprobar la rigurosidad en aplicar esta idea, ya que no existen relaciones románticas y matrimoniales dentro de los cuadros del movimiento. En parte esto se hace para proteger a las organizaciones de la adopción de un enfoque liberal del trabajo y la vida.
La investigación del papel de las mujeres a lo largo de la historia de Mesopotamia también se convirtió en una parte clave del trabajo del movimiento hacia finales de 1990. Durante el mismo año en que Öcalan fue capturado en Kenia por el Estado turco, se creó el PJKK (Partido de las Mujeres Trabajadoras de Kurdistán) como partido de mujeres, aunque posteriormente fue reemplazado por otras estructuras autónomas tales como el PJA (Partido de Mujeres Libres). En la década del 2000 se desarrollaron nuevas teorías, incluyendo la “teoría de la rosa” que sostiene que las mujeres pueden “parecer frágiles, pero tienen espinas para protegerse”. En la fase previa a la adopción del nuevo paradigma del confederalismo democrático por el Partido y por la más amplia KCK en 2005, se defendía -en 2003- un “paradigma de una sociedad democrática y ecológica sobre la base de la libertad de las mujeres”.
Por la autodefensa, contra el feminismo y el orientalismo liberales
Hacia la mitad de mi primer día de formación sobre la libertad de las mujeres de Kurdistán, comprendí por qué es tan importante comenzar con estas clases, en vez de ir directamente a visitar las organizaciones responsables de las cuestiones diarias y concretas. Los instructores a menudo hablaban de cómo la revolución no trata de tomar el poder y construir algo nuevo, sino de luchar para superar la ideología del capitalismo mientras se organiza, algo que el movimiento ha venido haciendo durante décadas antes de que Rojava se pusiera en primera fila en 2012 con el establecimiento a la autoadministración democrática.
Clave para entender la Jineologî es que la autodefensa no sólo significa tomar un arma, sino que de hecho se manifiesta más frecuentemente en la construcción de estructuras y organizaciones. Como me dijo un líder del movimiento, con palpable celo revolucionario, “la autodefensa también tiene que iniciarse en la mente. Si te ves a ti mismo como víctima, no podrás superar la opresión”.
Durante el segundo día de formación, se trabajó sobre la historia del feminismo global, incluyendo la primera oleada de los siglos XIX y XX, que se enfocó en campañas por el derecho de voto, igualdad de derechos civiles y derechos laborales, así como la segunda oleada (1970-1990) que se caracterizó por eslóganes tales como “lo privado es político” y “mi cuerpo me pertenece”, y la tercera oleada desde 1990 en la que la deconstrucción de géneros ha tomado protagonismo.
Lo más importante, y de interés crítico para aquéllos en mi clase procedentes de sociedades occidentales, eran las reflexiones sobre cómo el Estado ha tratado de liberalizar el movimiento radical femenino aportando fondos a varias organizaciones, lo que ha tenido como efecto su imbricación dentro del marco del sistema capitalista. Además, los instructores hablaron del aspecto del feminismo liberal occidental que a menudo es orientalista por naturaleza, y aludieron a grupos como FEMEN, que equipara al Islam con la opresión de la mujer. Tales grupos promueven la narrativa imperialista que busca subordinar el Oriente Medio a su marca de modernidad capitalista en nombre de la libertad. Tal como me dijo, unos días después, una devota mujer musulmana que también tomaba parte activa en la revolución de Rojava, en relación con su hijab: “No es importante lo que llevo sobre la cabeza, sino lo que llevo dentro de la misma”.
Partes clave de la Jineologî
El flexible y adogmático enfoque del movimiento de liberación kurdo respecto a la idea de revolución y liberación de la mujer me quedó claro durante la formación que recibí sobre el significado actual de Jineologî como ciencia de la liberación de la mujer. Por ejemplo, ante la inicial confusión y frustración de algunos de los internacionalistas, los instructores no solían dar respuestas cortantes y secas a ciertas cuestiones. Después de todo, la Jineologî sostiene que no hay una única e inmutable verdad, sino que el trabajo realizado por los revolucionarios en defensa de la humanidad puede dar sentido a la vida y acercarnos a entender la verdad. No obstante, fueron claros sobre el hecho de que, puesto que no se ven en posesión de la “única verdad”, esto no significa que uno deba caer en el enfoque liberal de “mi verdad”, en el cual el análisis subjetivo de la realidad de cada uno merece consideración, aunque sea absurdamente retrógrado o reaccionario.
Parte del análisis de la Jineologî es entender que todo y cada uno está vivo y no caer en la dicotomía de lo material frente a lo inmaterial. Éste puede parecer un enfoque ciertamente metafísico para camaradas occidentales, que pueden estar acostumbrados a otros enfoques mucho más materialistas y a menudo positivistas. La ideología también reconoce la unidad en la diversidad, entendiendo que se realizan avances por medio de la solidaridad y la cooperación, pero no mediante la aniquilación de la individualidad (en contraste con el individualismo).
La Jineologî también reconoce el “Principio de lo Indefinido”, que indica que, aunque el futuro no puede predecirse, la humanidad puede analizar las diferentes opciones y caminos que pueden seguirse y, por tanto, intervenir en el desarrollo de los acontecimientos. Durante la formación, se hablaba a menudo de la dualidad, y era ésta una idea que se ha mantenido resurgiendo durante mi visita a Rojava. Tal como me dijeron respecto a la guerra que continúa sangrienta y la revolución que se está desarrollando al mismo tiempo: “Al apreciar que hay luz, nos hacemos conscientes de la oscuridad. Una no puede existir sin la otra. Hay partes contradictorias”. Otros aspectos de la ideología incluían la no separación de sujeto y objeto, así como la creación de una unidad entre la inteligencia emocional y la analítica. Como nos explicó el instructor, “por un lado, criticamos el racionalismo. La inteligencia emocional jugaba un papel clave en el período neolítico. Podemos tener ambos. Podemos tanto pensar como sentir”.
Cinco principios de la ideología de la liberación de la mujer
Todos estos conceptos ayudan a ilustrar el enorme trabajo teórico que ha derivado en la creación de esta ciencia de las mujeres; sin embargo, los principios clave de la ideología pueden resumirse como sigue:
-Welatparezi: Rechazo al extrañamiento / colonialismo / asimilación, impuestos a las mujeres.
-Pensamiento/Opinión Libre: La mujer debe tomar sus propias decisiones y realizar una ruptura mental de las estructuras dominantes.
-Organización Autónoma de las Mujeres: Sólo si las mujeres tienen la oportunidad de organizarse por sí mismas será posible superar el patriarcado.
-Lucha por el Cambio: No sólo plantear demandas al opresor, sino alcanzar derechos por medio de la lucha y la creación de alternativas.
-Estética y Ética: Las mujeres no deben supeditarse a patrones de belleza dictados por la sociedad o los hombres.
De la teoría a la práctica
Por supuesto, la teoría sin ningún tipo de aplicación práctica no tiene sentido, y el Movimiento de Liberación Kurdo ha pasado por un proceso de redefinición y desarrollo constante de sus teorías relativas a la emancipación de la mitad de la especie humana. Incluso dentro del propio movimiento no han faltado incidentes -incluso entorno al liderazgo- que han mostrado que las propias organizaciones revolucionarias no son inmunes a las actitudes patriarcales. Por ejemplo, en los inicios de la participación de las mujeres en la contienda armada en Bakur, muchos hombres del PKK mantenían una actitud de considerar que las mujeres eran incapaces de realizar ciertas tareas que se suponían “de hombres”. El argumento que defendían algunos líderes masculinos era que las mujeres eran demasiado emocionales y débiles para la guerra, por lo que para ellas era mejor desarrollar papeles no guerrilleros. Algunos comandantes querían que sus camaradas femeninas guerrilleras usaran pañuelos. Una joven guerrillera, Heval Beritan, oyó estos argumentos y sugirió la creación de sus propias fuerzas guerrilleras. La organización autónoma y la subsiguiente separación de los hombres de las guerrillas femeninas tuvieron como efecto el actual entendimiento de que tanto hombres como mujeres deben ocuparse de todas las tareas (por ejemplo, los hombres son ahora totalmente responsables de la cocina).
La historia de Heval Beritan ilustra claramente el hecho de que las mujeres están como mínimo a la par que los hombres en términos de capacidad para cumplir cualquier tarea revolucionaria y realizar cualquier rol. Inicialmente ella era periodista, pero se convirtió en comandante militar ya que deseaba jugar un papel más activo en la batalla. En 1992, durante la Guerra del Sur, luchó hasta su último cartucho y, en lugar de permitirse caer prisionera de las fuerzas reaccionarias del Partido Democrático de Kurdistán (KDP), se lanzó por un precipicio, cometiendo un suicidio revolucionario de la misma manera que lo hizo Bese más de cincuenta años antes durante la batalla de Dersim.
Las vidas de las Beritans, las Sakines y otras incontables mujeres revolucionarias de Kurdistán, proporcionaron el ejemplo práctico para las mujeres que formaron las YPJ. La actual revolución de las mujeres de Rojava habría sido un sueño imposible sin los ejemplos de estas “shehids” (mártires) que dieron su vida por la causa, no sólo de la libertad de los kurdos, sino de las mujeres de todo el mundo. Cada día, el suelo de Rojava se nutre con la sangre de mujeres que caen en combate, al lado de sus camaradas masculinos, como iguales. El autosacrificio de aquéllas como Arin Markin, que se disparó durante la batalla de Kobane antes de caer prisionera del Daesh, ilumina el sendero para las mujeres como la Comandante de las YPJ/SDF Rojda Felat, que se encuentra en la línea del frente en la actual operación de Raqqa. Sus ejemplos son la manifestación práctica de la ideología desarrollada durante décadas de lucha, una lucha que el movimiento cree que tiene el potencial necesario no sólo para liberar Oriente Medio, sino a la humanidad entera.
FUENTE: Marcel Cartier/Kurdish Question/Traducción: Rojava Azadî
Este material se compartió con autorización y fue publicado originalmente en Jineology: una propuesta de intervención radical en la mentalidad patriarcal