Ciudad de México, 15 de febrero de 2015. Cansados de los abusos del gobierno municipal y de los grupos asociados al crimen organizado la comunidad Santa Teresa, Nayarit, creo la primera policía comunitaria indígena de la región. “Tomamos en asamblea la decisión, no para enfrentarnos con la policía sino para defendernos de ellos y de los delincuentes que no capturan”.

Santa Teresa es una comunidad ubicada en el municipio Nayar, es uno de los cinco poblados que se verán afectados de manera directa por el proyecto hidroeléctrico Las Cruces, impulsada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se encuentra en su etapa de verificación del Manifiesto de Impacto Ambiental. El Consejo intercomunitario del municipio Ruíz le entregó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), 16 mil firmas recaudadas de las personas que están en desacuerdo con el proyecto, adjuntado las razones de su rechazo.

La comunidad indígena Cora denunció en una conferencia de prensa que las autoridades municipales hacen su propio manejo político con el crimen organizado. “Nosotros reclamamos las injusticias, el abuso de autoridad, las imposiciones a los megaproyectos y tememos a que nos desaparezcan como ya sucedió con otros indígenas”, denunció Pedro Hernández Delgado, comisariado ejidal de Bienes Comunales.

Con la corrupción que cada vez azota a las comunidades, explicó el comisariado ejidal, es necesario auto-organizarse, como está sucediendo en muchos lugares del país, tal es el caso del estado de Guerrero y añade que el presupuesto municipal destinado a la seguridad se traduce en dos patrullas para la vigilancia de 525 localidades.

Violencia, la estrategia gubernamental para el despojo de los territorios

En menos de seis meses han asesinado a dos personas de los poblados que se oponen al desplazamiento por la construcción de la hidroeléctrica en el cauce del río San Pedro, el único hasta ahora libre de hidroeléctricas en la Sierra Madre Occidental. Tan sólo en la cuenca alta de la sierra se inundarán cerca de 44 mil hectáreas, además de 18 lugares sagrados y un centro ceremonial del pueblo Cora, Tepehuano, Huichol y Mexicanero.

El pasado ocho de enero fue asesinado en el interior de su casa, Santos Flores de la Cruz, defensor del territorio. Los disparos se escucharon en toda la comunidad, sin embargo ningún uniformado se acercó al lugar.

El hostigamiento a los indígenas proviene del mismo subdirector de la policía municipal de Nayar, y de los uniformados que ridiculizan y se burlan de ellos sólo por ser indígenas. “Ha puesto retenes en Santa Gertrudis, despoja  a las mujeres de sus aretes, les quitó lo que llevan puesto, a otros les quitó tres mil pesos y lo que más me molesta, es que se burla de los indígenas”, refirió Hernández Delgado.

Una de las funciones de la policía comunitaria es la de proteger el territorio de las empresas extractivistas, madereras y del crimen organizado. La Ley de Derechos y Cultura Indígena del Estado de Nayarit, reconoce el derecho a la libre determinación para decidir sobre sus formas internas de convivencia y organización social, económica y cultural y en la creación de sus sistemas normativos a partir de sus usos y costumbres, así como las formas de gobierno tradicional.

 El “desarrollo” que inunda la cultura de los pueblos indígenas

Nayarit se ubica en el noroeste mexicano, en el litoral del Océano Pacífico; cuenta actualmente con tres hidroeléctricas: Aguamilpa, La Yesca y el Cajón. El núcleo agrario del municipio Ruíz está conformado por personas mestizas, un sector wixárika (huichol) y  cora.  La cortina de la presa estará ubicada en la parte alta de la sierra, en el municipio de Ruíz, pero las comunidades que se encuentran río abajo y que dependen de la pesca para subsistir no serían tomadas en cuenta como pueblos afectados.

La pesca doméstica y libre también se verá afectada en pueblos como Boca de Camichín, donde esta actividad es parte fundamental no sólo de su economía, sino también de su cultura y  estos no se encuentran incluidos dentro de los afectados, cuando en este lugar hay más de 25 cooperativas de pescadores.

La zona está reconocida dentro del área de Marismas Nacionales, una de las más importantes de Latinoamérica, además es un área protegida Ramsar (se refiere a todos los ecosistemas en los que el agua juega un papel fundamental en su estructura y función) y los manglares necesitan esa vertiente de agua para mantener su vegetación.

Con información del portal Lado B