Idle No More prepara el escenario para la participación latinoamericana

Talli Nauman Traducción: Paulina Santibáñez

Ronda de danza de Toronto

Idle No More (INM) se inició en Canadá a finales de 2012 como un movimiento indígena cuyo objetivo era bloquear la legislación regresiva que amenazaba las reivindicaciones indígenas en cuanto a territorios y tratados. Hoy día, se ha convertido en un vehículo a nivel mundial para los derechos de los pueblos indígenas y las quejas ambientales. A principios de 2013 ha atraído una considerable atención por parte de América Latina.

Sus participantes han acogido una gran variedad de medios de comunicación social para promover sus causas. Se inspiraron en la ocupación, en diciembre 21, de las plazas municipales del estado de Chiapas por parte de los zapatistas de México.

 

El llamado de Canadá

La movilización de INM comenzó como una respuesta a los esfuerzos del primer ministro canadiense Stephen Harper y su Partido Conservador para aprobar una legislación general –o una ley de gran alcance– que derogara las protecciones otorgadas a las Primeras Naciones y a los recursos naturales.

El 10 de noviembre, el movimiento se inauguró con un evento en la provincia de Saskatchewan organizado por las defensoras de los derechos indios Jessica Gordon, Sheelah McLean, Sylvia McAdams y Nina Wilsonfeld. Hoy, Idle No More se ha vuelto viral, en gran parte gracias a la publicidad difundida en el telégrafo digital.

INM cobró impulso con las movilizaciones que estallaron a lo largo de Canadá y en el extranjero después de que la jefa Theresa Spence, de la comunidad Attawapiskat en la provincia canadiense de Ontario, prestara su apoyo al movimiento al iniciar una huelga de hambre el Día Nacional de Acción (10 de diciembre), convocado para celebrar el final del primer mes de la protesta.

El proyecto de ley C-45, la legislación general, contenía enmiendas a la Indian Act (ley sobre los indígenas) que facilitaban la entrega de las reservas indígenas. Las enmiendas pedían que se eliminara el requisito de que todos los miembros de las Primeras Naciones participaran en los refrendos sobre las tierras.

Un cambio en la Ley de Protección de Aguas Navegables supuso entregar 99 por ciento del agua de lagos y ríos a la industria. Por otro lado, las modificaciones a la Ley de Pesca estaban destinadas a eliminar las salvaguardas ambientales más importantes y los procesos de revisión para la explotación de los recursos naturales.

Este conjunto de propuestas emergió de un clima político de crecientes restricciones gubernamentales al acceso a la información ambiental y a la participación  pública en los procesos de decisión.

Los manifestantes en América del Norte utilizaron el recientemente popularizado formato de protesta conocido como flash-mob, que consiste en reuniones casi espontáneas en centros comerciales. Tambores de mano, cantantes y círculos de danzantes ayudaron con frecuencia a expresar la resistencia.

Figuras públicas como la actriz Tantoo Cardinal y la cantautora Buffy Ste. Marie, un miembro de Cree, uno de los grupos más numerosos de las Primeras Naciones y residente en Hawaii, se unieron a los manifestantes de INM. Trascendió el apoyo de esta última, quien exigió a Harper que escuchara las demandas de los huelguistas de hambre. «Primer Ministro Harper, por favor considere esta oportunidad para, en nombre de todos los canadienses, hacer mejor las cosas», pidió en un spot de video.

Los organizadores de INM pidieron a «todas las naciones cantar y tocar el tambor a lo largo de la Isla Tortuga en el solsticio del 21 de diciembre de 2012, por un despertar espiritual sincronizado a nivel mundial».

A pesar de la algarabía, el proyecto C-45 se convirtió en ley como parte del Jobs and Growth Act a finales de diciembre. Fue una medida de implementación del presupuesto. Al igual que el June 2012 Jobs Act, amplió la amalgama de instrumentos legales para destruir el medio ambiente. Cada proyecto de ley contenía unas 450 páginas, lo cual provocó que los críticos afirmaran que los creadores de las leyes no leyeron o no entendieron el texto.

A pesar de que Harper acordó poner fin a la huelga de hambre al reunirse con Spence y la oficialmente reconocida Asamblea de las Primeras Naciones el 11 de enero, la actividad del INM no logró conseguir una audiencia simultánea con el representante de la Corona, el gobernador general David Johnston, quien ejerce influencia sobre las decisiones de los derechos de la tierra.

Spence y sus compañeros ayunantes extendieron su vigilia por seis semanas, hasta el 24 de enero, cuando la Asamblea de las Primeras Naciones, junto con las juntas ejecutivas del Partido Liberal y el Partido de la Nueva Democracia, se comprometió a apoyar activamente las exigencias de la acción.

Pero, para entonces, las demandas se habían ampliado a un nivel que iba incluso más allá del estatus general, y que tomaban en cuenta las preocupaciones internacionales que estaban siendo abordadas en las Naciones Unidas en un nivel global:

Una reunión inmediata entre la Corona, los gobiernos federales y provinciales, y todas las Primeras Naciones para discutir las relaciones ligadas o no con los tratados.

Planes de trabajo claros y líneas de tiempo, y una exigencia de que la crisis de la vivienda en el seno de las comunidades de las Primeras Naciones se considere como una acción inmediata a corto plazo.

Marcos y mandatos para la implementación y el cumplimiento de los tratados en una base de nación a nación.

La reforma y modificación de una política de reclamación de tierras.

Un compromiso para con el recurso de reparto de ingresos, mismo que requiere la participación de provincias y territorios.

Un compromiso con la vigilancia ambiental sostenida sobre las tierras de las Primeras Naciones.

Una revisión del proyecto de ley C-38 y C-45 para garantizar la coherencia con los requisitos constitucionales sobre la consulta con los pueblos aborígenes.

La seguridad de que toda la legislación federal cuenta con el consentimiento de las Primeras Naciones, cuyos derechos inherentes se ven afectados.

La eliminación de los topes de financiación y la indexación de los pagos efectuados a las Primeras Naciones.

Una investigación sobre la violencia contra las mujeres indígenas.

Equidad en la construcción de escuelas de las Primeras Naciones y apoyo financiero adicional para sus idiomas.

Un comité especial del gabinete y una secretaría dentro de la Oficina del Consejo Privado responsables de la relación entre la Primera Nación y la Corona.

La plena aplicación de la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.

Las demandas fueron apoyadas por un «Manifiesto», fechado el 24 de enero, el cual estableció los principios que las antecedían:

• Afirmamos que: los tratados son acuerdos de nación a nación entre la Corona y las Primeras Naciones, que son naciones soberanas. Los tratados son acuerdos que no pueden alterarse o romperse por parte de alguna de las dos naciones. El espíritu y la intención de los acuerdos es que los pueblos de las Primeras Naciones compartan la tierra, pero conserven sus derechos inherentes a las tierras y los recursos. En cambio, las Primeras Naciones han experimentado una historia de colonización que ha dado lugar a reclamos de tierras no resueltos, la falta de recursos y la financiación desigual de servicios tales como educación y vivienda.

• Afirmamos que: el estado de Canadá se ha convertido en uno de los países más ricos del mundo mediante el uso de la tierra y los recursos. Las compañías canadienses mineras, madereras, petroleras y pesqueras son las más poderosas en el mundo gracias a la tierra y los recursos. Algunas de las comunidades más pobres de las Primeras Naciones cuentan con minas u otros desarrollos en sus tierras, pero no reciben una parte de las ganancias. La toma de los recursos ha dejado a muchas tierras y aguas envenenadas –los animales y plantas están muriendo en muchas zonas de Canadá–. No podemos vivir sin la tierra y el agua. Tenemos leyes más antiguas que este gobierno colonial sobre cómo vivir con la tierra.

• Afirmamos que: actualmente, este gobierno busca aprobar muchas leyes con el fin de que las tierras de reserva también puedan ser compradas y vendidas por las grandes empresas para sacar provecho de los recursos. Esta vez prometen compartir… pero, ¿por qué estas promesas serían distintas de las ya hechas? No nos quedaremos con nada más que agua, tierra y aire envenenados. Éste es un intento de arrebatar a los pueblos de las Primeras Naciones la soberanía y el derecho inherentes a la tierra y los recursos.

• Afirmamos que: existen muchos ejemplos de otros países que avanzan hacia la sostenibilidad, y debemos exigir un desarrollo sostenible. Creemos en comunidades saludables, justas, equitativas y sostenibles y tenemos una visión y un plan para construirlas. Por favor, únanse a nosotros en la creación de esta visión.

Los disidentes lograron reunir más de mil  030 firmas a través de una petición en Internet, que fue entregada el 28 de febrero a Harper y el Partido Conservador. Ésta establece lo siguiente:

«Nosotros, el pueblo canadiense, queremos que el gobierno revise el proyecto de ley general C-45, elimine la re-designación de los derechos territoriales indígenas, y vuelva a proteger nuestras vías navegables, lagos y ríos».

Mientras tanto, el fin de semana del 5 y 6 de enero los manifestantes salieron a los cruces de fronteras internacionales entre Canadá y Estados Unidos, enlenteciendo el tráfico para resaltar sus peticiones. Establecieron el 28 de enero como el Día de Acción Mundial de Idle No More.

Los eventos de INM en Canadá se llevaron a cabo no sólo en las Primeras Naciones, de Aamjiwnaang al Yukon, sino también en los centros urbanos de Calgary, Halifax, Hamilton, Kelowna, Kingston, Manitoba, Montreal, Nelson, Ottawa, Edmonton, Regina, Saskatoon, Toronto, Victoria , Windsor, Winnipeg, Yorkton y otros.

Los latinos se unen a Idle No More

En poco tiempo, los manifestantes organizaron acciones de solidaridad en estados de EE.UU.: Alaska, Arizona, California, Colorado, Hawaii, Iowa, Maine, Michigan, Minnesota, Nevada, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Oklahoma, Dakota del Sur, Texas, y Wisconsin, entre otros.

También participaron activistas en naciones europeas, africanas y asiáticas. Mientras los rallies de INM eran escasos en las Américas al sur de la frontera con EE.UU, los latinoamericanos de descendencia indígena que se encontraban en Estados Unidos y Canadá subieron a bordo.

Vuela el estandarte de la descolonización desde las calles del Este de Los Ángeles hasta los bancos de nieve de Edmonton. El grupo de investigadores latinoamericanos de Ontario (Latin American Researchers of Ontario) ha organizado a latinos y latinas en solidaridad con Idle No More, atrayendo el apoyo del Congreso Hispano Canadiense, la Casa Maíz de Toronto, la Red de Compromiso de Comunidades Latinoamericanas de Edmonton, Memoria Viva y el grupo Redes Comunitarias; la Revista Latinoamericana Refundación; One Voice Radiode Arizona y los rebeldes latinos de Massachusetts.

El gran alcance del movimiento INM ha forjado alianzas entre líneas raciales y ampliado el núcleo de actividades para incluir otras luchas relacionadas. Las demandas originales por la autonomía indígena, la soberanía tribal y la autodeterminación se han ampliado; la oposición a la perforación horizontal para capturar petróleo y los oleoductos de arenas de alquitrán están entre las principales preocupaciones ambientales incorporadas en la plataforma del movimiento de los americanos nativos de EE.UU. Las cuestiones de derechos humanos abordadas incluyen las preocupaciones de los migrantes y aborígenes australianos.

Aun ganando impulso cinco meses después de su inicio, los participantes de Idle No More se preparan para celebrar la “primavera nativa” con un Día Global de Ceremonia y Resurgencia el 20 de marzo, la Marcha Anual Comunitaria de Vancouver contra el Racismo, el 23 de marzo, el concierto de Buffy Sainte Marie contra el racismo, el 24 de marzo en Oklahoma, así como reuniones de autoenseñanza colectiva en varias ciudades durante todo el mes.

El escenario está listo para el enorme potencial de una mayor participación por parte de activistas latinoamericanos.

Talli Nauman es periodista ambiental, organizadora y columnista del Programa de las Américas (www.cipamericas.org), proyecto hermano en el que  fue publicado originalmente este artículo en inglés.

Publicado el 18 de marzo de 2013

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