El ministro húngaro de exteriores, Peter Szijjarto, anunció que su país va a cerrar con la frontera con Croacia esta noche, ante la crisis humanitaria de refugiados que han llegado a Europa huyendo de los conflictos en el norte de África y Oriente Medios.
La decisión de blindar la frontera se tomó trras una reunión del gabinete de seguridad con el primer ministro Viktor Orban. Según la agencia húngara MTI, hace un mes Hungría ya cerró su frontera con Serbia con una valla y con ello dificultó el paso de decenas de miles de refugiados e inmigrantes, que querían continuar viaje hacia Europa occidental.
Desde hace unas semanas, Hungría está construyendo también una valla en la frontera con Croacia. La frontera entre ambas naciones es de más de 300 kilómetros, de los que una tercera parte están delimitados por los ríos Drava y Mura. Por el momento se desconoce cómo se va impedir el paso en ese tramo.
Desde el 15 de septiembre una valla divide los 175 kilómetros de frontera que comparte Hungría con Serbia. Desde entonces, la mayoría de los refugiados intentan llegar a Europa occidental por Croacia. Croacia traslada a diario a miles de inmigrantes a la frontera húngara y las autoridades locales los trasladan hasta la frontera austriaca. Tan sólo el jueves llegaron 4.808 refugiados a Hungría, según la policía local. La mayoría llegó a través de Croacia, según informa Deutsche Welle.
Cifras del desplazamiento
Medio millón de migrantes y refugiados han llegado en los primeros nueve meses de este año a las costas europeas, una cifra que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que podrá alcanzar las 700 mil personas en 2015, y la misma cantidad en 2016. Así lo advirtió ACNUR en una revisión de su llamamiento de fondos para financiar la crisis migratoria en el Mediterráneo.
La Agencia ha calculado que para poder financiar sus operaciones en los próximos quince meses necesitará 128 millones de dólares, que incluyen no sólo la respuesta en las costas europeas, sino sus programas de apoyo en los países de tránsito de los migrantes tanto en Oriente Medio como en África, según informa LA Vanguardia.
ACNUR alertó de las posibles consecuencias desastrosas que la llegada del invierno y las bajas temperaturas tendrá para las decenas de miles de refugiados que están llegando a Europa. El portavoz del organismo, Babar Baloch, pidió a los gobernantes europeos «un plan maestro» para afrontar el frío y advirtió que «el mal tiempo agravará el sufrimiento» de los miles de refugiados que viven en campamentos improvisados en Europa central y oriental, así como en la región balcánica.