Al menos 117 cuerpos en avanzado estado de descomposición fueron encontrados en la costa de Libia, a 120 kilómetros al oeste de la capital Trípoli, informó la organización humanitaria la Media Luna Roja. Los cuerpos pueden ser algunos de los casi 900 muertos que estima la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) se ahogaron en los últimos días de mayo.
Es posible que la mayoría de las personas ahogadas, entre las cuales había cuando menos dos niños, fueran originarios del África subsahariana, aunque por el avanzado estado de descomposición no se puede precisar. La organización humanitaria procedió de inmediato a la recuperación de los cuerpos, cuando habitantes de la localidad cerca de Zuara, dieron aviso a la policía.
A pesar del elevado número de personas ahogadas, la navegación de migrantes continúa e inclusive se ha incrementado con la llegada del “buen tiempo”. La ruta Libia-Italia, que intensifica su tráfico es “más peligrosa” informa Acnur. Todavía la mañana del 3 de junio, la guardia costera griega realizaba una operación de rescate de centenares de migrantes, cuyo bote estaba a la deriva. En este rescate, los guardacostas habían registrado el hallazgo de tres cuerpos y el rescate de 302 personas. Sin embargo, se considera que en la embarcación habían de 600 a 700 personas.
Acnur señala que en lo que va del año, 2,510 personas se han ahogado en aguas del Mar Mediterráneo Oriental, al intentar llegar a Europa. De éstas, 2,119 se ahogaron en esta ruta frente a las costas de Libia.
Ante la situación política que se vive en Libia, la desesperación por salir de ese país para buscar un futuro en Europa, ha hecho que los traficantes aprovechen la situación para extender sus actividades a esta zona. Los africanos subsaharianos pagan miles de dólares por ocupar un lugar en los botes y barcos, en condiciones que, casi siempre resultan mortales.
Con información de El diario.es
foto: Organización Humanitaria La Media Luna Roja