El día después del incendio en el campamento de refugiados de Calais

Redacción Desinformémonos.

Mientras la ciudad de París se convulsionaba en medio de los atentados y la policía francesa intervenía en el Bataclan, en el campo de refugiados de Calais, al norte de Francia, un incendio, originado por el derrame de una vela,  se extendía arrasando casi 60 tiendas. No fue una reacción a los atentados, como se pensó al principio. Sólo hubo heridos leves y ninguna víctima fatal que se sumara a las 129 de los atentados.

El día después, cuando las demás ciudades francesas permanecen alertas, en Calais, y específicamente en el campamento, la vida sigue igual.

Hay cerca de cinco mil refugiados, muchos de ellos jóvenes procedentes de diferentes lugares del mundo, que esperan su oportunidad para llegar al Reino Unido escondidos en camiones o trenes que atraviesan el Eurotúnel.

El campamento de Calais es conocido despectivamente como “La Jungla, porque las personas que aquí llegan son tratados como animales” explica un joven voluntario francés. Está rodeado con doble valla metálica coronada con ‘concertina’, las áreas de aseo escasean y la basura se acumula, afortunadamente lo que no falta es la comida”.

Fabrice, un joven sudanés que vive en el campo y fue afectado por el fuego, comenta: “las condiciones de vida en las que vivimos no son normales y así es muy probable que pasen estas cosas. No sería la primera vez”.

Fabrice abandonó Sudán del Sur junto a su hermano en 2013 cuando inició la guerra civil. Ambos intentaron cruzar el mar Mediterráneo, pero solo Fabrice llegó a Lampedusa, donde permaneció unos meses antes de llegar a Calais.

Mohammad comparte una historia similar: sirio de 30 años, tuvo que dejar atrás su ciudad natal, Deir ez Zor, al este del país, cuando las tropas del Daesh conquistaron el territorio. Después de atravesar Turquía, cruzó el Mediterráneo con 50 sirios en una barca de plástico con capacidad para 20 personas hasta llegar a Grecia, y más tarde Macedonia, Serbia, Hungría, Austria, Italia y Calais, donde, asegura, ha visto las peores condiciones de vida.

Sin embargo, la reacción de los refugiados de Calais a los atentados de París fue inmediata. El fin de semana realizaron vigilias y guardaron minutos de silencio en solidaridad con los muertos por los atentados en la capital francesa.

Un grupo de familias del Kurdistán iraquí, que viven en el campo desde septiembre, intentaron realizar  en la ciudad de Calais, una manifestación de solidaridad con las víctimas de los atentados del 13 de noviembre y pedir una mejora en las condiciones de vida en el campamento.

Una fuerte presencia policíaca se los impidió. Un grupo de jóvenes les aventó piedras y la gendarmería francesa los obligó a retroceder a empujones y rociándolos con gases lacrimógenos.

«Queremos ir a la ciudad para que la gente conozca nuestras condiciones de vida, pero también para que sepan que lo que ocurrió el viernes pasado es exactamente lo mismo que me ha traído aquí con mi mujer y mis hijos», aclaraba entre gritos Ahmed, de 40 años.

Calais es una ciudad portuaria. El campamento se localiza a unos tres kilómetros de la misma.  En la ciudad el ritmo es otro. La presencia de los refugiados es inexistente, pero sí es tema de conversación y con opiniones muy radicales, sobre todo después de los atentados. “No es un tema tabú”.

Pierre, un profesor de español comenta a El diario.es que el rechazo a los inmigrantes en Calais se debe a la escasa cultura migratoria en comparación con otras zonas de Francia, que sumado a los altos índices de desempleo por la desindustrialización de la zona, genera un caldo de cultivo para favorecer a la extrema derecha francesa.  “Aunque la gran mayoría de los habitantes de Calais no son racistas, sí existen movimientos xenófobos que no aceptan a los refugiados” precisa Pierre, quien destaca la manifestación convocada por “Sauvon Calais” y Pegida, ambos movimientos racistas.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de Francia   internacional  

Dejar una Respuesta