En las provincias de Islay, Arequipa, al sur de Perú, las autoridades reprimen las constantes protestas llevadas a cabo por los campesinos, sindicatos, indígenas y organizaciones antimineras en contra del proyecto conocido como Tía María, el cual traería consigo daños drásticos en el ambiente y hábitat de estas zonas.
Durante más de 60 días, en Valle de Tambo, se ha llevado a cabo el paro en contra del proyecto minero, el cual está respaldado por el presidente de Perú Ollanta Humala, y que está a cargo de Grupo México.
Lo que Tía María busca es que a partir del 2017, se produzcan 120 mil toneladas por año de cátodos de cobre, elevando los sedimentos en el agua y ocasionando el desequilibrio hídrico, además de generar desechos químicos residuales que propiciarían la contaminación de las aguas subterráneas.
Por esto, otras ciudades y regiones se han unido a las movilizaciones de carácter pacífico, como la ciudad de Puno con la Federación de Campesinos que se sumó a la protesta.
Algunos movimientos ejecutados el pasado miércoles se caracterizaron por enfrentamientos y pugnas, pero las manifestaciones por pobladores de Mollendo y Cocachacra fueron realizadas en las calles sin la presencia de violencia.
Al final, son ocho las regiones que se han unido para declararse a favor de la no autorización del proyecto minero, siguiendo a los campesinos que buscan la protección de sus tierras.
Con información de teleSur