Parientes de los 16 habitantes de la isla de Holbox acusados de delitos contra el medio ambiente se preparan para festejar la Navidad en la cárcel; algunos de los hijos de los detenidos han tenido que dejar la escuela por falta de dinero, mientras las esposas de los procesados trabajan para sacar adelante a sus familias.
Ya hasta creció la pinche yerba, nuestros parientes siguen detenidos y no hay fecha para que salgan, dice María de la Cruz Chi a la puerta de la cárcel municipal, adonde acude cada domingo para dar ánimo a su esposo, quien el 24 de diciembre cumplirá cinco meses encarcelado junto con otras 15 personas: 11 trabajadores de campo, tres topógrafos, un estudiante y un pintor.
Todos fueron detenidos en Holbox en una operación dirigida por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con apoyo de fuerzas federales. Los acusaron de dañar mangle y palma chit, especies protegidas.
De la Cruz Chi dio una nueva versión de la ocurrido el 24 de julio pasado: ejidatarios de Holbox contrataron a los 16 habitantes para hacer guardia en sus terrenos, pues temían que empresarios los despojaran. A cambio les ofrecieron terrenos para construir casas.
Cuando llegaron los marinos y policías federales, los supuestos vigilantes limpiaban terrenos que les habían asignado los ejidatarios, en una zona que, según dijo, estaba destinada para crecimiento del pueblo.
Desde que se llevaron a nuestros esposos tuvimos que dejar la casa para trabajar. Algunos niños dejaron de ir a la escuela y la mayoría están encargados con vecinos o familiares. Los mil 500 pesos quincenales que les otorga el gobierno estatal no alcanzan para nada y las despensas prometidas sólo llegaron en dos ocasiones, reprochó María de la Cruz Chi.
Relató que cada semana cada uno gasta 400 pesos en transporte desde Holbox a Cancún; además tienen que llevar despensa a sus familiares. Agregó que aparte tienen que cubrir servicios básicos y otros gastos de sus casas; además, todos pagan rentas no menores a 2 mil 500 pesos mensuales
Aunque ya solicitaron la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, no hay para cuando se resuelva este problema.
A unos días de la Navidad, que coincide con el día en que fueron detenidos, confían en que serán liberados, a pesar de que los juzgados están de vacaciones. Festejar juntos sale muy caro. Algunos estarán con sus hijos, otros con las esposas, pero no toda la familia porque no hay dinero para tanto, subrayó
Alejandro Aguirre Buenfil, abogado de los 16 detenidos, informó hace unos días que la Profepa interpuso un recurso de revisión del amparo que les concedió el juzgado tercero de distrito, lo que alargará la estancia de los habitantes de Holbox en la prisión municipal por lo menos hasta marzo. No obstante, promoverá un incidente de libertad por desvanecimiento de datos para que sus defendidos salgan librea antes de fin de año.