Se cumplen cuatro meses del asesinato de Alejandra Negrete, Mile Martin, Nadia Vera, Rubén Espinosa y Yesenia Quiroz en la colonia Narvarte de la Ciudad de México. A ciento veinte días del multihomicidio, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) apuesta al cierre del caso y los familiares de las víctimas se sumen en la impotencia ante la falta de justicia.

Cuando se cumplieron tres meses del asesinato de su hija, la madre de Nadia Vera, la señora Mirtha Luz Pérez Robledo, escribió una carta pública dirigida en primer lugar, a todas las personas sensibles, y después a las autoridades del Distrito Federal y del estado de Veracruz cuestionando duramente el desarrollo y trato que se le ha dado a las investigaciones del caso.

Por su parte, Edmundo Garrido, subprocurador de Justicia de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), en entrevista reciente para la revista electrónica Animal Político, sin afirmar que para ellos el caso está casi cerrado, sí expresa que “las pruebas que han reunido las autoridades fortalecieron sólo una línea de investigación: el crimen tuvo como origen la amistad de los responsables con la joven Mile Virginia Martin, una de las cinco víctimas”.

En la entrevista con el portal electrónico, el funcionario local reconoció que no tienen un móvil totalmente confirmado, pero que, la investigación que han hecho hasta ahora “ha permitido construir un caso sólido ya consignado”.

Mientras tanto, desde un mes antes, Mirtha Robledo, madre de Nadia, cuestionaba públicamente:

¿Porqué a tres meses aún no se tiene un móvil claro y se tiene prisa por cerrar el expediente?

¿Por qué no se le ha permitido declarar a los amigos, familiares y vecinos que han querido aportar información?

¿Porqué se hicieron afirmaciones a grado de testigo sin presentar pruebas y sin que hubiese quien sustentara lo que se dijo?

¿Porqué no se ha buscado el arma con que se cometió el crimen?

Al inicio de su carta,  la madre de Nadia Vera, escribe: “ A la violencia contra nuestra Nadia, le siguió la violencia institucional, pero no podría enumerar aquí todas las ofensas sufridas. Nos hemos dado cuenta que en este país, un ciudadano común como nosotros no tiene fácil acceso a la justicia cuando está vivo, y cuando ha sido asesinado, nos preguntamos ¿qué es la justicia?». 

«Pocas veces tenemos oportunidad de ser escuchados, casi ninguna posibilidad de decir lo que pensamos sin sufrir las consecuencias de tal osadía. Tal vez hoy sea una oportunidad y por ello lanzo estas preguntas sabiendo que quizá nunca tendrán respuesta porque algunas, son las mismas que hice hace tres meses y temo que me las siga haciendo al pasar el tiempo”.

Sin embargo, el subprocurador Garrido, en la entrevista reconoce que no tienen elementos suficientes para confirmar al cien por ciento el motivo que llevó a los “amigos de Virginia” a tomar la decisión de matarlos, es decir, no se confirmado el móvil del crimen. 

El funcionario del DF expresó que  “se siguieron todas las líneas del caso incluyendo la que apuntaba a Veracruz por el autoexilio de dos de las víctimas de esa entidad, Rubén Espinosa y Nadia Vera,  pero la que se fortaleció fue la del vínculo de los probables homicidas con Mile Virginia”.

Desestimó también que las tres personas detenidas hayan dado declaraciones contradictorias en torno a lo ocurrido en el interior del departamento donde se realizó el multihomicidio, pues dijo que “a su juicio, hay pruebas suficientes para vincularlos al caso”.

Para Garrido, incluso, el caso ha tenido un “exceso de transparencia” ya que han dado una “apertura total”  al expediente de la averiguación, tanto a los abogados coadyuvantes como a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), como a la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) e incluso a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU.

El 6 de noviembre pasado, los abogados coadyuvantes de dos de las víctimas, Nadia Vera y Rubén Espinosa, interpusieron una demanda de amparo,  porque la PGJDF se ha negado a darles un informe por escrito sobre el avance del caso, así como a realizar varias diligencias que les han solicitados como lo es una reconstrucción completa de los hechos, dijo la abogada Karla Michel Salas.

El funcionario finalizó la entrevista con Animal Político diciendo que “Ha habido varios amparos, algunos se han sobreseído, hemos contestado de manera responsable porque ningún amparo se puede dejar sin responder. Los informes previos y justificados se han dado de manera puntual”.

Mirtha Pérez Robledo, madre de Nadia, mientras tanto públicamente cuestiona “¿Qué les impide hacer una investigación, clara, expedita, diligente, exhaustiva,  que lleve al esclarecimiento de los hechos, del móvil y a encontrar los actores materiales e intelectuales?”.

“En esta búsqueda de la verdad, no nuestra verdad, no la verdad institucional, sino la verdad surgida de una investigación seria, justa, sin intereses políticos ni personales, sin dinero de por medio; una investigación clara, diligente, exhaustiva; exigimos lo que es nuestro derecho, porque ninguna persona debería perder la vida por causa del interés mezquino de otra. No creemos en las Instituciones pero sí en algunas personas y por ello buscamos a la persona o las personas que estén dispuestas a hacer su trabajo y a acceder a esa verdad. ‘Seamos realistas hagamos lo imposible’

La madre de Nadia termina su misiva, publicada en la revista electrónica Rompeviento, diciendo:

“Queda dar la espalda al individualismo impuesto desde la lógica mercantil, a este ridículo ‘sálvese quien pueda’, queda ser solidarios.

Queda no dar crédito a sus ‘verdades históricas’, a la estigmatización que se promueve desde los medios oficiales: ‘eran putas’, ‘eran drogadictos’, ‘eran narcos’, ‘eran guerrilleros’.

Queda vivir con dignidad, nos queda ‘la necedad de vivir sin tener precio’.

Porque en este país, el lugar más seguro sigue siendo un libro, les pido que permanezcan ahí. No nos acostumbremos a la violencia.