Todos los refugiados que entren a Suiza deberán entregar sus bienes que superen el valor de mil francos (unos 915 euros), además de ceder el 10 por ciento de su salario durante diez años para abonar 15 mil francos si consiguen trabajo en el país.
En la televisión suiza se expuso el recibo de un refugiado sirio que fue obligado a dar la mitad de su dinero en efectivo, lo que restaba de los “pasajes” que pagaron a los traficantes de personas para llegar al país alpino.
“Si tiene propiedades de más de 1.000 francos suizos de valor al llegar al centro de recepción, debe entregar estos bienes y se le dará un recibo», explica el programa 10 vor 10.
“Es indigno», denunció un activista del grupo de ayuda a los refugiados Schweizerische Fluechtlingshilfe.
La decisión está justificada para el gobierno porque la ley obliga a los refugiados y migrantes a contribuir con el proceso de sus solicitudes.
«Si alguien se marcha voluntariamente en siete meses, esta persona puede recuperar su dinero y llevárselo. De lo contrario, el dinero servirá para pagar los gastos que genere», declaró un portavoz de la SEM, agencia estatal de migración.
Una medida similar intenta aplicar Dinamarca, pero está siendo modificada por las diversas críticas que recibió por parte del Alto Comisionado para los Refugiados (ONU).
Con información de agencias