foto: Rogerio Assis
En Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil delibera una decisión que, de tomarse será un retroceso para los derechos indígenas: si lo pueblos originarios no estaban ocupando sus tierras ancestrales en o antes del 5 de octubre de 1988, cuando entró en vigor la actual Constitución de ese país, ya no tendrán derecho a ellas ni a su usufructo. Esto podría significar el el mayor golpe contra los derechos territoriales indígenas desde la dictadura militar del país.
La decisión se conocerá el próximo miércoles 16 de agosto. Se prevén grandes protestas indígenas mientras los jueces deciden sobre la legalidad de la tesis del “marco temporal”, adoptada por el presidente Michel Temer en julio tras un dictamen jurídico de la Abogacía General de la Unión (AGU).
Si llega a aprobarse como política beneficiaría al agronegocio y a la bancada ruralista de Brasil, que consideran la protección de tierras para los pueblos indígenas una barrera innecesaria para la obtención de beneficios.
La propuesta sostiene que los pueblos indígenas que no estaban ocupando sus tierras ancestrales en o antes del 5 de octubre de 1988, cuando entró en vigor la actual Constitución brasileña, ya no tendrán derecho a vivir en ellas ni a su usufructo.
Si los jueces aceptan el dictamen, supondría un retroceso de décadas para los derechos indígenas y centenares de tribus autosuficientes, que dependen de su tierra para su autonomía y supervivencia, podrían ser destruidas.
En vísperas de la votación del STF, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) está organizando diversos eventos y protestas en Brasilia y por todo el país bajo el lema: “¡Nuestra historia no empieza en 1988! ¡No al marco temporal”.
Joeoenia Wapixana, la primera abogada mujer indígena brasileña afirmó: “Nuestros derechos originarios son imprescriptibles, por eso establecer un marco temporal es inconstitucional.”
Luiz Henrique Eloy, un abogado indígena terena que trabaja en la red Articulação dos Povos Indígenas do Brasil-APIB dijo: “La tesis del marco temporal es totalmente inconstitucional; la Constitución reconoce el derecho indígena como derecho originario que precede a cualquier otro. Se trata de la postura de algunos ministros, no está consolidada.”
Muchos afirman que esta medida está siendo impulsada por el presidente Temer para garantizarse el apoyo político necesario para mantenerse en el poder. Temer llegó a la presidencia tras el proceso destituyente de Dilma Rousseff en 2016. Desde entonces su Gobierno ha registrado uno de los índices de aprobación más bajos de las últimas décadas, y afronta inestabilidad y protestas generalizadas.
Los indígenas guaraní-kaiowás del sureste de Brasil son solo uno de los muchos pueblos indígenas que se verían afectados. Si se aprueba la medida, nunca recuperarían la mayor parte de su tierra. Eliseu Guaraní, un portavoz de la tribu, dijo: “Este marco temporal es muy duro para nosotros (…) no habrá más demarcación [reconocimiento legal] de nuestros territorios (…) Hay violencia, tenemos que enfrentar ataques de todos lados, ataques paramilitares, criminalización, racismo”.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “El robo de tierras es el mayor problema al que se enfrentan los pueblos indígenas y tribales, y esta propuesta es poco menos que un manifiesto de robo de tierras. Es una desintegración evidente de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, que pone sus tierras a merced de agroganaderos, madereros, barones de la soja y a los intereses de otras inversiones ocultas”.
Lamentable y patético. Me pregunto si las cúpulas dominantes del Brasil y los carroñeros de afuera AGUANTARáN la reaccion popular de miles y miles. Gracias por poner a la luz esta y otras problemáticas urgentes. Saludos desde Córdoba, Argentina.