Una manifestación en San Pablo contra los gastos en los eventos deportivos y las falencias en salud y educación terminó en enfrentamientos. Estaba encabezada por el grupo anarquista «Black Bloc»
La policía dispersó con gases lacrimógenos una manifestación de unas 1.000 personas en Sao Paulo contra el Mundial 2014, a cuatro meses de su celebración en Brasil.
«No va a haber Copa», gritaban los manifestantes, encabezados por un grupo de anarquistas del grupo Black Bloc, vestidos de negro, con los rostros cubiertos y custodiados por un fuerte contingente militar
Algunos manifestantes declararon que los enfrentamientos con la policía comenzaron cuando la fuerza bloqueó la manifestación, entre gritos y cantos de «policía terrorista». La dispersión de la protesta se hizo primero con bombas de estruendo y luego con gases lacrimógenos.
La manifestación de este sábado fue convocada en la página de Facebook del colectivo Contra Copa 2014, donde se asegura que Brasil vive un «caos» por la falta de inversiones en salud, educación e infraestructura, y se cuestiona al Estado y al gobierno de Dilma Rousseff por desembolsar recursos para la organización del torneo de fútbol. Se trata de las mismas consignas presentadas durante las masivas manifestaciones de junio pasado en plena Copa Confederaciones.
«Vine para protestar contra el Mundial. Se gastaron millones en estadios y no nos dan salud o educación», dijo Fernanda Moreira, de 19 años. «El gobierno pretende hacer creer que Brasil es sólo alegría y carnaval, pero no es así. Es un país muy desigual», indicó por su parte Lucas Souza, también de 19 años.
Brasil tiene previsto invertir unos 11.000 millones de dólares en la organización del Mundial 2014, la que se celebrará entre el 12 de junio y el 13 de julio de este año. Se trata de la mayor inversión en la historia de estos eventos.
La policía había informado el viernes que dispondría de efectivos entrenados en artes marciales para contener a los Black Blocs, que son con los que generalmente se vinculan los actos de vandalismo y daños a bienes públicos durante las manifestaciones.
A fines de enero se convocó a una jornada de protestas en varias ciudades brasileñas pero,salvo en Sao Paulo, tuvo una respuesta baja y pacífica. En la capital paulista, en cambio,2.500 manifestantes salieron a la calle y un joven resultó herido de bala por la policía.
El pasado 6 de febrero, una manifestación en rechazo a alzas en el transporte en Rio de Janeiro se tornó violenta y cobró la vida del camarógrafo de la Red Bandeirantes, Santiago Andrade, que recibió el impacto de una bengala en su cabeza.
Dos manifestantes fueron responsabilizados de haber encendido el artefacto y quedaron detenidos.
Se espera que el Mundial sea escenario de nuevas y mayores movilizaciones, y el mayor desafío para los intentos de reelección de la presidenta Dilma Rousseff, en las próximas elecciones de octubre.