Organizaciones ambientalistas y de derechos humanos de la región iniciaron una campaña de recolección de firmas para demandar a la Comisión Técnica Nacional sobre Bioseguridad de Brasil que no se planten eucaliptos transgénicos de la empresa FuturaGene en ese país.
Las organizaciones invitan así a firmar una carta dirigida a la citada comisión en la que denuncian los impactos que tendría la siembra para fines comerciales de los árboles transgénicos de FuturaGene, empresa subsidiaria de la brasileña Suzano Papel e Celulose.
En la misiva refutan los argumentos expuestos por la compañía sobre los supuestos beneficios ambientales de las plantaciones genéticamente modificadas.
Afirman que es falso que el aumento de productividad conduzca a un menor uso de tierras, tal como sostiene la empresa, y así lo demuestran las estadísticas en Brasil.
El área cubierta por plantaciones pasó de 4 millones de hectáreas a fines de los 80 a las más de 7,2 millones de hectáreas actuales, indican.
Asimismo, advierten que los costos sociales, ecológicos y económicos recaerán sobre las comunidades rodeadas por plantaciones.
Las condiciones en las que viven las comunidades rodeadas por las operaciones de Suzano se han deteriorado tanto que las poblaciones luchan por lograr la soberanía alimentaria y están cada vez más en peligro de perder sus territorios, precisa la carta.
En la misiva advierten también el probable aumento del uso de agrotóxicos, por la magnitud de las plantaciones forestales que planean realizarse y por los antecedentes con otros cultivos transgénicos.
El argumento utilizado por el lobby de la tecnología GM, según el cual la introducción de cultivos transgénicos como la soja y el maíz hace disminuir el uso de insecticidas y fertilizantes, ya ha demostrado ser falso, señalan.
La campaña es promovida por las organizaciones CEPEDES, Terra de Direitos, Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles (RECOMA) y World Rainforest Movement (WRM).
Para firmar la carta, envíe su nombre, el nombre de su organización y el nombre del país donde se encuentra, a la dirección wrm@wrm.org.uy antes del 15 de junio.
A continuación la carta:
Carta abierta a la Comisión Técnica Nacional sobre Bioseguridad de Brasil
A: Comisión Técnica Nacional sobre Bioseguridad de Brasil (CTNBio)
Nosotros, los abajo firmantes, hemos sido informados de que FuturaGene, empresa biotecnológica que pertenece íntegramente a la compañía de celulosa y papel Suzano, ha presentado una solicitud para la plantación comercial de sus eucaliptos genéticamente modificados de alto rendimiento.
Suzano/FuturaGene, así como otras compañías como Fibria (ex Aracruz) y ArborGen, han estado realizado investigaciones y ensayos de campo con árboles GM desde hace tres años. El interés de Suzano/FuturaGene ha sido aumentar la productividad de sus plantaciones de árboles. Afirman que su nuevo árbol GM permitirá aumentar el rendimiento un 20% y, por consiguiente, acrecentar la competitividad y las ganancias ambientales y socioeconómicas gracias a una mayor productividad, utilizando menos tierras y, por ende, menos insumos químicos, y liberando menos carbono; de esta forma, quedarán más tierras disponibles para la producción de alimentos o la conservación, y aumentarán los ingresos de los cultivadores contratados.[1] Estas afirmaciones contradicen los hechos, como lo explicaremos a continuación.
El uso de árboles GM de crecimiento más rápido exacerbará los ya notorios impactos sociales y ambientales que causan las plantaciones industriales de árboles, y agregará otros efectos y nuevas repercusiones debido a los riesgos adicionales inherentes a la ingeniería genética.
Los árboles transgénicos agravan los problemas generados por las plantaciones industriales de árboles
Las compañías que realizan plantaciones industriales de árboles prometen desde hace largo tiempo que el aumento de la productividad conducirá a un menor uso de tierras. Esto es falso. En Brasil, por ejemplo, donde la productividad por hectárea de las plantaciones de árboles en monocultivo pasó de 27 m3/ha/año en los años 1980 a 44 m3/ha/año hoy en día, el área cubierta de plantaciones pasó de 4 millones de hectáreas a fines de los 80 a las más de 7,2 millones de hectáreas actuales. Por lo tanto, no existe evidencia histórica de que, en Brasil, el aumento de la productividad haya desembocado en una disminución de las tierras ocupadas por plantaciones industriales de árboles. Una asociación de creación reciente, Indústria Brasileira de Árvores (Ibá), que representa a la industria de las plantaciones de árboles, afirma que tiene la intención de duplicar la superficie de dichas plantaciones, hasta llegar a 14 millones de hectáreas en 2020.
Suzano busca abrir nuevos mercados para las plantaciones de árboles
Suzano abrió recientemente una nueva fábrica de celulosa en el Estado de Maranhão, con una capacidad de producción de 1,5 millones de toneladas por año. Se necesitará cubrir enormes superficies con plantaciones industriales de árboles para satisfacer la demanda de madera de Suzano, así como para una demanda adicional, dado que la empresa planea explorar nuevos usos de la madera con un proyecto a realizar en el mismo Estado, que consiste en producir y exportar pellets de madera para producir energía, quemándolos junto con carbón en el Reino Unido. El uso de biomasa para producir energía a escala industrial sigue siendo muy controvertido, y sus impactos negativos sobre la sociedad, el medio ambiente y el clima han sido ampliamente documentados.
Las personas y el medio ambiente en brasil serán perjudicados
Tanto el proyecto de celulosa como el de pellets apuntan únicamente a sacar provecho de nuevas oportunidades de mercado, y ésa es la misión de Suzano. Mientras las ganancias de la expansión prevista beneficiarán a los accionistas, los costos sociales, ecológicos y económicos, así como los mayores riesgos para la soberanía alimentaria y la salud de la región, recaerán sobre el público brasileño y, en particular, sobre las comunidades rodeadas por plantaciones. Ya existen numerosos y graves conflictos por el acceso a la tierra, y las condiciones en las que viven las comunidades rodeadas por las operaciones de Suzano se han deteriorado tanto que las poblaciones luchan por lograr la soberanía alimentaria y están cada vez más en peligro de perder sus territorios. [2]
Los cultivos transgénicos causan un aumento del uso de agrotóxicos
Además, no existe razón plausible para suponer que el uso de insumos químicos, agrotóxicos incluidos, disminuirá gracias a la plantación de árboles GM. Al contrario, aumentará a medida que aumente la ocupación de tierras que está previsto realizar, así como por la intensificación de los ciclos de plantación y la pérdida de nutrientes del suelo que esto conlleva. Lamentablemente, Brasil ya es el mayor consumidor de agrotóxicos del mundo, lo cual daña a cientos, o incluso miles de víctimas por año, aumentando aún más la presión sobre los ya insuficientes servicios públicos de salud. Las plantaciones industriales de árboles, al carecer de biodiversidad y realizarse a gran escala, aumentarán enormemente la aplicación de agrotóxicos. El argumento utilizado por el lobby de la tecnología GM, según el cual la introducción de cultivos transgénicos como la soja y el maíz hace disminuir el uso de insecticidas y fertilizantes, ya ha demostrado ser falso. En países como Brasil, Argentina y Estados Unidos, que están a la cabeza de la producción de soja y maíz GM, las investigaciones han revelado que el uso de agrotóxicos no sólo no disminuyó sino que aumento de forma alarmante. [3]
Agotan los nutrientes del suelo y el agua
Los árboles genéticamente modificados para crecer más rápido, plantados en superficies cada vez mayores para realizar plantaciones industriales cada vez más grandes, sólo conducirá a agotar aún más los nutrientes del suelo y el agua dulce. Esto es especialmente cierto en el caso de los eucaliptos, ya notorios por el consumo voraz de agua que realizan y que, como ha quedado demostrado, provoca la desecación de los suelos, los manantiales y los cursos de agua de los alrededores. Las comunidades que viven en torno a plantaciones de árboles no transgénicos, dentro y fuera del Brasil, ya han denunciado en todas partes la escasez de agua y el desgaste de los suelos. La introducción de árboles GM de crecimiento más rápido no hará más que agravar esa situación.
Impactos negativos inesperados de cultivos transgenicos pueden ser aún peores con árboles transgénicos.
Existen serias incertidumbres en cuanto a los posibles impactos ambientales y socioeconómicos de los árboles genéticamente modificados. Ya ha habido efectos inesperados en los cultivos alimentarios GM, por ejemplo la proliferación de malezas resistentes a los herbicidas, la aparición de plagas secundarias que diezman las cosechas, alteraciones de la fertilidad tales como tasas más elevadas de cruza de especies, así como un aumento de los caracteres alergénicos. Debido a que los árboles tienen un ciclo de vida largo y a menudo complejo, y a su interacción con la biodiversidad, es prácticamente imposible predecir los resultados e impactos de los árboles GM. El eucalipto no es nativo de Brasil, pero se le planta en todas partes y existe el grave riesgo de que los eucaliptos GM contaminen los que no lo son, cosa que, paradójicamente, FuturaGene considera positiva. [4] ¿Modificarán la invasividad, atraerán nuevas plagas, debilitarán o alejarán a los depredadores? Tales preguntas no han sido planteadas, y tampoco hay datos suficientes como para responder a ellas. El catálogo de riesgos es largo.
Basándonos en la historia de las plantaciones industriales de árboles y de la introducción de cultivos GM en general, objetamos y refutamos la afirmación de la industria, cuando dice que la sociedad en su conjunto se beneficiará con la comercialización y la plantación de árboles GM. Las pruebas existentes apuntan categóricamente en sentido contrario. El único beneficio que vemos en esta nueva tecnología de alto riesgo y de impactos futuros desconocidos (además de, probablemente, incalculables costos asociados) es que los accionistas de Suzano ganarán más dinero.
Exigimos no autorizar la plantación comercial de árboles transgénicos
Por las razones mencionadas, científicos, abogados y organizaciones del mundo entero llaman a declarar una moratoria mundial sobre la comercialización de árboles genéticamente modificados, debido a los impactos sociales y ecológicos, desconocidos pero potencialmente graves, y a los incalculables riesgos económicos que esto implicará para la abrumadora mayoría del público.
Por consiguiente, las organizaciones y personas infrascritas desean manifestar su profunda preocupación e instar a la CTNBio a no autorizar la comercialización de eucaliptos GM de rendimiento aumentado, por parte de Suzano/FuturaGene o de cualquier otra empresa que haya presentado o presente en el futuro una solicitud similar.
Brasil: La lucha contra las plantaciones de eucaliptos transgénicos (Servindi, 04/06/14)
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