Brasil, Estado de excepción

Midia Ninja

Brasil. La mañana del 12 de julio, en la víspera de la final de la Copa del Mundo, fueron emitidas 60 órdenes de aprehensión temporal contra activistas en Río de Janeiro. Al comienzo de la tarde, había 19 personas detenidas, entre ellos tres adolescentes, un abogado y dos madres, que fueron llevados a la sede de la Policía de Río en carros de policía con rifles de asalto apostados en ellos.

La situación es un tema que preocupa entre los defensores de derechos humanos y de la sociedad brasileña en general, por el derecho a la libertad de expresión y porque las evidencias presentadas para apoyar los arrestos no son convincentes (panfletos, banderas de grupos políticos, rodilleras, máscara de gas, entre otros). En conferencia de prensa ofrecida por la policía después de las primeras detenciones, no se les permitió participar a los medios de comunicación independientes e internacionales, y sólo tuvieron acceso las más grandes televisaras de Brasil. La policía declaró a los activistas involucrados en «actos de vandalismo», desde las protestas masivas del año pasado en el país. Otros nueve activistas, con órdenes de aprehensión, no fueron localizados por la policía, y ahora son considerados «fugitivos».

En su declaración pública Amnistía Internacional, que lleva a cabo la campaña para prevenir violaciones de derechos durante el torneo en Brasil, se mostró preocupada y expresó que en la víspera de la final de El Mundial, «estas detenciones parecen repetir un patrón de intimidación ya identificado por Amnistía antes de comenzar El Mundial». Amnistía describe estos arrestos como un «claro intento de reprimir e intimidar a las personas que han estado participando en las manifestaciones y criticando la posición del gobierno brasileño”, por lo cual pide el apoyo jurídico adecuado a los detenidos.

El congresista Jean Wyllys, conocido por sus sobresalientes actividades en el Congreso en la defensa de los derechos humanos, también hizo una declaración pública criticando las detenciones del sábado, la suspensión de los derechos individuales y la libertad de expresión en el país: «El logro de tener una democracia en Brasil es resultado de una lucha histórica y no podemos permitir que este tipo de comportamiento por parte del gobierno se convierta en norma».

El ex secretario nacional de Seguridad Pública, el sociólogo Luis Eduardo Soares, en una nota publicada en las redes sociales expresó su profundo malestar con la actuación del gobierno brasileño: «Hoy vivimos un día mucho más vergonzoso que el de la derrota del martes contra Alemania. El día de hoy, el juego es mucho más serio, con otras consecuencias. En el juego del poder, los activistas están siendo detenidos arbitrariamente con el objetivo de intimidar manifestaciones para el día de la final. Arrogancia, incompetencia y corrupción plaga las instituciones que se suponen democráticos. Es tiempo de hablar y resistir».

Por su parte, el Presidente del Colegio de Abogados de Río de Janeiro, de la Jefatura de Policía donde los activistas fueron arrestados, destacó la evidente arbitrariedad en las detenciones en el país, declarando que Brasil está siendo testigo de un real Estado de excepción.

14 de julio 2014

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