«Sigo creyendo que tenemos que cerrar Guantánamo», ha afirmado Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca en la que ha asegurado que «no desea la muerte a ninguno de los presos» que están en huelga de hambre.
Obama, que prometió cerrar Guantánamo tras ser elegido presidente en noviembre de 2008, ha afirmado que resulta «crítico» el entender que Guantánamo «no es necesario» para «garantizar la seguridad» de Estados Unidos.
«Es caro. Es ineficaz. Daña nuestra imagen internacional. Reduce la cooperación con nuestros aliados en los esfuerzos antiterroristas. Es una herramienta para el reclutamiento de extremistas. Es necesario cerrarlo», ha explicado.
Ha lamentado, por lo demás, la falta de cooperación del Congreso en este frente: «El Congreso determinó que no nos dejarán cerrarlo».
«Voy a retomar este tema», ha dicho Obama, quien ha anunciado que reanudará el diálogo con el Congreso para «hacer entender» a sus miembros que mantener Guantánamo abierto es «perjudicial» para los intereses de Estados Unidos y «no es sostenible».