Entre enero de 2012 y diciembre de 2014, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos registró 33 asesinatos a defensoras de derechos humanos y 39 intentos de asesinato.
También documentó 1688 agresiones a mujeres defensoras de El Salvador, Guatemala, Honduras y México: 414 en 2012, 512 en 2013 y 762 en 2014.
Los principales tipos de agresión que se dieron en esos casos son la intimidación y el hostigamiento psicológico, las amenazas, los señalamientos y campañas de despretigio, y en menor medida, la detención arbitraria y la judicialización.
“En el 37 por ciento de las agresiones se identificaron componentes de género, ya sea amenazas, advertencias y ultimatums que utilizan insultos machistas, amenazas de violencia sexual o a sus familias; también calumnias, señalamientos y campañas de desprestigio usando estereotipos de género. Por último, se cuentan también en este sentido las agresiones a organizaciones y defensoras que trabajan por los derechos de las mujeres”, señalaron en la presentación de sus datos.
Los principales perpetradores son policías y otros agentes represivos del estado (66%) y luego de las empresas (22%)
Quienes más registran agresiones son las defensoras de la tierra y el territorio y, por tanto, el mayor riesgo está en aquellas que residen en áreas rurales o en los mismos territorios defendidos.
Este fue el caso del reciente asesinato de Berta Cáceres, integrante del COPINH, de Honduras y defensora de los derechos del pueblo lenca, sobre todo, en la resistencia contra la empresa DESA y sus megaproyectos para los ríos de la zona.