Por lo menos onces personas han muerto, tres de ellas en las últimas dos semanas, desde que las lluvias y tormentas eléctricas, comenzaron en noviembre en Bolivia.
Alrededor de 18 mil 600 familias se han registrado como damnificadas por las inundaciones provocadas por las lluvias, además de granizadas, riadas y la sequía en parte del país.
Además, 6 mil 900 hectáreas cultivadas se afectaron por las inclemencias meteorológicas, especialmente por el granizo.
La región Chuquisaca, al centro-sur, se declaró en estado de emergencia departamental.
De acuerdo con la radio de ese departamento, los seis municipios afectados incluyen a 2 mil 442 familias y 2 mil 704 hectáreas de cultivos de trigo, maíz, papa, cebada, hortalizas y frutales.
La temporada de lluvias en el país inicia en octubre y concluye en marzo, con un incremento en la intensidad en los meses de enero y febrero, pero el cambio climático y el fenómeno de El Niño han agravado los efectos en las ciudades y comunidades.
Con información de agencias