Fotos: Juan Trujillo Limones

Después de 3 días intensos de protesta y la imposición del gobierno de un “estado de emergencia” en la zona metropolitana de la capital de Chile, la intendenta de la ciudad, Karla Rubiliar Barahona informó el registro de 11 muertos. Unas horas después, el gobierno central redujo la cifra a 8 muertos. Al menos hay 819 personas detenidas y 8700 elementos militares de las fuerzas armadas se encuentran desplegadas en las calles.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos informa que al menos hay denuncias confirmadas de 22 personas lesionadas y otras que fueron desnudadas mientras fueron detenidas y un número no determinado hasta ahora de hechos de tortura. Al menos 5 personas fallecieron calcinadas dentro de una tienda de ropa.

Las protestas intermitentes en la zona de Santiago respondieron, desde la semana pasada al incremento de $30 pesos del transporte colectivo metro. La descalificación del gobierno del presidente Sebastián Piñeira propició la ira de sectores de clase media que comenzaron a salir a las calles sonando cacerolas.

El sábado pasado, fue evidente que, en los puntos de enfrentamiento como Plaza Italia entre la Fuerzas especiales de carabineros y grupos de encapuchados, éstos últimos señalados como infiltrados se desplegó un operativo militar de contención, disuasión a los manifestantes. Hay al menos 5 estaciones de metro incendiadas y algunas estaciones de gasolina también destrozados. Los medios de comunicación y televisión locales están desplegando una jornada informativa durante casi las 24 horas donde destacan, el desabastecimiento de alimentos y los destrozos y cierres de los supermercados y gasolineras.

Durante el mediodía de ayer domingo, aunque los enfrentamientos con personas encapuchadas y otros jóvenes continuaron en esa céntrica plaza, las redes sociales convocaron a una manifestación pacífica en Plaza Egaña donde se congregaron casi 3 mil personas. Desde ahí, los mensajes de descontento se transformaron e incluyeron la molestia por el despliegue militar, la exigencia por salud digna, la legalización del aborto, la inconformidad por la privatización del agua, la reivindicación de los derechos del pueblo mapuche y la exigencia de libertad a presos políticos y la renuncia del presidente Piñeira. En esa movilización se encontraron niños, adultos y ancianos quienes hicieron sonar sus cacerolas, tambores por lo menos cinco horas sin ningún disturbio violento. Al caer la noche a las 19 horas, se registró la instalación de barricadas con fierros y madera para bloquear las avenidas cercanas. En la comuna de Peñalolén ya cerca de las 21 horas se registraron las calles bloqueadas por vecinos que instalaron las barricadas con fogatas donde incluso hubo convivencias pacíficas para compartir alimentos. El presidente Piñeira destacó que Chile se encuentra en una “guerra contra un enemigo muy poderoso”.

El día hoy y ante la imposición del general del Ejército Chileno, Javier Iturriaga del Campo, del toque de queda desde las 19 horas se espera que se realicen concentraciones en las Plazas de Italia, Maipu, Egaña y una marcha pacífica masiva de protesta durante el día que seguramente traerá mayor fuerza en la protesta social.