Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una marea verde y violeta se extendió por las calles de la Ciudad de México para exigir un alto a los feminicidios, las desapariciones de mujeres, el maltrato, la desigualdad de género y todas las formas de violencia machista, así como justicia por sus madres, abuelas, hermanas, amigas y compañeras que han sido víctimas del sistema patriarcal. Mira la cobertura periodística que realizó el equipo de Desinformémonos en esta jornada de lucha por una vida sin miedo.
8M: A esta manada ya nada la para
Por Laura Carlsen
El día internacional de la mujer, el día de las mujeres “de muchas formas”, de las juventudes, de las diversidades. Desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan–territorio urbano en disputa, como es el territorio rural de las mujeres indígenas, y el cuerpo-territorio de las mujeres de todas las edades y descendencias—la marcha pasó con alegría y dolor, paz y coraje… Las mujeres llenaron la calle, las banquetas y las avenidas aledañas. Se organizaron para abrir paso a algunas en los momentos claustrofóbicos, como frente al Caballito, cuando ni se podía avanzar por la congestión de cuerpas ocupando el espacio público que les pertenece por hecho y derecho.
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Somos las artistas. No somos las musas
Por Mary Farquharson
Camila, de 11 años, estuvo parada muchas horas sobre un cajón blanco que le dio la altura que merecía para mostrar su pancarta a miles, tal vez cientos de miles de mujeres que pasaban cerca de una fuente de avenida Reforma rumbo al Zócalo. Camila había pintado a una niña agarrada de un enorme corazón, con el lema: Hoy alzo la voz para que mañana no falte ninguna en su salón. Con precisión y sin miedo, me dijo que no falta nadie en el salón de ella, pero que varias de sus compañeras han sido violadas por sus propios familiares.
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Decenas de miles de mujeres inundan la Ciudad de México en rechazo a la violencia
Por Gloria Muñoz Ramírez
“Estas morras sí me representan”, grita un grupo de niñas de aproximadamente 12 años de edad durante la marcha que reúne a una gran cantidad de menores y adolescentes vestidas de rosa y morado, con diversos mensajes en sus pancartas de cartulina: “Marcho para que de grande no sea violentada”; “Las niñas marchando también están luchando”; “No es No”; “En memoria de las niñas a las que no les creyeron”; “No voy a crecer con miedo” y “Que haber nacido nena no sea una condena”. Marchan, por supuesto, junto a sus madres, pero no están copiando, su discurso infantil es articulado y su paso seguro, sin dejar de ser niñas. Saben, por lo menos, porque están aquí. “No quiero que me maltraten”, dice una que jala la carreola de su hermanita menor.