Abel y yo tenemos una mancha tras la oreja derecha
que ha sido vista por pocos. Ninguno de los dos
puede ver su mancha en el espejo.
Se necesita de alguien más que vea desnudo el cuerpo,
te señale y diga: tienes un lunar, tienes una mancha tras la oreja derecha.
Pero si la oreja está maltrecha. Si te mandan a matar.
Si te arrancan los dientes y las uñas y los brazos.
Si te entierran en pedazos y dejan a la hierba trabajar,
trabajarte. Deshacerte. Hacerte mancha tras la oreja del mundo.
Alguien habrá de señalarte:
Abel García, un amor sin objeto. Un corazón sin dueño.
Un hambre de cocolmeca. Una carrera en la sierra.
Estas palabras terrosas
y una pregunta muy vieja que viene desde otros pueblos:
¿Dónde está la juventud, sigue en el ataúd,
Sigue en las fosas?
Abel tiene una mancha tras la oreja derecha.
Abel tiene un país que lo mira y lo señala.
¿Y dónde está la juventud,
sigue en el ataúd?