Decenas de personas han resultado muertas o heridas, la mayoría por disparos de bala, en un ataque junto al cuartel general de la Guardia Republicana, donde protestan desde hace días islamistas en defensa del depuesto presidente Mohamed Mursi.
Según cifras del Ministerio de Sanidad, la cifra de muertos se eleva a 42 y hay además 300 heridos.
El tiroteo comenzó a las cuatro de la mañana cuando los manifestantes se preparaban para el primer rezo del día. «Cuando estábamos en el rezo, oí a alguien pedir ayuda, y el imán terminó la oración rápidamente», dijo uno de los heridos a The Guardian. «Justo antes de que acabáramos, comenzó el tiroteo. Las unidades del Ejército que protegen el cuartel de la Guardia Republicana comenzaron primero a lanzar gases lacrimógenos y luego a disparar. La gente comenzó a caer y luego un blindado llegó por la derecha (detrás de los manifestantes) escoltado por un grupo de soldados y se pusieron a disparar a la gente».
La versión militar es diferente. El Ejército dijo que los enfrentamientos se produjeron tras el intento de «un grupo terrorista» de irrumpir en la sede de la Guardia Republicana. En un comunicado, las Fuerzas Armadas señalaron que un oficial murió y seis policías resultaron heridos graves, mientras que anunciaron la detención de «200 agresores, que disponían de grandes cantidades de armas, municiones, armas blancas y cócteles molotov».
El portavoz islamista acusó a miembros del Ejército y la Policía de perpetrar una «masacre», y aseguró que tienen en su disposición balas supuestamente disparadas por los militares.
El Ejército ha cortado varios puentes de la capital y los accesos al este de El Cairo, donde tuvo lugar la tragedia.
El excandidato presidencial e islamista moderado Abdelmoneim Abul Futuh, que reconoce al nuevo presidente interino del país tras el golpe de Estado, Adli Mansur, le ha reclamado hoy su dimisión, ya que «ha fallado en su misión, que es proteger a los civiles».
Mohamed ElBaradei ha pedido una investigación independiente sobre los sucesos. ElBaradei fue anunciado el fin de semana como probable primer ministro del futuro Gobierno pero la falta de acuerdo en la oposición hizo que el domingo se informara que será el próximo vicepresidente.
La matanza ha tenido una inmediata consecuencia política. Los salafistas han anunciado que retiran su apoyo al proceso político iniciado con el golpe. El partido islamista y ultraconservador Nour, segunda fuerza política tras los Hermanos Musulmanes en las elecciones legislativas, era la carta que se guardaba el Ejército para demostrar que toda la oposición apoyaba la intervención militar para poner fin al Gobierno de Morsi.