20 de Julio: ¿de qué soberanía se está hablando?

Miller A. Dussán Calderón*

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, convocó a la conmemoración del 20 de Julio como el día de la Independencia y la Soberanía a raíz del fallo de la Corte Internacional de la Haya que favoreció los intereses territoriales del país al negar a Nicaragua su pretensión de extender su plataforma continental y que consideró «el mayor triunfo internacional de Colombia».

Sin embargo, la pregunta sobre la Soberanía Nacional no se puede limitar a esa trascendental decisión donde se reconoce el trabajo de defensa jurídica de los delegados del gobierno del presidente Petro quien expresó que “lo que nos hizo ganar esta vez fue el reconocimiento del pueblo raizal” y se comprometió a negociar con Nicaragua y a promover la “confederación de los pueblos anglofonos del Caribe”[2], que demandan las comunidades raizales.

El 5 de agosto de 1829, el Libertador Simón Bolívar escribió en Guayaquil una carta dirigida al coronel Patricio Campbell, donde expresaba que “los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”, al visualizar la gran amenaza que significaba para los pueblos del sur, el imperio que nacía en los Estados Unidos, razón por la cual su gran proyecto era formar una gran confederación que uniera todas las antiguas colonias españolas de América para evitar el dominio imperial.

El primer atentado contra la integridad político-territorial de la nación fue la invasión de Panamá, bajo el gobierno republicano de Theodore Roosvelt episodio que se resume en “I took Panama, and let the Congress debate” (“Yo tomé Panamá, y que el Congreso discuta”).

La historia de centro y sur de América está plagada de la invasión imperial y de la imposición de dictaduras a través de acciones terroristas a nombre de la democracia y la libertad.

Con el proceso de globalización neoliberal se incrementó el intervencionismo imperial en detrimento de las soberanías nacionales, la pérdida de identidad nacional, el riesgo de desaparición de las lenguas originarias y, con mayor énfasis, la concentración del capital en grandes multinacionales intensificando la explotación de la fuerza de trabajo, la mayor precarización del trabajo, el aumento del desempleo y la pobreza, de las migraciones de los países periféricos hacia los del centro y en la mayor amenaza para la existencia de la vida en nuestro Planeta. entre otros.

Con la globalización los atentados contra nuestra soberanía se han impuesto a través de la apropiación de nuestros territorios por empresas transnacionales avaladas por gobiernos narcoparamilitares, para proyectos extractivos minero energéticos, agronegocios, entre otros, mediante el despojo de nuestras comunidades y el ecocidio, protegidos por las bases militares de EUA y los «Batallones Energéticos en el caso de Colombia.

En síntesis, la globalización se convirtió en la intensificación del dominio económico, político, militar y cultural, especialmente de los EUA en el planeta, profundizando en la actualidad el dominio de nuestros países con la financiarización y mercantilización de la naturaleza como parte esencial de la Seguridad nacional de los EUA[3]. La apropiación de la Amazonía y toda la biodiversidad natural y genética de «Nuestra América Mestiza» a través del gran negocio de los mercados verdes y los Bonos Carbono[4], que se está materializando a través de la «venta de naturaleza como activo financiero” que según aclaración del actual ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Ricardo Bonilla, la propuesta de  “canje de deuda por acción climática” hay que entenderla como «venta de naturaleza» para evitar “asustar a las calificadoras de riesgo»[5]. Tampoco se trata de «condenación de la deuda» como precisó recientemente el presidente Petro.

Ahora se celebra que el FMI y el Banco Mundial haya dado el visto bueno a las reformas sociales del gobierno y al manejo de la economía, cuando en el pasado eran odiados por la izquierda con justa razón por imponer la regla fiscal contra las reformas sociales a favor de los intereses del capital y que parafraseando a Simón Bolívar plagaron de miseria a nuestros pueblos a nombre de la libertad del mercado y de la seguridad nacional de EUA.


*Profesor Universidad Surcolombiana Neiva Huila Colombia. Fundador y asesor de la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo Asoquimbo.

[2] https://elpais.com/america-colombia/2023-07-20/gustavo-petro-promete-un-acercamiento-con-nicaragua-por-la-disputa-limitrofe.html

[3] https://www.whitehouse.gov/briefing-room/presidential-actions/2021/01/27/executive-order-on-tackling-the-climate-crisis-at-home-and-abroad/

[4] http://millerdussan.blogia.com/2022/111901-la-nueva-ola-del-progresismo-en-america-latina..php

[5] https://elpais.com/america-futura/2023-07-17/ricardo-bonilla-buscamos-nuevas-fuentes-de-financiamiento-vendiendo-naturaleza-no-canje-de-deuda.html

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