Ciudad de México | Desinformémonos. Autoridades y organizaciones yaquis exigieron el respeto a la suspensión judicial que existe contra la construcción del gasoducto en la comunidad Loma de Bacum, donde las empresas violaron la orden en días pasados al comenzar las obras a través de la contratación de gente armada y “algunos de la propia tribu yaqui de diferentes pueblos”.
Lo anterior, aseguraron, provocó enfrentamientos sociales que terminaron el pasado 21 de octubre con un muerto y decenas de heridos, sólo con el propósito de resguardar los trabajos de construcción del gasoducto.
El mes de abril de este año, la comunidad yaqui de Loma de Bacum decidió iniciar una acción legal para hacer valer el respeto de sus sistemas normativos por parte de los responsables del gasoducto, por medio de la solicitud de la suspensión de las obras dentro del territorio colectivo. Esta medida fue otorgada en relación al territorio colectivo perteneciente a Loma de Bacum, sin especificar cuál era, lo que permitió el abuso de las empresas.
Luego de que en el 2013 la Comisión Reguladora de Energía autorizara a la empresa “Gasoducto Aguaprieta” la instalación y operación de un ducto transportador de gas natural, que va desde el estado de Sinaloa y termina en la franja fronteriza del estado de Sonora, la Secretaría de Energía inició, dos años después, un proceso de consulta a la tribu yaqui, en razón de la afectación territorial a ejecutarse en las tierras ancestrales.
Sin embargo, no hubo una consulta previa a los ocho pueblos yaquis, lo cual es un requisito necesario para iniciar la construcción de cualquier obra en su territorio. Además de la consulta, es obligatorio que los interesados obtengan el consentimiento de la tribu, lo cual nunca sucedió.
Ante esto, la Secretaría de Energía decidió aplicar el proceso de consulta y consentimiento de manera individual a cada pueblo, y con ello debilitar la cohesión social y cultural de la tribu, lo que consiguió obtener el consentimiento de 7 de los 8 pueblos.
“A partir de los últimos hechos las autoridades locales, municipales y estatales siguen presionando a la comunidad de Loma de Bacum para el desistimiento de la demanda interpuesta y a cambio se tendrá beneficio social. De lo contrario, seguiremos teniendo problemas”, aseguran.
Por esto, exigieron detener el proceso de consulta individual a cada pueblo yaqui, así como las estrategias tendientes a generar división entre los pueblos yaquis y evitar la confrontación de personas se este grupo indígena para labores de seguridad y custodia del gasoducto. Por último, demandaron medidas cautelares para la comunidad y el respeto al derecho fundamental a la Consulta previa, libre e informada, fundamentada en la normativa que amparan los Derechos Fundamentales de los Pueblos Indígenas.