Y el desierto del Sahara… inundado

Pepe Herrera / Rafael Paz

El cambio climático es una realidad que afecta cada rincón del mundo, a pesar de los esfuerzos por minimizarlo. Los huracanes se han fortalecido debido al calentamiento global, el Amazonas se está secando gradualmente y se han producido inundaciones sin precedentes en lugares inesperados. Recientemente, el desierto del Sahara fue escenario de intensas lluvias que ocasionaron anegaciones significativas, un evento que no se había visto al menos en 50 años.

El Sahara es una zona árida y estéril, que recibe lluvia de forma ocasional y en cantidades mínimas. Sin embargo, datos satelitales preliminares de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) mostraron casi 20 centímetros de lluvia en algunas partes de la región. Según la agencia estadunidense, este fenómeno fue causado por una tormenta que atravesó el noroeste de este desierto entre el 7 y el 8 de septiembre.

Para comprender la magnitud del evento, en Errachidia, una ciudad desértica en el sureste de Marruecos, se registraron casi siete centímetros de lluvia. De acuerdo con Houssine Youabeb, de la agencia meteorológica de ese país, esto equivale a cuatro veces la precipitación normal para todo el mes de septiembre.

La mayoría de la lluvia cayó en zonas remotas y escasamente pobladas, pero también afectó a pueblos y ciudades de Marruecos, causando inundaciones que provocaron la muerte de al menos 18 personas, arrastradas por los torrentes.

Según Víctor Manuel Torres Puente, investigador postdoctoral en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, a pesar de lo aparatoso de las imágenes y los problemas causados a los pobladores de la zona, este evento “no es tan anómalo, porque ahora es otoño, hay mucha energía en el océano Atlántico y a veces por los movimientos de la atmósfera suceden ciertos fenómenos que se llaman bajas segregadas”, explicó.

“¿Qué es esto? Son tormentas de latitudes medias que adquieren mayor momentum y tienen tanta energía que se pueden ir hacia los trópicos. En este caso, la baja segregada es una tormenta que se separa del flujo principal y puede irse más hacia el sur. Esto genera que haya mal tiempo por donde alcance a pasar, y empeora si hay montañas, como con el sistema montañoso Atlas en Marruecos”, añadió el especialista.

Imágenes satelitales de la NASA mostraron que la lluvia llenó lagos que estaban totalmente secos, como el del Parque Nacional de Iriqui, el más grande de Marruecos, y formó otros cuerpos de agua, sobre todo en las franjas del noroeste del Sahara.

Esta agua ayudará a alimentar las reservas de los acuíferos de la región, de las que dependen varias comunidades. Durante años la sequía afectó a los agricultores de la zona, al punto de que algunos dejaron de sembrar para racionar este recurso.

¿Por el cambio climático?

Este tipo de lluvias “tienen un periodo de retorno de unos 50 años. Realmente no se puede asegurar en este momento que sea por un cambio climático. Las condiciones que tenemos este año sí son un poco especiales, porque en el océano Atlántico hay una temperatura bastante alta, y cuando pasan las tormentas de latitudes medias hay más energía disponible para que aquéllas se intensifiquen”, comentó Torres Puente.

“Se podría decir que el fenómeno más anómalo que ahora vemos es que existe demasiado calor en el océano Atlántico. Cuando se presenta esta situación, la convección que haya en los trópicos generará que se aceleren ciertas circulaciones en la atmósfera”, agregó

Así, “debido a esas aceleraciones en la atmósfera tropical con la extratropical, se produce un intercambio de energía y el momentum hace que se segreguen las tormentas de latitudes medias hacia los trópicos. Pero este fenómeno de las bajas segregadas es un comportamiento que se observa regularmente. Puede ser que el contenido de calor en el océano Atlántico haya sido un factor importante para lo que sucedió”.

El universitario refirió que en las próximas semanas podríamos ver el fenómeno repetirse, ya que éste se presentó a inicios de septiembre en la misma zona.

“Entonces también hubo una tormenta anómala, muy similar a las condiciones que se presentaron hace pocos días, las cuales los tomó por sorpresa, porque en este periodo de retorno no se habían considerado estas situaciones; fue muy rápido, en cuestión de días se volvió a repetir. Y es probable que pueda ocurrir de nuevo el próximo mes debido a que el contenido de calor todavía sigue siendo muy alto”.

Publicado originalmente en Gaceta UNAM

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