Cuatro retenes en los accesos a la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán y su anexo Tuxpan de Bolaños, al norte de Jalisco, mantienen los indígenas wixárika desde hace una semana para impedir la realización de las elecciones federales y locales en su territorio, hasta que el gobierno cumpla con su compromiso y les sean restituidas 10 mil hectáreas de tierras actualmente en posesión de ganaderos de Huajimic, Nayarit
Han sido décadas de lucha por la restitución de lo que les pertenece. Entre 2001 y 2005 recuperaron 28 mil hectáreas invadidas por los mestizos de Huajimic y de Puente de Comatlán. Una serie de luchas sociales y enormes batallas jurídicas han entablado desde entonces. Todo les ha costado mucho, incluyendo la vida.
La comunidad ha actuado pacíficamente en todo momento, incluso en esta reciente iniciativa en la que bloquearon los accesos a toda autoridad electoral y a los candidatos de todos los partidos políticos. Los ganaderos nayaritas que mantienen la posesión exigen una indemnización de parte del Estado para entregar las tierras, pero las autoridades agrarias aseguran que no tienen dinero para eso. Por eso decidieron esta medida de presión.
Candidatos, propaganda y funcionarios electorales no pueden pasar los puestos de control formados con sacos de arena, banderas y cadenas en Mesa del Tirador, cerro de La Puerta, Crucero Miguelón y Crucero de Pacheco, puntos de entrada a esta población asentada en los municipios de Mezquitic y Bolaños.
Además del bloqueo, los wixáricas decidieron citar al presidente Enrique Peña Nieto, el 9 de mayo, a una reunión en Tuxpan de Bolaños, para buscar una solución al conflicto. Con ello, dijeron, se evitaría el riesgo de confrontación, luego de las amenazas de muerte, bloqueos y detenciones ilegales que han sufrido los indígenas o sus abogados cuando han querido ejecutar las sentencias agrarias.