El puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero, viene sumido en una espiral de violencia que la presencia militar no ha podido contener.
Este fin de semana una familia entera fuera acribillada: un niño de 5 años, otros de 16 y el padre murieron mientras la madre resultó herida mientras circulaban en su automóvil. Otros 3 hombres fueron asesinados en otro hecho distinto, según reportó el periódico de Guerrero, El Sur. “En lo que va del año, en Acapulco suman ya 347 víctimas de hechos violentos en los que presuntamente estuvo involucrada la delincuencia organizada, con base en un recuento de lo publicado en El Sur.”
Sin embargo, el gobernador del Estado, Héctor Astudillo Flores, planteó a los periodistas locales hacer “un pacto de silencio en torno a las desafortunadas circunstancias que vive Guerrero”, en un intento por no afectar el turismo del puerto de Acapulco.
El domingo 24 se registró una intensa balacera producida en medio del centro turístico de esta ciudad, “un enfrentamiento” entre narcos y policía federal. Ese hecho fue el último que cubrió extensamente el ya veterano reportero Francisco Beltrán Pacheco, en el periódico digital El Foro de Taxco, el cual editaba. Horas más tarde fue asesinado en la puerta de su casa. El quinto reportero en lo que va del año en el país.
Al día siguiente, decenas de escuelas y secundarias de esa ciudad, tanto de la zona urbana como la periferia de Acapulco, suspendieron las clases ante “el pánico generado por la narcoviolencia que no cesa.”
El jueves 28, según reportó la Revista Proceso, médicos y enfermeras se manifestaron afuera del hospital regional del ISSTE (seguro público) de Acapulco “para exigir que los heridos de bala sean atendidos en hospitales militares y no en instituciones públicas por cuestiones de seguridad”.
“En los últimos dos años se ha agudizado la violencia como los asesinatos, secuestros y extorsiones en contra de la ciudadanía y de forma particular contra los trabajadores de la salud. Esto ha generado un clima de angustia permanente debido al peligro de ser asesinados o secuestrados por gente armada que se mete a los hospitales”, sostuvo Nemesio Soberanis Martínez, representante del Frente de Trabajadores del sector Salud en Guerrero a Proceso.
La respuesta oficial a las incesantes balaceras y asesinatos en la turística Acapulco ha sido expandir el patrullaje conjunto de la policía federal, la marina y el ejército, militarizando la ciudad. “Los acapulqueños tuvieron un fin de semana, fuera de este evento, espléndido con turismo no siendo puente” respondió Enrique Galindo, comisionado Nacional de la Policía Federal a la violencia que tiene a la ciudad atemorizada.
Foto: Vigilancia militar en escuela de Acapulco // CuartOscuro
[…] of an increased presence of the army or federal police. Acapulco, in Guerrero, has experienced 347 killings related to the “war on organized crime” so far this year. A major shootout in the tourist […]