Vientos del Istmo en Resistencia

Astrid Paola Chavelas*

Dijo TEAT MONTEOK, en boca de nuestros antepasados:

“si quieres ver peces y camarones en el mar vivo,

te pido que respetes el mar,

No digas groserías delante del mar,

No lo ensucies con basura, ni orines, ni escupas”

Y dijo TEAT MONTEOK

“Si peleas con tu hermano, si le tienes envidia,

Si por ambición robas a causa del camarón y de los peces,

Entonces en tus lagunas ya no verás más camarón

Y junto con los peces se irán al mar vivo”

-MIPOCH TEAT MONTEOK,

de los pescadores de San Mateo del Mar1

Este 28 de marzo se llevó a cabo en la comunidad Ikoots de San Mateo del Mar, una asamblea convocada por autoridades locales, el comisariado de bienes comunales y la organización Monapaküy, difundida en días pasados por diversos medios. Congregados a pesar de la premura, pues el actuar del gobierno ha dejado poco margen para la organización comunitaria, que aun así, bulle y se organiza, asistieron para informarse respecto a la consulta que se pretende realizar el día sábado 30 de marzo, en diversas sedes alternas del Istmo, gente de diversas agencias y comunidades vecinas que comparten el territorio lagunar, como San Dionisio del Mar y San Francisco del Mar; gente de Matías Romero, Juchitán, Zanatepec, Álvaro Obregón, La Ventosa, y organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Tepeyac, La Asamblea de Pueblos de la Ventosa y Juchitán, La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), Guardianes del Mar, la Asamblea de Pueblos Territorio de la colonia Laguna Santa Cruz, la Articulación de Pueblos Originarios del Istmo Oaxaqueño en Defensa del Territorio(APOYO)y la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca (REDECOM).

La convocatoria emitida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), tiene fecha del 15 de marzo, hace apenas dos semanas y media y se anunció de manera impresa en un formato de nueve páginas, lo cual da indicios de la poca disposición que parece tener el gobierno federal por cumplir su propio dicho de respetar la voluntad de los pueblos originarios. A todas luces, no se han establecido condiciones mínimas de tiempo para garantizar una consulta previa, libre e informada relacionada con el Programa de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec.

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Cuando el eco de la flauta de carrizo y el caparazón de venado de los sones interpretados por las y los jóvenes del Bachillerato Comunitario Ikoots todavía reverberaban en la explanada municipal de la comunidad mareña de San Mateo del Mar, el Alcalde único constitucional Juan Gijón Meléndez dio la bienvenida a los asistentes, agradeciendo su presencia. El comisariado de Bienes Comunales Benito Canales Gijón, expresó que la asamblea tiene: “la intención de compartir y manifestar nuestras inquietudes, nuestro pensamiento, cómo vemos esta situación, porque hay mucha prisa, porque no se hacen las cosas como debe de ser, como marca el convenio 169 de la OIT, con el debido proceso, como autoridades no hemos sido informados a través de las instancias correspondientes, nos hemos enterado de otra forma. Nos preocupa esta situación, nos preocupa nuestro territorio porque estamos en conflicto. La invitación es compartir esta inquietud, estas palabras entre nosotros los Ikoots, pero también con los hermanos que nos visitan, cómo ven, qué piensan y a partir de eso, podamos tomar acuerdos como comunidades en la medida de lo posible y actuar en consecuencia”. En su palabra, el comisariado lamentó que como autoridades locales no fueron notificados de la convocatoria que se expidió por parte de la SHCP y el INPI hace menos de quince días.

Müm Roselia Gutiérrez, integrante de la organización comunitaria Monapaküy, que nació a raíz de los sismos del año pasado para cubrir los vacíos institucionales que no lograron articularse en ayuda para la comunidad a raíz de la emergencia, expresó en lengua materna su preocupación respecto a que las instancias gubernamentales encargadas de la consulta no se han preocupado por darles a conocer las consecuencias, impactos y afectaciones que este proyecto tendrá en el territorio de sus comunidades: “nosotros que somos del pueblo tenemos nuestros propios saberes y podemos tomar decisiones, estamos aquí para informarnos, porque queremos saber de qué se trata la consulta, sabemos leer y escribir y a pesar de eso no sabemos comprender qué dice un protocolo, la gente que es de San Mateo del Mar, que la mayoría son pescadores, que muchos no sabemos leer y escribir, esa situación no se está tomando en cuenta, estamos aquí para eso”.

El antropólogo investigador de la ENAH Alejandro Castaneira que ha colaborado por más de 25 años en la comunidad, explicó a las y los presentes que la convocatoria se refiere a todos los pueblos Ikoots que habitan en la zona lagunar, lo cual hace pensar que se trata de una consulta a modo que no toma en cuenta su forma de vida tradicional. “El territorio del Istmo de Tehuantepec ha sido el más difícil de colonizar, por eso los pueblos de toda la Riviera de las lagunas pudieron expulsar el proyecto de Mareña Renovables porque este es un territorio que no se puede partir en parcelas y no puede llegar la procuraduría agraria a decirnos que es un solo pueblo, es el patrimonio mayor tanto cultural como espiritual con el que cuentan los pueblos del sur del istmo, no sólo los pueblos ribereños, sino los que habitan la planicie costera, Juchitán, Ixtepec, San Blas, que junto con los Chimalapas, forman una frontera natural que enmarca el patrimonio biocultural, la riqueza biológica con el que cuentan los pueblos indígenas”.

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El antropólogo explicó que antes que el derecho a la consulta existe el derecho de los pueblos al territorio, que la consulta es un derecho secundario y que la forma de proceder de las instituciones gubernamentales violenta los derechos primigenios de los pueblos: “las cosas que son prioritarias para los pueblos no son la prioridad para el gobierno, la consulta es un mecanismo para romper la cohesión interna que siempre resulta en división de los pueblos, la asamblea del pueblo es la forma legítima interna autónoma que pueden tener para decidir el destino de los recursos de su territorio, es reconocerse como pueblo indígena autónomo y soberano, al igual que Álvaro Obregón, San Francisco del Mar, San Dionisio, su tarea es mantener la unidad para evitar que se les impongan consultas desde afuera, tienen derecho a deliberar por su cuenta, no bajo los tiempos que dicta el gobierno, no bajo presión, que afecta sus formas de producción de supervivencia como pueblo, su cultura, su patrimonio y sus costumbres. En esta consulta, los funcionarios esperan llevar en un solo día una decisión tan importante, porque ellos tienen la consigna de acabar lo antes posible llevándose en la bolsa decisiones que dejan dividido al pueblo, tienen prisa. Los pueblos, las asambleas tienen sus propios tiempos”.

Informó también de las violaciones del derecho a la consulta, que vulnera los procedimientos de convocatoria interna de la comunidad que se compone de siete pasos y que involucra a todas las autoridades comunitarias dentro de su sistema normativo de gobierno. Agregó que: “quienes están encargados de revisar esta consulta, parece ser que están conscientes de que lo están haciendo mal, hay urgencias que vienen del nivel superior. Hay que hacer un llamado para que lo hagan bien. La consulta está violando varios principios, no garantiza que las comunidades sean realmente consultadas y que las opiniones sean verdaderas, porque puede ser que las agencias no acepten, o que no puedan asistir y eso va a dividir a los pueblos. La consulta tiene que ser culturalmente adecuada, eso quiere decir en términos del protocolo y de la convocatoria la traducción tiene que ser que una persona que la asamblea del pueblo decida, el traductor tiene que ser aprobado por la asamblea del pueblo. Los documentos no han sido traducidos, no se está tomando en cuenta las variantes dialectales del Ombeayiüts. Quien convoca debe ser la autoridad del pueblo reconocido por la asamblea del pueblo, quien ostenta el bastón de mando encargado de los rituales de la lluvia que representa una jerarquía superior del presidente municipal, que como sabemos aquí fue impuesto, no se respeta el tiempo Ikoots, normalmente las asambleas se realizan los domingos, con una convocatoria que tiene que tener preparación, que debe tomar en cuenta a los jefes de sección, a los agentes, a todo el pueblo”.

Dentro de la asamblea también participaron los compañeros de las asambleas de pueblos de San Dionisio del Mar, de Álvaro Obregón que rechazaron enérgicamente la consulta y personas de la comunidad de San Mateo, que en su lengua materna expresaron su consternación y su desconcierto por no estar enterados hasta ese momento de la imposición de un proyecto que afecta no sólo su territorio sino sus formas y modos de vida comunitaria. La Articulación de Pueblos Originarios del Istmo Oaxaqueño en Defensa del Territorio (APOYO) dio a conocer la intención de realizar una campaña regional, estatal, nacional e internacional llamada «EL ISTMO ES NUESTRO” con la intención de visibilizar la falta de información y la simulación de consultas que este nuevo gobierno ha utilizado como arma para facilitar el despojo.

Para finalizar las participaciones que permitieron reflexionar sobre los impactos y las omisiones del gobierno federal respecto a la consulta, la compañera Maritza, integrante de Monapaküy realizó un consenso, donde, por unanimidad de todos los presentes, se acordó levantar un acta que se entregará a la SHCP y al INPI para suspender la consulta programada para el día 30 de marzo en la comunidad de San Mateo del Mar. Sobre las dos de la tarde, con la fuerza de Nangaj Iünd (sagrado viento) sacudiendo los árboles y alimentando el territorio que recorre libre y para dar por concluida la asamblea comunitaria se leyó un documento donde los pueblos Ikoots, Zoques, Mixes y Chontales, expresaron su rechazo a la consulta ya que consideran que viola el Convenio 169 de la OIT, y niega las garantías mínimas para los pueblos originarios.

El convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes2 auspiciado por la Organización Internacional del Trabajo, es el tratado internacional más importante en materia de territorio indígena, donde en su parte general se reconocen “las aspiraciones de los pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida, […] así como a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones dentro del marco de los Estados en que viven”. El artículo trece, que consta de dos partes, indica en la primera la obligación que tienen los gobiernos de “respetar la importancia especial que para las culturas, valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios […] y en particular los aspectos colectivos de esa relación”3

Esta mañana se difunde que la sede para llevar a cabo la consulta planteada originalmente para el día 30 de marzo en la comunidad Ikoots de San Mateo del Mar, ha sido cambiada abruptamente a la ciudad de Salina Cruz, según el comunicado emitido por las instituciones convocantes.

Por esto, y por muchas más omisiones que nos dan la pauta de las verdaderas intenciones detrás de acciones como la consulta, podemos comprender las preocupaciones de las autoridades locales y de la gente de las comunidades, ya que el Estado excluye las relaciones que las comunidades establecen con su territorio, que van desde las económicas hasta las espirituales, desde los vínculos establecidos en su apego a los elementos naturales que nutren su cosmovisión y a partir de los cuales establecen relaciones de respeto y armonía con su entorno. En contraparte, y a pesar de establecer en su discurso institucional que la intención es garantizar el reconocimiento de los pueblos como sujetos de derecho y el respeto a sus derechos y sus referentes culturales, entrevemos que el mismo gobierno se contradice desde lo que hace y lo que dice, ya que, en lugar de escuchar la voz de los pueblos, establece mecanismos que únicamente garanticen la validación de un proyecto que las comunidades del Istmo han rechazado reiteradamente. Es necesario que la criba por la que se pasen las acciones del gobierno en relación con las comunidades y pueblos originarios, sea en favor únicamente de sus necesidades más urgentes, que éstas sean visibilizadas y cubiertas, es impensable, pero real, que hay comunidades de más de cinco mil habitantes sin acceso al agua y con sistemas de salud y educación en condiciones lamentables. Se hace necesario que la mirada se detenga sobre el bienestar de los pueblos y no del capital que, como uróboros, insiste en engullirse a sí mismo y devastarlo todo en el proceso.

*Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca

1 Texto elaborado en un taller de teología india, por teat Amaranto Fajardo, teat Flaviano Terrazas (+) Transcrito por María de la Luz González Romo

2 Diario Oficial de la Federación, 24 de enero de 1991

3 López Bárcenas, F. (2017) ¡La tierra no se vende! Las tierras y los territorios de los pueblos indígenas en México

Este material se comparte con autorización de La Minuta

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