Del 23 al 25 de noviembre del 2022, se llevó a cabo el “X Encuentro de Defensoras y Defensores Comunitarios” en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), ubicado en la comunidad de Jaltepec, Oaxaca. Las y los participantes de dicho evento fueron personas de diferentes regiones como la Costa Chica, el Istmo, Valles Centrales y la región Mixe, así como personalidades de otros estados. Las actividades que se realizaron en el evento fueron paneles de experiencias, talleres y actividades socioculturales.
En dicho espacio se dieron cita defensores y defensoras de distintas regiones del estado, articulados desde la Red de Defensores y Defensoras Comunitarias de los Pueblos de Oaxaca (REDECOM). Entre los asistentes está Leonor Díaz Santos, mujer originaria mixteca de la comunidad de La Luz, perteneciente al municipio de Villa de Tututepec. Ella se reconoce como defensora comunitaria; protectora y cuidadora de los derechos colectivos e individuales. Durante más de 15 años ha estado involucrada junto con otras personas en la defensa del Río Verde; el cual ha sido amenazado como espacio territorial para la construcción de una presa hidroeléctrica. Ella forma parte del movimiento denominado Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (COPUDEVER) mismo que está constituido por personas de diferentes comunidades y que principalmente nació como una estrategia de defensa para la protección de su río.
La organización comunitaria es un pilar importante en la defensa del territorio porque representa el método estratégico del cuidado de los espacios comunes; como es el caso del Río Verde que, en palabras de Leonor nos lo cuenta de esta forma: “estamos en la defensa del río porque quieren construir una presa hidroeléctrica. Los pueblos y las comunidades nos relacionamos con el río, porque es parte de la vida de las comunidades. Desde la vida comunitaria que tiene que ver con las asambleas donde se toman acuerdos”.
El cuidado de lo propio es algo muy importante, nos representa como seres humanos y más aún nos lleva a sentirnos parte de algo. De poder estar y ser partícipe de las cosas que nos apasionan y que nos motivan a ser mejores personas. Así lo afirma Leonor, “es defender todo lo que tiene que ver con la vida, a veces nos referimos a territorio como un espacio geográfico, pero eso no lo es, tiene que ver más allá; el territorio tiene que ver con el agua, el aire, con las plantas, los animales; es parte de la cosmovisión tanto lo que vemos como lo que no vemos”.
El cuidado del Río Verde va más allá de solo defenderlo porque sí; tiene un sentido propio y valor simbólico del por qué cuidar las aguas. El río es un ser más que conforma a las comunidades; un lazo territorial que representa a las personas; un lugar de encuentro y de formación comunitaria; fuente de trabajo y dador de vida. Comenta Leonor:
“Defendemos el agua porque sin ella no podríamos vivir. El Río Verde al que nosotros defendemos, no lo hacemos nomás porque sí; sino que desde el principio de su creación fue dado para dar vida a sus comunidades que de ahí se alimentan tanto la parte alta, baja y media. Los cuales viven de sus cosechas como el maíz, la agricultura, la pesca. Todo eso le da vida; por eso si nosotros no defendemos esa parte no tendríamos vida, no podríamos vivir si no tenemos esos elementos”.
Los encuentros de defensoras y defensores comunitarios son espacios de conocimiento sobre experiencias comunitarias con otras personas. Son esos momentos donde se conoce nuevas experiencias, el aprendizaje de otros saberes, la compartencia de técnicas y procesos de trabajo o producción; y sobre todo muy importante, el tener conocimiento del cómo proteger nuestros cuerpos. Todo esto en general engloba en grandes rasgos el objetivo principal de este tipo de encuentros.
La participación de las mujeres en este tipo de encuentros es algo que se está haciendo más frecuente y que, sobre todo se ha vuelto un espacio en el cual las mujeres están tomando un papel protagónico. Lugar en el cual se ha convertido como un medio popular o alternativo frente a la cotidianidad que se tiene muy normalizado en otros lugares. Leonor nos habla de la participación de las mujeres en el movimiento por la defensa de la vida y el territorio:
“Tiene un valor muy importante; como mujeres podemos hacer que se fortalezcan nuestras luchas. Nosotras como mujeres empezamos a salir y empezamos a participar, empezamos a participar en la toma de decisiones; que nuestra palabra y lo que decimos es importante y se toma en cuenta, eso nos llena de satisfacción y nos fortalece. Es bonito cuando nos encontramos con otras mujeres, porque nos damos cuenta de que nosotras igual estamos en esas luchas; que no solamente es estar en la cocina, en los quehaceres diarios de la casa, en cuidar solamente a la familia; sino que también es salir y conocer nuevos horizontes, encontrarnos con otras mujeres y poder contarles nuestras historias. Eso nos motiva, apoya e impulsa a seguir adelante”.
Leonor Díaz Santos nos deja la tarea y sobre todo un gran reto por cumplir. El cual, a través de una reflexión personal, nos explica que como personas si aún no estamos involucrados en algún proceso de defensa de territorio, que nos demos a la tarea de poder hacerlo; porque al final el involucrarte ayuda a que sigamos conociendo más allá de los horizontes, fortalece tus conocimientos. Sobre todo, muy importante el hecho de poder compartir estas experiencias comunitarias con otras personas, te ayudará a tener más entendimiento y fortalecimiento de ideas y pensares que ya tenemos. Como nos recuerda Leonor, “Defendamos lo que es importante y protejamos lo que nos representa como comunidad”.
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