Foto: Movimiento Migrante Mesoamericano
Ciudad de México | Desinformémonos. Es “lamentable” que el trayecto para obtener una visa humanitaria para transitar libremente por México precarice más la vida de los migrantes, ante la falta de infraestructura de ayuda humanitaria en las rutas que van de las fronteras de Chiapas y Tabasco hacia los puntos de entrada a territorio estadunidense en los estados de la frontera sur, señaló la antropóloga social especialista en migraciones humanas e investigadora en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad Chetumal, Martha García Ortega.
García Ortega indicó que particularmente las ciudades de Chetumal, Cancún y Campeche “han estado fuera del radar de las caravanas de migrantes y por tanto escapan a la lógica de movilidad de los mismos”, por lo que es allí “donde su camino, su proyecto, se vuelve más complicado y más caro”.
En referencia a los migrantes tanto mexicanos como centroamericanos que transitan por México rumbo a Estados Unidos, la especialista indicó que las causas de la movilidad son multifactoriales y no sólo se resumen a cuestiones económicas.
“Hay distintos planos en que la violencia se ha convertido en el principal motivo para salir de los lugares habituales de residencia, como el éxodo rural de las zonas donde el crimen organizado sienta sus reales”, señaló García Ortega, quien añadió que también la violencia de género, el cambio climático y los desastres de tipo antropogénico son causas de la migración.
Sin embargo, reconoció que fundamentalmente “la gente se ha movido por trabajo y ahí tenemos a millones de mexicanos y personas en todo el mundo que se desplazan para trabajar en contextos de migraciones circulares”.
Agregó que la crisis humanitaria actual que azota a los migrantes en el país no comienza en el territorio nacional, sino en la falta de empleos, de satisfactores básicos y de derechos que obligan a las personas a buscar una mejor vida en Estados Unidos o en un núcleos familiares ya instalados en México. Y de acuerdo con la investigadora, “nadie está preparado para eso, ni los gobiernos de origen, tránsito o destino, ni los organismos internacionales, ni la prensa, ni las localidades de arribo en el primer frente, ni la academia”.
Datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) apuntan que en dos meses el número de solicitantes de asilo tan sólo de origen haitiano se duplicó, al pasar de 26 mil siete en septiembre a 47 mil 494 para noviembre.
Los migrantes, que en su mayoría avanzan en caravana por el territorio mexicano, se han enfrentado a la violencia de las autoridades, el abandono institucional y el racismo de la población, al que han resistido con ayuda de organizaciones, colectivos y activistas.
Con información de La Jornada Maya