En su visita a México, el Relator Especial de la ONU para el agua y saneamiento, Léo Heller, visitó Totonacapan, Papantla y Filomeno Mata en Veracruz donde se encontró con organizaciones y comunidades defensoras del agua y el territorio.
Veracruz, estado con abundancia de agua, es uno de los sitios en donde el derecho humano al agua no se cumple para gran parte de sus habitantes y la situación en vez de mejorar, se agrava.
En su visita a Veracruz el 5 de mayo, Léo Heller escuchó a las comunidades y organizaciones que trabajan por preservar el derecho humano al agua. En esta ocasión expusieron sus demandas al Estado mexicano: la protección de los recursos de agua de los pueblos indígenas y campesinos, que reconozca legalmente los sistemas tradicionales de abasto de agua de las comunidades coordinando sus acciones los tres niveles de gobierno, así como la implementación de mecanismos para acceder a la información y participar en la toma de decisiones en la expedición de títulos de concesión y ordenamiento del territorio.
Los problemas relacionados con los derechos al agua y al saneamiento son particularmente visibles en Veracruz. Datos oficiales muestran serios problemas, por ejemplo, la infraestructura hidráulica está deteriorada, hay deficiencias graves en los modelos de administración y gestión en los organismos operadores de agua, la cobertura rural del alcantarillado no llega a 63 por ciento, es mínimo el porcentaje de las aguas servidas que recibe algún tratamiento y existen altos índices de contaminación en las 14 cuencas del Estado. A todo esto se suman nuevas amenazas como son más de un centenar de proyectos hidroeléctricos y mineros a cielo abierto, en particular los de Caballo Blanco y El Cobre, en las inmediaciones de la única planta nucleoeléctrica del país.
En la reunión efectuada en el municipio totonaco de Filomeno Mata, Veracruz, participaron los pueblos totonaco y masehual de la Sierra Norte de Puebla, y organizaciones como CORASON (Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa de la Huasteca y el Totonacapan), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), el Consejo Tiyat Tlalli, la Cooperativa Tosepan, Titataniske y la Alianza de Comunidades en Defensa de los Ríos Bobos-Nautla y Tecolutla, los cuales expusieron 6 casos sobre las violaciones al derecho humano al agua y al saneamiento provocados por proyectos mineros, hidroeléctricos, contaminación y falta de infraestructura.
Posteriormente, el Relator Heller se dirigió al ejido Emiliano Zapata en el municipio de Papantla, Veracruz, donde fue testigo de los graves daños provocados por la industria de los hidrocarburos a fuentes de agua para uso humano.
En reunión privada con organizaciones Lavida, RUDH, y la Alianza Mexicana contra el Fracking escuchó el testimonio de habitantes del municipio Francisco Zeta Mena en Puebla que padecen los daños a fuentes de agua dulce por la extracción de hidrocarburos con la técnica de fracking. Señalaron también la opacidad, nula información y consulta para la implementación de esta técnica. Se destacó que el fracking implica el uso desmedido de agua dulce (la cual es mezclada con un cóctel de sustancias tóxicas) y su contaminación poniendo en riesgo el agua para consumo humano.
El encuentro se desarrolló en territorios ancestrales de pueblos indígenas y campesinos donde han construido sistemas de abasto de agua que se rigen por usos y costumbres.
Con información de No Fracking México